Lejos de los problemas dirigenciales, una constante en la vida del fútbol salvadoreño, la Selecta vive un microclima renovado tras el cambio de entrenador. Esto tiene que ver, sobre todo, porque se renovó con aire fresco un ambiente que no era el mejor, un clima tóxico que provenía hasta desde la misma Federación a veces convertida en el “enemigo íntimo”.
Solo recordar que un dirigente pidió la cabuda para pagarle la indemnización a De los Cobos lo dice todo. O el escándalo de los jugadores y premios que dejó sin piezas clave al equipo a días de iniciar la eliminatoria.
OPINIÓN: Siete goles, diferencia lógica para la Selecta
Hoy todo parece mejor. Hugo Pérez tuvo la suerte de debutar con el peor equipo del grupo -y una de las tres peores selecciones del mundo-. Cumplió y asentó al equipo con goles. Después, también se resolvió bien contra un rival más serio como Antigua y Barbuda, que puso en aprietos a la Selección -cabezazo en el poste, salvada en la línea- pero se resolvió también con contundencia en el final. Un sistema de juego aceitado y la constancia de siempre buscar el arco de enfrente es positiva.
El nuevo entrenador metió mano en el equipo y le fue bien. Gran acierto el de sumar a su sobrino Joshua Pérez (ex Fiorentina, hoy en Ibiza del ascenso español): aporta creatividad, frescura, irreverencia; en definitiva, lo que necesitaba el equipo.
También fue buena la presentación de los otros legionarios como Eriq Zavaleta (Toronto FC, MLS) y Walmer Martínez (Hartford, USL), ambos con cualidades que ilusionan a pesar de tener enfrente rivales menores. Apostó a Mario González como arquero, recuperó a un lateral como Alex "Cacho" Larín, le renovó la confianza a Darwin Cerén. El trío albo el albo Tamacas-Marvin-Cabrita sigue siendo vital y la Selecta no se puede dar el lujo de no contar con ellos, como sucedió con los dos últimos en los juegos previos.
"Tonygol" Rugamas está dulce con el arco, en racha casi inédita para delanteros en los últimos años de la Azul. La gran sensación, Enrico Hernández, deberá esperar para su debut mayor en la Selecta, ya que fue descartado también para Copa Oro, aunque sigue los partidos como el más fanáticos desde la ciudad de Arnhem, Países Bajos. En el debe del equipo anotamos la mala racha de Nelson Bonilla de cara al arco rival y desinteligencias a la hora de retroceder en defensa mostradas ante los antiguanos.
La personalidad de Hugo Pérez también se ve en los detalles: no cedió a la presión y no convocó a Fito Zelaya por su estado físico. Dejó afuera a Dustin Corea (campeón con FAS) por no llegar a tiempo a la concentración. Ante los retrasos en los vuelos, se fue desde el aeropuerto a entrenar al Cuscatlán. Y ahora viajarán en vuelo chárter a San Cristóbal y Nieves. Solo recordar que en el proceso anterior, los federativos hicieron jugar (y perder por goleada) un amistoso ante EE.UU. sin un entrenamiento previo con todo el equipo.
Se viene San Cristóbal y Nieves, el sorpresivo equipo que dejó afuera a Trinidad y Tobago de este repechaje, pero que siempre aparece como inferior a la Selecta, en los papeles. Con un delantero peligroso como Omari Sterling-James que juega en Inglaterra (no en el City si no en el Kidderminster de la Sexta División) y Romaine Sawyers (este sí, del West Bromwich, que acaba de descender de la Premier) como cartas de presentación, presenta un nivel superior a los rivales pasados, pero la Azul siempre es el candidato lógico a meterse en el octogonal, donde los rivales serán ‘otro pisto’. Ese lugar que la Concacaf, recordemos, le quitó de manera arbitraria e improcedente. A mantener la cautela y paso a paso. El viento sopla a favor; que ninguna tormenta lo desvíe.
