Antes de que Avianca se convirtiera en la principal aerolínea con más vuelos y destinos desde El Salvador, el gigante de la aviación salvadoreña era TACA (Transportes Aéreos de Centroamérica), una compañía que subió a lo más alto durante la década de los 80 y que sigue siendo recordada por los salvadoreños como un portento empresarial.
La aerolínea fue fundada en Honduras, aunque los años la volvieron más salvadoreña que catracha.
Un neozelandés llamado Lowell Yerex, que luchó contra la revolución hondureña al lado del general Tiburcio Carías, fue quien comenzó con esta empresa en 1931. Todos los domingos Yerex piloteaba un avión motor Stinson para transportar a personalidades de la alta sociedad en todo el territorio hondureño, pero la demanda fue tal que después de dos años, tuvo que ampliar sus viajes a El Salvador, con lo cual nació TACA El Salvador.
En 1945, Yerex vendió las acciones de la compañía a Waterman Airlines, una subsidiaria de Waterman Steamship Corporation que tenía su sede en Nueva Orleans, EE.UU., pero a finales de los años 50 la aerolínea estuvo al borde de la quiebra. La crisis de la aerolínea fue aprovechada por don Ricardo Kriete, un estadounidense nacionalizado en El Salvador que adquirió el 30% de la compañía.