En la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús se prepara el anda que llevará la imagen de Jesús al acto de la Transfiguración.
Desde que sale el sol hasta que cae el atardecer, Jorge, Alan, Steven, Oscar y Alejandro trabajan la estructura, todos aseguran que pese a que tienen distintas edades los une la fe a Jesús.
Jorge Orellana, uno de los integrantes de la Asociación Cofradía Divino Salvador, comenta que luego de vivir la pandemia y la incertidumbre de que si este año se llevaría a cabo o no los honores al patrono de El Salvador, para él representa una alegría y un agradecimiento poder servir una vez más en al cofradía. “Ningún integrante de la cofradía murió de covid, eso hay que agradecerlo”, comentó.
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Según Orellana, este año no se usará la corte celestial (figuras de ángeles) en la procesión y tomó la decisión de adornar la estructura de una manera más sobria, pero más elegante.
Los colaboradores trabajan en conjunto para agilizar los trabajos y solucionar problemas técnicos que se presenten, están enfocados en que su tarea resulte perfecta.
Oscar Mejía, de 23 años, es colaborador de la Basílica Sagrado Corazón y es la primera vez en que ayuda en los actos religiosos de las fiesta patronales. Dijo que participa en este trabajo como una forma de agradecerle los favores recibidos. “En mi familia le tenemos mucha fe, ya luego habrá tiempo para ir a la feria”, comentó mientras prepara los oasis para las flores. El anda donde van las imágenes llevará 15 tipos de flores, explicaron.
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Alejandro García, de 33 años, también participa en la organización desde los 12 años de edad.
“Es de familia, mis tíos siempre han ayudado y a mi me gusta la tradición, por eso la continúo”, dijo.
Al armar el anda, los servidores sienten una gran responsabilidad, pues tienen que asegurar la seguridad de la imagen del Divino Salvador, mejor conocida como “El Colocho”; una imagen tallada en madera que data del siglo XVIII, año 1777, hecha por Silvestre Antonio García con la intención de agradecerle a la advocación favores recibidos.
Jorge Orellana desde hace 22 años viste la imagen del patrono de los salvadoreños. Él siempre ha admirado la expresión de la imagen de Jesús, la cual piensa que es la que el Maestro tuvo en el momento previo a la Transfiguración.
“Posee devoción. Don Antonio (escultor) supo captar ese momento de la transfiguración, por eso es valiosa” opinó.
Orellana comentó que el trabajo para el Divino Salvador es todo el año, pero estos son los días más fuertes que deben asumir como parte de la cofradía.
Las fiestas de la víspera de la Transfiguración inician este viernes 5 de agosto a las 6:30 am, cuando la imagen del Divino Salvador inicia su recorrido haciendo la iglesia el Calvario, luego sale a las 10:30 am hacia la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús. Y por la tarde regresa a Catedral Metropolitana.
