La iglesia oculta en El Hormiguero, una joya de piedra en Comacarán
Un templo construido en 1918, con piedra de mina y sin repello, guarda el legado arquitectónico de un pequeño cantón de San Miguel.
Por
Marcella Palacios
Publicado el 19 de septiembre de 2025
La iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, ubicada en el cantón El Hormiguero de Comacarán, San Miguel, fue construida entre 1909 y 1918 con piedra, ladrillo y materiales provenientes de minas locales. Su fachada sin repello revela las técnicas constructivas de la época y ha resistido el paso del tiempo. El templo es el símbolo principal de la comunidad y conserva elementos históricos como un confesionario centenario y dos campanas italianas. Para llegar, se recorren 30 kilómetros desde San Miguel por la ruta Militar. Es un destino poco conocido que combina historia, arquitectura y espiritualidad en un entorno rural.
La iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, ubicada en el cantón El Hormiguero, en Comacarán, San Miguel, es un templo construido en piedra y ladrillo que data de 1918. Su fachada sin repello revela técnicas arquitectónicas utilizadas hace más de un siglo, con materiales que, según versiones locales, fueron extraídos de las minas de oro y plata que operaron en la zona a inicios del siglo XX.
El edificio, considerado el símbolo principal del cantón, se levanta en un terreno donado en 1909 por Emilio González, antiguo propietario de estas tierras. La obra tardó nueve años en completarse, aunque según testimonios comunitarios, nunca se terminó por completo debido a la falta de recursos. Aun así, la estructura ha permanecido en pie durante más de cien años, soportando sismos, lluvias y el paso del tiempo.
El templo fue edificado por trabajadores de la empresa estadounidense Comacarán Gold Mining Co., que en esa época operaba seis minas en la zona. La compañía también aportó fondos para la iglesia, lo que explicaría el tamaño del templo, que contrasta con el pequeño número de habitantes del cantón.

Piedra, memoria y proporciones únicas
La fachada destaca por su equilibrio visual y la textura creada por el uso de piedra caliza labrada, canto rodado y ladrillo de barro. En la parte superior sobresale una cruz hecha de ladrillo que, según especialistas, fue diseñada para ser repellada, aunque el acabado nunca se aplicó. Los campanarios están bien conservados y uno de ellos mantiene un antiguo pararrayos de acero.
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Dos campanas cuelgan en el campanario: una llamada Santa María y otra Conchita. Ambas fueron fundidas en Italia en 1947 y llevan grabada esa fecha en el borde de bronce.
En el interior, la luz solar entra de forma tenue y permite apreciar las vigas de madera que sostienen el techo. Las paredes, sin decoración, muestran rastros del paso de murciélagos, pero para los feligreses lo esencial es el valor espiritual del lugar. La imagen de la Virgen de Guadalupe en el altar mayor fue colocada allí antes de finalizar la obra y no ha sido movida desde entonces. También se conserva un confesionario que, según la comunidad, tiene más de cien años.
Una historia oral local sostiene que en el piso de barro del templo quedó estampada la huella de una niña llamada Guadalupe González, hija del donante del terreno. Los pobladores aseguran que la iglesia fue construida en su honor, como cumplimiento de una promesa a la Virgen.

Cómo llegar y qué esperar en tu visita
La iglesia se encuentra a aproximadamente 30 kilómetros de la ciudad de San Miguel. Para llegar, se toma la ruta Militar y luego el desvío hacia Comacarán. Desde el casco urbano, se recorren tres kilómetros adicionales hasta llegar al cantón El Hormiguero. El acceso es posible en vehículo, y también es una ruta popular entre motociclistas y ciclistas que buscan destinos rurales.

Además del valor arquitectónico del templo, la zona alberga un sitio paleontológico de interés nacional, donde se han encontrado restos de fauna prehistórica como perezosos gigantes, armadillos gigantes, mastodontes y bisontes.
Recomendaciones para el visitante:
- El ingreso al templo no tiene costo, pero es importante ser respetuoso con el espacio religioso.
- Visitá durante el día, preferiblemente en la mañana, para aprovechar la luz natural.
- Consultá en la comunidad sobre guías locales o personas que puedan contar la historia del templo.
- El acceso por carretera es rural; se recomienda verificar el estado del camino si vas en época de lluvia.
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