Ayer hubo un intenso sol en el Campo Santa María la Antigua, en la Cinta Costera de Panamá; pero sus fuertes rayos no desanimaron a 11 ahuachapanecos que optaron por llegar desde muy temprano al sitio, a la espera del vía crucis, adonde también asistió el Papa Francisco.
Se apostaron a 50 metros de la tarima destinada al Pontífice y armaron una improvisada carpa para protegerse de los rayos solares, que no opacaron la felicidad de los jóvenes que tenían la tercera oportunidad de verlo desde su llegada a dicho país, para la XXXIV Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Una sábana fue amarrada en sillas y en objetos que ayudan a la señalización del sitio, para esperar el inicio del evento programado para las 4:30 de la tarde, hora de El Salvador.
“No tener miedo”, el mensaje que impactó a los peregrinos salvadoreños
Los peregrinos salvadoreños han puesto atención a cada palabra pronunciada por el Papa Francisco, durante su intervención en el JMJ, en la capital panameña.
Susana Galicia relató que prefirieron llegar a las 9:00 de la mañana, debido a que un día antes se les dificultó ingresar a la Ceremonia de Acogida y Apertura por la cantidad de peregrinos que asistieron.
Pero llegar temprano valió la pena en esta jornada que les ha marcado la vida, contó Roxana Arely Salguero Magaña.
“Las veces que he visto al Papa he llorado. Se siente una sensación inexplicable”, relató la joven.
Además, dijo que los panameños los han recibido muy amenos porque cuando van en las calles les gritan ¡Bienvenidos a Panamá! y corean ¡El Salvador, El Salvador, El Salvador…!
La emoción que ellos han experimentado se extendió, incluso, a los lugareños que no han tenido la oportunidad de ver a Francisco, pero que se contagian de dicha sensación en los relatos que los salvadoreños les hacen.
Al filo de las 4:30 de la tarde, hora local, el vía crucis inició.
Para ese momento, los salvadoreños que acompañaban a Susana habían optado por mojar sus cuerpos en surtidores instalados en la calle, pues el calor era sofocante.
Papa insta a los jóvenes a la unidad y renovar la Iglesia
Francisco ofició su primera misa masiva en la XXXIV Jornada Mundial de la Juventud (JMJ ), encuentro que inició el martes y terminará el domingo en Panamá.
En el vía crucis, celebrado en la Cinta Costera de la ciudad de Panamá, ante 400,000 personas, según la organización, se reflexionó y rezó por temas que afectan a Centroamérica, como la inmigración, la violencia, el rechazo de los indígenas o las catástrofes naturales.
Las meditaciones fueron escritas por la directora de la Pastoral de la Arquidiócesis de Panamá, la hermana Rosemary Castañeda.
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Ante la atenta mirada del Papa Francisco, cada estación fue presentada por un país latinoamericano y sus representantes leyeron las meditaciones y llevaron la cruz, todo ello acompañado por las coreografías de bailarinas vestidas de blanco y música.
La primera estación estuvo a cargo de Honduras, con la meditación sobre la “vocación y discernimiento”, mientras que la Iglesia de los mártires estuvo representada por El Salvador.