Nunca es trillada la frase que el fútbol es más que eso. Y que siempre el deporte sorprende con historias particulares y únicas. Eso sucedió con un técnico que estuvo en el fútbol salvadoreño y ahora milita en Guatemala.
Se trata de Ramiro Cepeda, quien dirigiera equipos como Atlético Marte, Alianza FC o L.Á. Firpo, y ahora está al frente del Antigua de Guatemala, en la liga profesional chapina. El DT argentino protagonizó una historia de esas que solo el fútbol puede regalar.
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Y es que Cepeda conoció al pequeño niño Oseas Guerra cuando aquel era la mascota del equipo Petapa, a los seis años. Sin embargo, 10 años después, lo ha hecho debutar como profesional en el Antigua GFC, en la Liga Nacional (Primera de ESA), con 16 años.
Se conocieron y se tomaron una fotografía que ahora no solo pasa del recuerdo al presente, sino que se queda como marco de una historia particular. Cepeda metió a Guerra a jugar ante Iztapa, en el triunfo del debutante juvenil, Ramiro y su equipo por 5-2. Un alegría tanto para el timonel como para el jugador, quien así se lo dedicó al final del juego a su madre, como lo dijo en una entrevista a ESPN.
"Muy contento. El torneo pasado, debutó Saúl Sagastume, con 14 años; y ahora, debutó Oseas Guerra, con 16. Da mucha satisfacción darle la oportunidad a chicos muy jóvenes, que son el futuro de nuestro fútbol", comentó Cepeda sobre la oportunidad de hacer debutar juveniles.
Sobre si cuando debutó el jugador recordaba la historia de la foto y el chico como mascota, Cepeda comentó: "Sí, por supuesto. Fue un chico que traje al club para este torneo. Fue goleador en Tercera División, y es parte de la Selección Sub 17".
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"Lo conocí de muy chiquito, cuando dirigía el Deportivo Petapa, y gracias a las redes sociales, donde su familia compartía su evolución como futbolista, pude darle seguimiento y traerlo a Antigua GFC", reconoció el DT, quien con esto confirmó que nunca perdió de vista a Guerra.
Sobre si el jugador le dijo algo al extécnico de Alianza y Firpo, o qué sucedió, se sinceró: "Está muy feliz y agradecido. El abrazo post-partido y el 'gracias por haberme cumplido un sueño' son de las cosas más lindas que te quedan en esta profesión".
De este modo, esta se convierte en esas historias como pocas que da el fútbol, pero que siempre existen y trascienden. Si significa algo para Ramiro Cepeda como DT, y si motiva a seguir dando oportunidades a más jóvenes, el argentino expresó que es importante abrir estas puertas en el fútbol profesional.
"La verdad que sí, una historia muy linda. El destino tiene cosas increíbles ya marcadas, y hay que disfrutarlas y agradecer a Dios permitirnos ser parte de ellas", indicó.
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"Desde mi debut como entrenador, allá por el 2008 en Atlético Marte, siempre ha sido una constante darle la posibilidad a jóvenes con talento, sin importar la edad, y abriéndoles un camino para cumplir sus sueños. Me han demostrado muchos de ellos que no me equivoqué, y han tenido carreras muy interesantes", resumió.
Finalmente, si ya antes le había pasado una situación igual de que un niño mascota o bolerito lo hiciera debutar profesional o si es la primera vez, Cepeda no dudó en aceptar que no. Así que fue una primera vez para el recuerdo eterno.
"La verdad que no. Nunca hubiera imaginado que ese chico que se sacaba fotos como mascota del equipo conmigo, hace tantos años, iba a ser futbolista y me iba tocar hacerlo despuntar en Primera División a mí", cerró. Una historia de lujo y especial.