Casos de dengue bajan en El Salvador, aunque persiste la vigilancia
El Ministerio de Salud reporta tres muertes por dengue y más de 5,000 atenciones por sospecha, aunque los casos muestran una tendencia a la baja.
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elsalvador.com
Publicado el 31 de octubre de 2025
El Ministerio de Salud de El Salvador reporta más de 5,000 consultas por sospecha de dengue hasta el 11 de octubre, con tres fallecidos y 186 hospitalizaciones por complicaciones. Aunque el serotipo 3 del virus sigue predominando, los casos muestran una tendencia a la baja. Los niños menores de 10 años son el grupo más afectado. Según el infectólogo Jorge Panameño, el país mantiene la situación bajo control, sin brotes epidémicos. Las autoridades continúan la vigilancia y promueven medidas preventivas ante las condiciones climáticas que favorecen la reproducción del mosquito transmisor Aedes aegypti.
El Salvador ha registrado más de 5,000 consultas por sospecha de dengue hasta el 11 de octubre, según el más reciente boletín epidemiológico del Ministerio de Salud. De ese total, 181 casos fueron confirmados por laboratorio, y solo cinco se clasificaron como graves. Además, se reportaron tres fallecimientos y 186 hospitalizaciones por complicaciones relacionadas con la enfermedad.
Pese a estas cifras, los especialistas consideran que la situación se mantiene bajo control. El infectólogo Jorge Panameño explicó que “el comportamiento del dengue ha sido bastante tranquilo en comparación con el año pasado, cuando se observaban más fallecimientos, sobre todo en niños”.
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Durante las últimas semanas, los registros de Salud han mostrado una leve disminución en el número de casos semanales, lo que sugiere una tendencia descendente. Sin embargo, las autoridades continúan con vigilancia activa en todo el país, ya que 22 de los 44 municipios presentan niveles moderados de afectación.
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Serotipo 3, el más común y con mayor riesgo
El boletín oficial indica que en el territorio salvadoreño siguen circulando los cuatro serotipos del virus del dengue, siendo el tipo 3 el dominante. Esta variante se asocia con mayor riesgo de complicaciones y mortalidad, por lo que las autoridades mantienen la alerta sanitaria en zonas propensas a criaderos del mosquito Aedes aegypti.

El impacto de recientes fenómenos climáticos, que aumentaron la humedad ambiental, ha generado condiciones favorables para la reproducción del vector. El mosquito se desarrolla en agua limpia y estancada, común en recipientes domésticos, canales o llantas abandonadas.
El Ministerio de Salud continúa promoviendo campañas de eliminación de criaderos y educación comunitaria para prevenir contagios, especialmente en comunidades rurales y periurbanas.
Niños y adolescentes, los más afectados
Los registros nacionales muestran que los menores de 10 años son el grupo más afectado, con 2,420 atenciones por sospecha de dengue en lo que va del año. Les siguen los jóvenes de entre 10 y 19 años, con 1,686 casos reportados.
Panameño enfatizó que “no se han visto hospitales llenos de pacientes con dengue ni un incremento inusual de atenciones médicas”. Sin embargo, recordó que “el dengue continúa siendo un problema endémico en el país, por lo que la vigilancia debe mantenerse constante”.

Los síntomas del dengue van desde fiebre alta, dolor muscular y cefalea, hasta manifestaciones graves como dolor abdominal, vómitos persistentes o sangrados. Los médicos recomiendan acudir de inmediato a un centro de salud ante cualquier signo de alarma, evitando la automedicación.
Contexto regional: baja incidencia en América
A nivel continental, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reportó 3.9 millones de casos sospechosos de dengue en las Américas hasta la semana epidemiológica 39. Esta cifra representa una disminución del 68% respecto al mismo periodo de 2024 y del 10% en comparación con el promedio de los últimos cinco años.
Los países del Cono Sur y Centroamérica han mostrado una reducción general de los brotes, aunque la OPS insiste en mantener la vigilancia epidemiológica, dado que los patrones de transmisión pueden cambiar rápidamente con las variaciones climáticas.
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Vigilancia y prevención: claves para contener el virus
Aunque El Salvador muestra cifras estables, el Ministerio de Salud reitera la importancia de la prevención doméstica: eliminar cualquier recipiente que acumule agua, usar repelente y mantener tapados los depósitos de uso diario.
La experiencia de años anteriores ha demostrado que la educación comunitaria y la acción temprana son las herramientas más efectivas para frenar los brotes. Para los expertos, el hecho de que el país no enfrente un repunte significativo en 2025 refleja una respuesta sostenida, pero también un llamado a no bajar la guardia.
En palabras del doctor Panameño, “es imposible ocultar un brote cuando ocurre, pero mientras la población y las instituciones mantengan la vigilancia, es posible evitar emergencias mayores”.
Con reportes de El Diario de Hoy.
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