La Selecta cumplió con su rol, con lo que tenía que hacer en la cancha. Ni más ni menos que eso. No había otra opción que golear con contundencia a un débil rival que, según el ranking FIFA, es de las peores selecciones del mundo (ubicada en el puesto 207 de un total de 210 selecciones). Siete goles, diferencia lógica de niveles.
Claro, más allá de la previsible goleada, el partido tenía otras connotaciones por la llegada del nuevo entrenador y la presentación de jugadores jóvenes y sin rodaje en la selección mayor. Sin embargo, y ante un rival como este, no se pueden hacer demasiados análisis; sería como el recordado 12-0 a Anguila en la primera etapa de De los Cobos.
La Selecta vendrá contra el tiempo tras quedar varada en el Caribe
Si se puede hablar de contundencia en la parte final del juego y lo que dejan los números: la quinta mayor goleada de la historia, el triplete de Tony Rugamas llegando desde la banca, los cinco goles en los últimos 15 minutos.
También, y siempre teniendo en cuenta que enfrente estaba Islas Vírgenes, dejaron buenas sensaciones el debut los ‘legionarios’ Eriq Zavaleta (el sorprendente subcapitán) y Joshua Pérez. De Monterroza y la Cabrita Portillo está de más mencionar su importancia y lo bien que le hubieran venido al equipo en la doble fecha anterior.
El propio entrenador Hugo Pérez lo dijo tras el partido: “Aún no hemos hecho nada”. Lo peor que podría pasar es entrar en triunfalismos falsos por los siete goles. Mañana habrá otra prueba ante un rival más exigente que el del sábado, aunque la lógica siempre indica que El Salvador debe ganar.
Así llegaría al duelo decisivo frente a la sorprendente San Cristóbal y Nieves también como candidato a pasar al octogonal. A seguir cumpliendo, como el sábado.