El ciclista de acero de Tonacatepeque

El veterano ciclista cruza el puente Colima en los límites de los departamentos de San Salvador y Chalatenango. Escaparse en dos ruedas para disfrutar el paisaje y de la libertad es uno de los motivos que mantienen a Luis Felipe en la ruta.

descripción de la imagen
A pesar de su avanzada edad siempre su mayor pasión es salir a “bicicletear” muchos kilómetros. Foto / René Estrada

Por René Estrada

2018-08-26 6:33:41

Luis Felipe Fuentes Castaneda, de 89 años de edad, originario del municipio de Tonacatepeque, en San Salvador, es un apasionado ciclista. A pesar de su edad, siempre sale a “bicicletear” muchos kilómetros. Una de sus rutas preferidas es la carretera que une a su ciudad natal con el municipio de Chalatenango.

Fuentes Castaneda tiene tres bicicletas que lo han acompañado desde su juventud, les ha dado buen mantenimiento y puede confiar en ellas, tanto que cuando sale de paseo elige a cualquiera y sabe que no le van a fallar, sin importar hasta dónde vaya.

La ruta de más de 70 kilómetros entre Tonacatepeque-Chalatenango es una de sus preferidas. Foto / René Estrada

Sus rutas las hace sobre todo los domingos. Sale a las 6:00 de la mañana; se coloca sus lentes de ciclista, casco, calzoneta y una colorida camiseta.

El recorrido es de, aproximadamente, 72 kilómetros para llegar a Chalatenango.

LEER MÁS

Jesús Flores, más de 50 años de elaborar canastos de bambú

Aprendió el trabajo de hacer canastos de bambú, en su época de juventud. Le enseñó un amigo.

En su viaje hace una importante parada en Aguilares, donde desayuna siempre en una pupusería. Pide dos pupusas revueltas y café. Se tarda unos 20 minutos para ingerir los alimentos y luego retoma el rumbo.

En su viaje disfruta de los paisajes de la naturaleza.

Luis Felipe llega a su meta frente a la iglesia de la ciudad de Chalatenango. Foto/ René Estrada

A cada pedalada que da, avanza firme, sin que le detengan los dolores en las manos, atacadas por la artritis y los años.

Fuentes Castaneda se jubiló hace 20 años. Fue custodio. Es padre de nueve hijos, dos de ellos ya murieron.

LEER MÁS

San Pedro Perulapán celebró su cuarto Festival del Tamal

Durante la actividad hubo más de 17 variedades de tamales entre ellos el nixtapite y ticucos.

Cuenta que de niño nunca pudo tener una bicicleta. Aprendió ya de “viejo” y a “puros empujones” porque nadie le enseñó.

Pero tenía un gran deseo montar una bicicleta para realizar su anhelo de infancia.

Para sofocar el calor se refresca el rostro con agua mientras realiza la ruta. Foto/ René Estrada

Al principio alquiló una en Mejicanos, donde antes vivía. Pagaba cinco centavos de colón por cada 15 minutos que la utilizaba. Luego se mudó a Tonacatepeque, ahorró y pudo compra una bicicleta.

En su carrera como ciclista aficionado ha participado en varios eventos como en las conocidas Jugadas del Dr. Ayala, que consisten en una bicicleteada en la ciudad de Guatemala, así como también ha asistido a campeonatos amateur en Santa Tecla.

Luego de una hora de viaje, Luis Felipe hace una parada para desayunar pupusas y café en Aguilares. Foto/ René Estrada

Pero no todo ha sido “color de Rosa”.

En el año 2012, en un viaje que hacia a La Palma, al norte de Chalatenango, una mototaxi se estrelló con él y a raíz de ese percance se le quebraron dos dedos de la mano derecha y le colocaron “un clavo” en el hospital. En el accidente fue en la zona de Guazapa.

También narró que cuando viajaba al cantón Apulo, en Ilopango, en el año 2014, le robaron una bicicleta y dinero. El asalto fue en la zona del turicentro.

LEER MÁS

San Lorenzo deleitó a los turistas con la fiesta del loroco

En la celebración participaron 40 productores locales de loroco. Cada año el festival atrae a más turistas.

Hace 20 días se cayó de su bicicleta en el lugar conocido como La Loma en Guazapa. Se le barrió la llanta trasera.

Sin embargo, manifestó que este incidente no lo detendrá por el amor a su deporte preferido, que es parte de su vida, “mientras yo viva las bicicletas estarán conmigo … dijo Fuentes Castaneda, el aiclista de acero.

Sus manos sufren deformaciones por la artritis que le causa algunos dolores, pero que no lo detienen. Foto/ René Estrada