Ocho reses murieron luego que les cayera un rayo cuando se habían refugiado debajo de un árbol mientras caía una fuerte lluvia, el miércoles por la tarde.
Siete eran novillas y un toro. Este último, se había pasado el cerco de un terreno vecino y cuando comenzó la fuerte lluvia se agrupó con el resto de los animales.
El incidente ocurrió en el cantón El Zope, en el municipio de Santo Domingo de Guzmán, en Sonsonate.
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En el terreno habían más reses; sin embargo, se habían refugiado en otra zona, por lo que no fueron alcanzadas por el rayo.
El propietario de las novillas, Santiago Vásquez, lamentó el hecho ya que representa una pérdida económica grande que lo deja, prácticamente, en “la bancarrota”.
El precio de cada una ronda entre los $1,000 y $1,500; mientras que el toro, que era propiedad de otra persona, supera la última cifra.
El pequeño ganadero nunca pensó que la naturaleza lo golpeara de esa manera. La tarde del miércoles cayó una fuerte tormenta en diferentes sitios del occidente del país; pero a Vásquez no se le cruzó por la mente que un rayo terminara con casi todo su ganado.
“Después de la tormenta fui a traer los animales y encontré casi a todos muertos; es una pérdida fuerte para nosotros”, expresó el ganadero.
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La noticia de que un rayo había terminado con casi todo el ganado de Vásquez se propagó en la comunidad.
Las personas llegaron a observar lo sucedido y, tras la aceptación de su propietario, algunos comenzaron a destazar las reses para repartir la carne entre los demás vecinos.