En el Jocotal viven dos mujeres de más de 100 años

Debido a que varias alcaldías fueron vandalizadas durante el conflicto armado las ancianas no cuentan con una documentación que confirme su edad.

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Jesús Zavala, reside en el cantón el Borbollón, municipio de El Tránsito, San Miguel. Foto EDH/Iliana Ávila

Por Iliana Ávila

2022-01-23 8:35:42

Candelaria Ponce de Medrano y Jesús Zavala son dos mujeres que residen en el cantón el Borbollón, municipio de El Tránsito, San Miguel desde hace unos 50 a 60 años, donde construyeron sus casas, tuvieron hijos, los criaron y los sacaron adelante gracias a los frutos que ofrece la laguna El Jocotal, pero estas mujeres tienen algo más en común ambas aseguran tener más de 100 años de edad.

Candelaria Ponce de Medrano dice tener 104 años de edad. Pero según DUI su fecha de nacimiento es el 17 de noviembre de 1923 y nació en Ciudad Barrios, esto significa que tiene 98 años. Sin embargo, la familia sostiene que la señora ya pasa de los 100 años.

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“Solo Dios sabe qué vamos hacer”, contesta ante la curiosa pregunta sobre el porqué considera que ha vivido tantos años, pero reconoce que los cuidados de su hija María Felicita Ponce, de 60 años, le reaniman; “esta es la que me anda cuidando dándome bocaditos” , dice Candelaria por su hija.

Foto EDH Iliana Marisela Ávila

Ponce Medrano tuvo 18 hijos de los cuales le sobreviven tres. También tiene dos hermanas, una de ellas reside en Honduras. La otra es Betsabe Ponce, de 88 años conocida por ser la dueña de la “Casa Encantada” o de las botellas, ubicada a orillas de la carretera Litoral, Cantón El Borbollón.

“A mí me dice: ‘¿yo cuánto he durado Licha? Yo quisiera que Dios me llevara. Y yo le respondo: ’la tiene que dejar otros días más’. Acá todos la cuidamos, no le falta nada, hasta la hermana de las botellas le manda dinero y canastas navideñas, cuando le llevan a ella, también le trae sus cositas”, cuenta María Felicita Ponce, hija.

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Candelaria aún se asea sola y lava los trastes, cuando su hija se lo permite o está de buenos ánimos, pues asegura que los constantes dolores en el cuerpo y el peso de los años no le permiten estar mucho tiempo de pie.

“Yo servía en las casas, moliendo. Se admiraban porque molía rápido. En la laguna raleaban pescado, eran montones de zambos, toda la noche aguantando el agua yo solita, mis niños estaban chiquitos” recuerda.
Hoy descansa en un cómodo sofá, colocado en el corredor de su casa, desde donde se observa la calle que baja a la laguna, a menos de una cuadra de su casa.

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Doña Jesús Zavala
Siempre en el cantón El Borbollón pero del otro lado de la carretera, Jesús Zavala asegura haber cerrado los 106 años. Ella pasa sus días sentada en una hamaca ubicada en el patio de su casa al cuidado y los mimos de sus pequeños bisnietos y tataranietos.

Jesús Zavala, reside en el cantón el Borbollón, municipio de El Tránsito, San Miguel. Foto EDH/Iliana Ávila

Ella está muy segura de la edad que dice tener, pero reconoce que en su DUI la fecha de nacimiento es distinta. “En el DUI no tengo la edad que tengo porque como quemaron la alcaldía en Chirilagua, por gracias de Dios me dieron unos papeles, pero no tengo mi edad” comenta Jesús Zavala.

En 1980, a raíz del conflicto armado se quemó la documentación resguardada en la alcaldía municipal de Chirilagua un incendio provocado, ante la necesidad de contar con una identidad su familia gestionó una nueva partida de nacimiento, teniendo como prueba la partida de nacimiento de una hermana de la señora Jesús.

Por muchos años vio el amanecer en las aguas quietas de la laguna, pero en 1998 esas mismas aguas lograron cubrir una buena parte de la comunidad, debido al potente huracán Mitch.

“Me sacaron, vendí la casita en el sector de la laguna y compré una casa de adobe al otro lado de la carretera. Hoy el nieto ha construido una casa poco a poco y yo vivo con una nieta (en el mismo terreno)”, para construir su casa ahorró con la idea de ir comprando los insumos necesarios de a poco, pero un gesto generoso le sorprendió.

“Yo le decía al señor Alfredo Mendoza que me mandaba el material, que me mandara dos bolsas de cemento y que yo conseguiría la arenita y él me trajo el camión con arena y piedra, era muy bueno don Alfredo” recuerda.

La señora Jesús tuvo cuatro hijos, de estos surgieron 17 nietos entre ellos Jaime Zavala, de 45 años quien dice no saber cuántos nietos y bisnietos “solo yo ya pegué 11 y está otro en camino” comenta.

Jesús Zavala, reside en el cantón el Borbollón, municipio de El Tránsito, San Miguel. Foto EDH/Iliana Ávila

Al preguntar por su abuela exclama: “¡Ah Jesús Zavala es única!, cuando quiere ser positiva es positiva, y negativa cuando se trata de ser negativa, dice que no aguanta la carga de los años, por rato se siente triste pero yo le digo que aún está joven”.

Jaime cuenta que a su abuela no le gusta asistir al médico y menos a un hospital, “no toma mucho medicamento químico, sino que son cascaritas, hojas, digamos que el 80% es natural para darle una pastilla le digo que son aspirinitas o novalginas” , confiesa.

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