Víctor Manuel Rodríguez Renderos, alias Taco Mayor, fue capturado el pasado 30 de agosto. Estaba prófugo de la justicia, desde 2018. El Juzgado Primero de Instrucción de Zacatecoluca le giró orden de captura por haber asesinado a Miguel Ángel Hernández Campos, conocido como “Camila”.
Un testigo con régimen de protección, bajo la clave “Lirio Z-17”, narró en el proceso judicial, que vio cuando Manuel, junto a seis miembros de pandillas más, cometieron el homicidio de Hernández Campos, en el caserío Los Chirinos, cantón Tehuiste Abajo, del municipio de San Juan Nonualco, en el departamento de La Paz.
De acuerdo con información del caso, divulgada por la Fiscalía, el testigo caminaba por un terreno rumbo a su vivienda cuando de repente vio que unos pandilleros a quienes identificó como Noé, Jaime y el Mocha, con una piocha y una pala, hacían un hoyo en el suelo.
Luego vio que por otro lado se aproximaban Manuel, Radio, Mario y Franklin, todos armados de machetes, llevaban privado de libertad a Hernández Campos, empujándolo y golpeándolo. Cruzaron la quebrada conocida como Quebrada del Diablo y llegaron hasta donde estaban cavando el hoyo.
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De repente Manuel y Franklin comenzaron a golpear con los puños a la víctima. Luego Manuel lo decapitó con el machete que portaba. Los demás pandilleros celebraron la saña de Manuel. El miedo hizo que el testigo se largara del lugar.
A los pocos días, el cadáver de Hernández Campos fue encontrado semienterrado, en el lugar donde “Lirio Z-17” vio la ejecución.
“Víctor Manuel Rodríguez Renderos, alias Taco Mayor, gatillero de la 18R se encargaba de asesinar en nombre de la pandilla en San Pedro Masahuat, La Paz, lugar donde lo capturamos. Tiene orden de captura vigente por un Juzgado de Zacatecoluca por homicidio agravado y agrupaciones ilícitas. Cuenta con antecedentes desde el 2014 por resistencia y en el 2016 fue deportado de Estados Unidos. Nos encargaremos que no vuelva a las calles a causar luto a las familias salvadoreñas”, escribió la Policía Nacional Civil en sus redes sociales.
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No se sabe por qué esos siete pandilleros de la 18 asesinaron a Camila. En 2018, la Fiscalía logró que los tres pandilleros que participaron en cavar la tumba clandestina fueran condenados a penas de entre 13 a 20 años.