Nunca es suficiente ganar algo para el fisicoculturista salvadoreño Yuri Rodríguez. No. Y en el Campeonato C.A. y del Caribe de Aruba lo demostró.
A los cuatro oros que ganó este sábado, sumó tres preseas más: dos doradas más y una plata. Un segundo lugar que bien pudo ser primero, pero que -a la postre- Yuri sintió "alivio" por no ganarlo. Su cuerpo estuvo en la élite y, de paso, El Salvador terminó cuarto por puntos con 154, gracias a la mayor parte de su trabajo.
Sus metales dominicales los consiguió en Master Bodybuilder Open class 40-49 y Campeón Absoluto Master Bodybuilder Open class, para los oros; y subcampeón en Bodybuilder hasta 85kg (segundo lugar, plata). Todas las preseas tuvieron un significado grande para el nacional.
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Estas tres de este domingo, se sumaron a las sabatinas, de la jornada uno del certamen: en Master Clasic Bodybuilder 40-49, Físico Clásico más de 175 cm, Campeón Absoluto Físico Clásico, Primer Lugar Clasicc Physique más de 175 cm. Un logro único para El Salvador.
A esto, por si fuera poco, le agregó que ganó dos tarjetas Proelit Card, algo único ganado por un salvadoreño. Por eso, el también campeón Panamericano 2019 deja más historia en su deporte.
A CANCHA, Rodríguez externó su sentir, incluso lo dijo "con un nudo" en la garganta "y ojos aguados" (con lágrimas), y dejó claro, de entrada, la filosofía que siempre tuvo durante toda su preparación. Una pregunta aplicada a la vida y que impulsa a lograr el éxito, sobre todo en un año difícil en el que ha vivido la experiencia de que iba a ser desalojado de su vivienda.
"Cada día que dolía mucho, que no soportaba el cardiovascular, cada día que la dieta se ponía tediosa, siempre me preguntaba: '¿Qué haría el campeón?'. Luego, ya en la competencia, cómo duelen los músculos, después de tirarse tres categorías y pelear tres campeones absolutos".
"Me siento destruido. Me duele cada uno de mis músculos, me estoy incluso acalambrando (la noche dominical). Estoy consumiendo ya minerales, líquidos, y un poco de comida para recuperarme. Voy a descansar bastante", dijo el múltiple campeón.
Además, contó de la competencia y su inspiración: "Cuando ya no aguantaba y me temblaban las piernas, antes de subir a la tarima, solo me preguntaba: '¿Qué haría el campeón?'. Y se agarra fuerzas, para volverse a subir y echarle ganas, apretar, apretar, y ganar", se sinceró.
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"(Esto es) Nunca antes logrado. Pasaron desde el 2014, de aquel amargo Caribe, nueve años para poder alcanzar una medalla de oro en este CAC. Pero no fue una, fueron seis, entre ellas dos Absolutos", recalcó Yuri.
"Y comparto mi frase motivacional resucitada: '¿Qué haría el campeón?'. Eso me lo estuve preguntando toda la preparación y durante la competencia", declaró el atleta nacional.
Rodríguez comentó que, originalmente, para el sábado, solo estaba inscrito en dos categorías, pero apareció en tres. Y le hizo frente, aunque eso iba a significar un "desgaste" en su físico. Pero tuvo el fruto de más medallas doradas. Al final, estuvo sorprendido de "cómo suceden las cosas".
En la jornada dos, tras ganar el sábado, hizo "como en el Mundial: guardar las medallas, y borrón y cuenta nueva". "Son más duras las categorías, es decir que estaba con mejor definición, proporción, simetría, buen desempeño escénico, guerreando hasta el final. Tenía miedo de no poder terminar y fue genial concluir", aceptó.
Ahora, el objetivo será el Mundial. Espera que estaba base en su cuerpo del CAC se mantenga, para llegar a un nivel "nunca antes visto" en el "cuerpo" de Yuri. Igual, pasará por el Arnold Sport, en Madrid, España, y todo espera siga siendo en un nivel alto.
Yuri acepta que "en el país se celebran mediocridades, y no lo realmente importante" en el deporte, por lo que espera sea valorado su éxito actual. Y pueda ir con lo mejor para cerrar de gran manera el año.
"La frase de '¿qué haría el campeón?' es como una filosofia de vida, para que visualicemos lo que tenemos que hacer para alcanzar el éxito en nuestras vidas, en nuestras metas, en nuestros sueños, en nuestros objetivos", expresó Rodríguez.