Un día que aparentaba ser normal en el trabajo para don Carlos Horacio Romero Domínguez, de 46 años, quien a pesar de su experiencia como camionero, por primera vez iba a conducir una rastra, sin saber que sería su último viaje por el accidente que ocasionaría su muerte, al ser impactado por un camión, en el kilómetro 23, de la carretera Troncal del Norte, en Guazapa.
Una maniobra equivocada por parte del motorista del camión de carga liviana habría sido la causa del impacto frontal con la rastra. En cuestión de segundos, el camión quedó volcado a mediación de la vía y la rastra se precipitó en un barranco a la orilla de la carretera, quedando atrapado entre los hierros de la cabina, el conductor, Carlos Horacio Romero Domínguez.
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Las víctimas que viajaban a bordo del camión, eran dos jóvenes, entre ellos, Saúl Alexander Castillo Alas, de 19 años, quien hacía poco había comenzado a laborar y cada mañana junto a su compañero llegaban a unas bodegas en San Salvador. Luego recorrían el país repartiendo materiales para ferreterías. Ayer no fue la excepción y a las 2:10 que ocurrió el siniestro vial, se dirigían a su trabajo para entregar turno.
Ambos jóvenes resultaron con múltiples lesiones, entre las cuales se detallaron: fracturas en piernas y brazos, así como también, golpes en la cabeza.
Pocos minutos habían pasado cuando llegaron los cuerpos de socorro para brindar atenciones médicas a los pacientes y rescatar al conductor. Pasaron en medio de decenas de transeúntes, quienes observaban con impacto, los hechos. La llegada de los socorristas dio una esperanza para los heridos.
"Los compañeros de Cruz Roja Guazapa atendían al más grave, el motorista del camión, a quien rápidamente movilizaron al ISSS de Apopa, mientras que nosotros verificamos los signos vitales del motorista de la rastra, quien lastimosamente yacía inerte sobre los montes del barranco donde se precipitó", contó un socorrista de Cruz Verde Aguilares.
Mientras que el joven Alexander Castillo, fue trasladado de emergencia a la Unidad de Salud de Guazapa, ya que su presión arterial estaba bajando rápidamente. "Gracias a Dios lo entregamos estable", afirmó uno de los socorristas que lo atendieron.
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Lo más difícil y doloroso para los cuerpos de socorro que a diario luchar por salvar vidas y burlar la muerte, fue recuperar el cuerpo sin vida de don Carlos Horacio Romero Domínguez, originario de Ayutuxtepeque. Un trauma craneoencefálico y varias arterias rotas fueron la causa de muerte del señor, según un reporte de Cruz Verde Salvadoreña.
46
Años tenía Carlos Horacio Romero, víctima mortal de un choque frontal entre una rastra y un camión.
Junto al cadáver de don Carlos Horacio, se encontraba un vigilante, quien quedó "vivo de milagro", ya que viajaba como acompañante en la rastra, pero solo resultó con lesiones leves. Sin embargo, la tristeza lo invadía, por no haber podido salvar a su compañero.
