El Juzgado Ambiental, con sede en el departamento de San Miguel, ordenó a la región oriental del Ministerio de Salud y a la alcaldía de La Unión identificar el número de las viviendas que vierten las aguas grises y negras en la quebrada ubicada en la final Octava Avenida Sur, del sector La Palma, del barrio San Carlos, en la cabecera departamental.
Los hallazgos de la contaminación se dieron luego de que los técnicos de la Unidad Ambiental de la Corte Suprema de Justicia, inspeccionaban la denuncia de una construcción ilegal de obra de paso sobre la quebrada, encontrando que la mayoría de las viviendas descargan todas las aguas sucias en el cauce de la quebrada.
El pasado 31 de mayo el Juzgado notificó a las instituciones que elaboren un informe técnico del problema del vertimiento de las aguas, donde se identifique el número de viviendas que hacen dichas prácticas, determinar si esas acciones están ocasionando algún daño a la salud de las personas y las medidas preventivas a efecto de solucionar tal situación.
Álvaro Figueroa, de la comisión municipal de Protección Civil confirmó que el tribunal en la resolución por el caso de la construcción ilegal en la quebrada, ordenó a los inspectores de saneamiento ambiental del ministerio para que se hagan las visitas para determinar la cantidad de viviendas que están tirando las aguas grises en la quebrada.
Según Figueroa, la mayoría son aguas de usos domésticos que las personas instalaron las tuberías y todo eso sale a la quebrada; el juez les ordenó que las dos instituciones trabajen en levantar un diagnóstico.
“Aquí en La Unión y a nivel nacional la mayoría de las comunidades de los barrios vierten las aguas residuales a las calles o a las quebradas, esto a largo tiempo viene a generar un gran problema de salud ambiental, de enfermedades generadas por la transmisión de vectores”, agregó Figueroa.
Fuentes extraoficiales de la región oriental del Minsal manifestaron que los inspectores de saneamiento ambiental habían iniciado a trabajar luego de la notificación del juzgado, aunque, aseguraron que el vertido de las aguas servidas sin ningún tratamiento, es un problema de contaminación en las comunidades ubicadas a orillas de las quebradas y de la bahía.
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