Denuncias ciudadanas rompen el silencio institucional en el sistema de salud

Durante el  sexto año de mandato del presidente Nayib Bukele, el sistema de salud ha enfrentado un deterioro progresivo, denunciado por personal médico, organizaciones sindicales y movimientos sociales.

El discurso oficial promovido desde el Gobierno central presenta una visión de transformación institucional, en la que suplir las necesidades de la población salvadoreña es uno de los principales objetivos. 

Sin embargo, al interior de hospitales y unidades de salud, los testimonios de trabajadores y pacientes contrastan con esta narrativa, al señalar una creciente precarización del sistema.

Incluso se han registrado casos en los que el personal no cuenta con insumos básicos descartables como guantes, jeringas y gasas para ejercer sus funciones. 

“El clima laboral es extremadamente estresante para los trabajadores de la salud en general. Están bajo un régimen de ver, oír y callar”, afirmó el presidente del Colegio Médico, Iván Solano Leiva.

El especialista aseguró que médicos, enfermeras y técnicos tienen prohibido informar a los pacientes sobre la falta de medicamentos o insumos. “Si lo hacen, pueden ser despedidos”, agregó. 

Para Solano Leiva, el personal de salud se encuentra en un punto crítico. “No pueden mencionar nada o quejarse por el desabastecimiento de medicamentos, porque si lo dicen claramente a los pacientes, van para fuera”, reiteró.

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Las autoridades de Salud han evitado responder públicamente a las denuncias y han diseñado mecanismos para poner bajo reserva toda la información relacionada. 

Las cuentas oficiales del Ministerio de Salud (Minsal), del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) y del Fondo Solidario para la Salud (Fosalud) se limitan a compartir mensajes emitidos por Casa Presidencial, incluso si estos no tienen relación con las funciones de dichas instituciones.

Las escasas publicaciones de estas entidades suelen convertirse en espacios de denuncia ciudadana. Usuarios comentan sobre fallas en el servicio y desabastecimiento, con la esperanza de que sus casos cobren relevancia mediática y sean atendidos con prioridad.

En reiteradas ocasiones, el personal ha señalado que los centros hospitalarios a nivel nacional enfrentan un desabastecimiento histórico. 

En hospitales del ISSS se han documentado casos en los que médicos han debido colocar sondas sin geles lubricantes, sustituyéndolos con agua, o reutilizar equipos intravenosos, incrementando el riesgo para los pacientes.

En otros centros, los servicios de limpieza solo cubren los primeros pisos por falta de personal, lo que ha generado riesgos de infecciones hospitalarias, según relatan los trabajadores. 

En los primeros meses de 2025, la red nacional de salud también fue objeto de señalamientos por el cierre de la Casa de la Salud en el caserío Upire, distrito de Nueva Esparta, La Unión Norte. 

Tras el cierre, los habitantes se han visto obligados a cruzar a Honduras en busca de atención médica, ya que acceder a otros municipios salvadoreños implica una inversión de tiempo y dinero que muchas familias no pueden costear.

“El sistema tiene limitaciones reales para ejercer la medicina. ¿Cómo le decís a un paciente diabético que está descompensado si no hay medicamentos desde hace meses? Es imposible controlar su enfermedad”, insistió Solano Leiva.

Uno de los principales obstáculos, según el Colegio Médico, es la autocensura. “Nos encantaría que la persona que nos comenta una situación en su centro de salud pudiera documentarla, acompañarla en una conferencia de prensa”, explicó el presidente del gremio. Sin embargo, señaló que muchos profesionales optan por el silencio ante el temor a represalias laborales.

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Represalias contra los trabajadores

El Movimiento por la Salud "Dr. Salvador Allende" (ALAMES), coincidió en que hay un deterioro de las condiciones laborales denunciando acoso sistemático, amedrentamiento y restricciones impuestas por las autoridades. “Incluso las jefaturas intermedias están bajo presión constante para reprimir y controlar a los empleados”, señaló a este medio. 

El colectivo alertó sobre decisiones administrativas atropelladas, la falta de planificación y el uso de amenazas de despido contra quienes se pronuncian por la falta crónica de medicamentos.

“La falta de capacidad en la administración del talento humano en salud se traduce en decisiones atropelladas, sin planificación”, señaló ALAMES El Salvador.

Cuando el personal no sigue las directrices sin fundamento legal o científico las sanciones han escalado hasta despidos injustificados, detalló la fuente. 

“En la actualidad la denuncia anónima por redes sociales tales como la falta de pago de nocturnidades, sobrecarga de trabajo por poco personal y acoso laboral permanente es la única vía posible, pues cualquier manifestación pública es reprimida”, agregó el movimiento.

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Sin oportunidad de diálogo

El secretario general del Sindicato de Médicos Trabajadores del Seguro Social (SIMETRISSS), Rafael Aguirre, afirmó que el ambiente laboral en el ISSS es “tenso” y está marcado por la “ausencia total de diálogo”.

“No hay espacio interno para discutir los problemas, como el cierre de clínicas comunales, la reducción de prestaciones laborales o la posible fusión con el Minsal. Todo se maneja mediante rumores porque no hay comunicados oficiales ni vocería institucional”, explicó Aguirre.

SIMETRISSS ha expresado su preocupación por el silencio de las autoridades, especialmente ante rumores que con el tiempo se han concretado. 

“Los rumores toman fuerza al no existir ningún tipo de comunicación o diálogo, hasta que se hacen realidad. Esto genera inseguridad sobre lo que pueda pasar mañana”, dijo Aguirre, destacando el cierre confirmado de tres unidades de atención comunal.

“La figura de la directora del ISSS ha estado completamente ausente”, señaló el dirigente. La última aparición pública de la funcionaria fue en abril de 2024, durante la aprobación de la ley de certificación médica. Desde entonces no ha emitido declaraciones ni participado en actividades institucionales. “Si la cabeza no está presente, ¿quién está dirigiendo?”, cuestionó.

SIMETRISSS también denunció que, pese a múltiples intentos de acercamiento, las respuestas institucionales han sido mínimas o inexistentes. “Algunos directores han girado instrucciones prohibiendo dar información a cualquier organismo o entidad no gubernamental que la solicite”, aseguró el sindicato.

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