El Papa Francisco, en el marco de la misa celebrada en la Basílica de San Pedro, del Vaticano, se alegró por la beatificación del sacerdote jesuita Rutilio Grande García y sus dos compañeros laicos, Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus, así como por el sacerdote franciscano Cosme Spessotto, todos mártires de la fe.
Los tres salvadoreños y el italiano fueron asesinados en 1977 y 1980 durante el conflicto armado en el paìs.
Luego del Ángelus el máximo jerarca de la Iglesia Católica se refirió a los cuatro nuevos beatos señalando cómo ellos estuvieron al lado de los pobres testimoniando el Evangelio, la verdad y la justicia hasta la efusión de la sangre.
"Su heróico ejemplo suscite en todos el deseo de ser valientes trabajadores de fraternidad y de paz. ¡Un aplauso por los nuevos beatos!, exaltó en su mensaje.
El Santo Padre expresó después su preocupación sobre "el aumento de las tensiones que amenazan con infligir un nuevo golpe a la paz Ucrania y cuestionan la seguridad en el continente europeo con repercusiones más amplias", tras lo cual hizo un llamado a las personas de buena voluntad para que eleven oraciones a Dios para que cada acción o iniciativa política esté al servicio de la fraternidad humana, más que a los intereses de las partes.