Aumento de fondos para Fuerza Armada en 2022 confirma tendencia al militarismo, dicen expertos

El ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, informó que entre las carteras de Seguridad y Defensa hay una asignación de $890 millones.

descripción de la imagen
A principios de este año, Defensa gastó más de 26 mil dólares en tres polígrafos que servirán para realizar pruebas de confianza a elementos de la Fuerza Armada y así detectar pandilleros infiltrados. Foto EDH / Archivo

Por Eugenia Velásquez

2021-10-03 11:15:58

Para varios especialistas consultados por El Diario de Hoy, el incremento de $36.7 millones para funcionamiento del Ejército del próximo año, confirma que la tendencia de este gobierno es llevar al país hacia el “militarismo”.

Según los datos proporcionados por el Ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, el jueves pasado en la Asamblea Legislativa, cuando entregó el proyecto de Presupuesto General de la Nación para 2022, se prevé un incremento del gasto para el Ejército en $36.7 millones, pasando de $220 millones este año a $256.7 millones para 2022.

“El incremento del presupuesto para las Fuerzas Armadas evidencia la prioridad gubernamental de aumentar el nivel represivo, teniendo en cuenta que no hay ninguna amenaza de invasión o guerra. El combate a las pandillas es un asunto de seguridad pública interna, donde la PNC es, según la Constitución, la fuerza a cargo”, afirmó la abogada Ruth Eleonora López, jefa de anticorrupción y justicia de Cristosal.

VER: Financiar el Presupuesto 2022 requerirá $498 millones en deuda

En julio pasado, el presidente Nayib Bukele anunció que pondría a más militares en las calles para apoyar a los policías en las tareas de seguridad pública; sin embargo, tanto López como otros expertos en derechos humanos critican que el objetivo real es darle el control total a la Fuerza Armada en la Seguridad nacional y pública, esta última función en manos de la Policía Nacional Civil (PNC) desde la firma de los Acuerdos de Paz en 1992.

Zelaya justificó que el incremento del presupuesto para el Ministerio de la Defensa se debe, en parte, a que se incorporan 5,600 nuevas plazas de efectivos militares que apoyarán a la Policía en las labores de seguridad pública que se desarrollan en el contexto de la Fase IV del Plan Control Territorial: “Incursión”.

“Son 5,600 plazas para militares, resulta preocupante porque los datos que el gobierno presenta es que hay una baja sensible de homicidios y esto no es coherente con el gasto que se está haciendo en seguridad y mucho menos en más militares para el país, habrá que revisar cuánto se le está dando al Ministerio de Educación y a Salud, que requieren realmente inversiones y establecer nuevas modalidades de trabajo”, externó la especialista en derechos humanos y jurídicos de Cristosal, Zaira Navas.

El ministro de Hacienda explicó que también se contempla otro financiamiento por $57.8 millones del Plan Control Territorial, Fase III: “Modernización”, que incluye equipamiento para movilidad estratégica, táctica y de vigilancia del Ministerio de la Defensa y de la Policía; y financiamiento para el Plan Control Territorial, Fase II: “Oportunidad”, por $35.2 millones para la construcción y equipamiento de CUBOS, Skatepark y de Institutos Técnico Digital.

La exdiputada y firmante de los Acuerdos de Paz, Nidia Díaz, del FMLN, recuerda que, tras el proceso de pacificación de El Salvador, el Ejército fue reducido a un 51.2%, se eliminaron los grupos paramilitares, las defensas civiles y quedó prohibido el reclutamiento forzoso.

“En tiempos de paz, el Ejército tiende a reducirse y no a incrementarse. En tiempos de guerra es lógico, pero aquí no estamos en guerra y hay que fortalecer la seguridad pública, que por reforma constitucional y acuerdos de paz le corresponde velar por el ejercicio pleno de los derechos de la gente y resguardar sus bienes y combatir el delito”, manifestó Díaz.

La exdiputada, quien además fue comandante del FMLN y dirigente de ese partido de izquierda, dice que se observa en El Salvador una reversión de lo que se trazó en los Acuerdos de Paz, que consistía en el fin de las “dictaduras militares”.

VER: Habrá escaso financiamiento externo a presupuesto 2022, alerta la oposición

“Ahora quieren duplicar al Ejército y con base a un reclutamiento forzoso e invertirle, eso significa que está preparando más elementos para lo que está hecha la Fuerza Armada, que es el combate, es como parte de ese desmontaje que se está dando de los Acuerdos de Paz y de esa plataforma democrática que se pactó y el proceso de militarización que se experimenta como si estuviéramos en guerra”, cuestionó Díaz.

El presidente Bukele lanzó, en agosto de 2021, un programa de reclutamiento voluntario de 20,000 jóvenes para la Fuerza Armada. En ese entonces, el llamado del mandatario fue para que defendieran a la patria de “sus enemigos internos y externos”.

“Si quieres ser parte de la Fuerza Armada, acércate a los Centros de Reclutamiento y Reserva (tenemos centros en todos los departamentos)”, publicó Bukele en su cuenta de Twitter acompañado de un video para incentivar a los jóvenes a enlistarse.

Ese no fue el primer llamado de Bukele a fortalecer el Ejército para combatir a sus “enemigos internos y externos”, sin especificar de quiénes se trata y tomando en cuenta que El Salvador no está en guerra con ningún país. El 7 de mayo reiteró ese llamado en ocasión del Día del Soldado, durante la juramentación de 130 cadetes.

A raíz de esas declaraciones, se encendieron las alarmas en la oposición política y en organizaciones sociales que velan por los derechos humanos, sobre las intenciones que realmente persigue el presidente Bukele con el incremento de más efectivos militares y fondos a la Fuerza Armada.

“Esperaría que el mandatario se refiera a combatir los problemas de delincuencia que hay en El Salvador. Yo no esperaría que fuera para sus oponentes”, reaccionó en ese entonces la diputada del FMLN, Marleni Funes.

Díaz, por su parte consideró que el “militarismo es peligroso” a la luz de las palabras del presidente Bukele, ya que según la exdiputada, el mandatario ve como “enemigos” a los que critican sus políticas públicas.

“El problema fuerte que tenemos es que toda la gente que tiene un espíritu crítico, que tiene una discrepancia sobre la visión de algo o política, lo va considerando enemigo”, lamentó Díaz.

VER: En seis meses, el Gobierno solo ha ejecutado el 12% de inversión pública

A esto se suma una frase que Bukele enunció en Casa Presidencial el 15 de septiembre para el Bicentenario de la Independencia, frente a los ojos del mundo, afirmando que parte de la comunidad internacional había “financiado” las numerosas marchas de ese día en la capital.

“Es un país en los que en dos años y tres meses de Gobierno no hemos utilizado aún, porque no sé si algún día van a financiar tanto que vaya a llegar a ser necesario, espero que no, no hemos utilizado una tan sola lata de gas lacrimógeno”, espetó frente a los representantes de la comunidad internacional.

MÁS SOBRE EL TEMA:

Pro Búsqueda expresa su preocupación por militarización de zonas rurales en el país

Militarización es una amenaza a derechos humanos dicen expertos

Eduardo Escobar: Bukele quiere sacar los fusiles y militarizar El Salvador