San Salvador hacia arriba, inversión privada apuesta por torres de 35 pisos

Según Enrique Cea, arquitecto y docente de la Universidad Dr. José Matías Delgado, los desarrolladores locales como internacionales han identificado en el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS) un mercado atractivo de inversión para la construcción de torres, motivados por la creciente demanda de vivienda moderna, bien ubicada y con estándares urbanos más altos.

Demanda en alza, oferta aún limitada

El auge de la inversión en construcciones verticales responde directamente a un crecimiento sostenido de la demanda habitacional. Esta tendencia ha sido impulsada por compradores locales, salvadoreños en el exterior e inversionistas que, en los últimos cinco a seis años, han dinamizado significativamente el mercado inmobiliario.

“Aunque el enfoque principal sigue siendo el segmento de ingresos medios y medios-altos, ya empiezan a desarrollarse proyectos en altura accesibles para sectores que tradicionalmente estaban excluidos de este modelo, especialmente en zonas periurbanas del norte del AMSS”, explicó Cea.

Este fenómeno marca una democratización del producto vertical, que abre oportunidades de expansión inclusiva dentro del mercado.

Factores clave del auge vertical de inversión

Entre los principales impulsores de esta tendencia se destacan:

• Escasez de suelo urbano: La disponibilidad de terrenos en zonas céntricas es cada vez más limitada y costosa, lo que hace más viable construir hacia arriba que extender la ciudad horizontalmente.
  
• Atracción por la centralidad y conectividad: La ubicación sigue siendo un factor decisivo. La cercanía a servicios, comercio, centros de salud y nodos de movilidad influye directamente en la decisión de compra.
  
• Transformación demográfica: Jóvenes profesionales, familias pequeñas y adultos contemporáneos priorizan opciones habitacionales alineadas con un estilo de vida urbano, conectado y funcional.
  

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Un perfil de producto redefinido

Las unidades más comercializadas actualmente son las torres de 35 pisos y de una o dos habitaciones, enfocadas en personas solas o parejas jóvenes. Sin embargo, también existen ofertas dirigidas a familias tradicionales, con apartamentos de hasta tres habitaciones.

El diseño arquitectónico ha evolucionado más allá de lo estético: se privilegian la funcionalidad, la iluminación natural, la ventilación cruzada y los espacios flexibles. Además, se incorporan amenidades clave como coworkings, terrazas, áreas pet-friendly y vistas privilegiadas, especialmente hacia el norte, donde se aprecia el volcán de San Salvador.

Las cinco torres que ya están cambiando el skyline capitalino

El cambio en la ciudad ya es tangible. A continuación, un repaso de cinco de los principales proyectos de vivienda vertical que actualmente están en marcha en San Salvador:

• Torre Arela – San Benito: Con 35 pisos, será una de las más altas del país. Desarrollada por Calidad Inmobiliaria, incluirá 31 niveles habitacionales y seis de parqueo, además de una terraza panorámica. El proyecto inició en abril de 2025 y se entregará en 2029.
• Studio 89 – Colonia Escalón: Con una inversión de $20 millones, este edificio de 17 niveles y 101 apartamentos incluirá rooftop, coworking y gimnasio. Lo impulsa el grupo Agrisal en la calle El Mirador.
• Avitat Unique – Juan Pablo II, Escalón: Esta torre de 15 pisos con 85 apartamentos es parte de un plan mayor de $40 millones por parte de Inversiones Bolívar. Se prevé su entrega entre finales de 2025 e inicios de 2026.
• IKON y Capitello 26 – Colonia San Francisco: La desarrolladora 3 Torres está construyendo IKON, un edificio de 48 apartamentos dúplex (dos niveles) ubicado en la Colonia San Francisco, con una inversión de aproximadamente $10.6 millones. El proyecto inició en junio de 2025 y tiene programada su entrega a los inquilinos en el segundo semestre de 2026.
• Proyecto Alpha Inmobiliaria – Colonia Escalón: La firma anunció una inversión total de $200 millones en ocho proyectos, incluyendo un complejo de tres torres, una de ellas de 35 niveles. Ya se construye el edificio 8VII Homes-Heritage, con 18 pisos, cuya entrega está prevista para fines de 2025.

Según la Oficina de Planificación del Área Metropolitana de San Salvador (OPAMSS), al menos cinco torres de más de 35 niveles se encuentran en trámite, con una inversión conjunta que podría superar los $750 millones.

Rentabilidad y plusvalía: datos clave para inversionistas

El equilibrio entre la compra para vivienda y la compra como inversión se mantiene estable, impulsado en parte por plataformas digitales y el auge del alquiler a corto y mediano plazo en formatos turísticos, ejecutivos y corporativos.

“El Salvador aún no cuenta con un índice estandarizado de rentabilidad inmobiliaria, pero analistas del sector estiman que los apartamentos pueden alcanzar una plusvalía anual entre el 5% y el 8%, e incluso hasta un 10 % en casos de alquiler corporativo o diplomático”, agregó Cea.

Proyecciones de crecimiento

El sector proyecta un desarrollo aún más dinámico. Según Cea, en los próximos tres años podrían lanzarse entre 15 y 25 nuevos proyectos residenciales verticales. En un horizonte de cinco años, el inventario actual podría incluso duplicarse, siempre que se mantenga la estabilidad política, económica y jurídica del país.

Por su parte, la Cámara Salvadoreña de la Construcción (CASALCO) confirma que, solo en el AMSS, ya se han activado proyectos habitacionales —principalmente edificios de apartamentos— con una inversión estimada entre $2,500 y $2,600 millones hacia 2025. El crecimiento anual del sector supera el 8%.

“El Banco Central de Reserva (BCR) nos ha brindado datos oficiales, los cuales reflejan que en el primer trimestre del año 2025 hemos crecido, pero la proyección apunta a un cierre del año con un crecimiento del 17.3% en inversiones. Si lo comparamos con el mismo periodo de 2024, este es un gran paso”, explicó el Presidente de la gremial, José Velásquez.

Desafíos: conectividad urbana y sostenibilidad

El auge de la vivienda vertical plantea también nuevos retos urbanos. Es necesario repensar la ciudad, especialmente en términos de transporte público eficiente, integración de espacios públicos de calidad, seguridad urbana equitativa y procesos de aprobación más ágiles.

En materia ambiental, aunque algunos desarrollos ya incorporan paneles solares, sistemas de captación de agua y materiales sostenibles, aún no existe una normativa obligatoria que regule la construcción sustentable. Iniciativas como la norma HOUSE o las certificaciones LEED son avances importantes, pero requieren mayor institucionalización y cumplimiento.

Una oportunidad de inversión que se eleva

La vivienda en altura en San Salvador no es solo una tendencia pasajera: representa una transformación urbana estructural. La verticalización permite manejar la densidad poblacional con más orden y mejorar la calidad de vida en un entorno urbano cada vez más exigente.

Mientras la demanda supere a la oferta y las políticas urbanas acompañen con visión de largo plazo, las torres de apartamentos seguirán siendo uno de los motores más sólidos del mercado inmobiliario salvadoreño.