Con los recuerdos a flor de piel por el cincuentenario del Mundial ‘70, el primero de El Salvador en la máxima cita, afloran también los disparates dirigenciales de quienes comandaban la Federación de fútbol en aquella época. Queda claro que, tanto en la clasificación mundialista a México 70 como a España 82, se trató de un grupo de “generación espontánea” extraordinarios jugadores y se logró el boleto no “gracias” a los directivos de la Fesfut sino “a pesar” de ellos.
Enumeremos algunas cuestiones básicas que chocaron contra el sentido común y que hicieron los federativos tanto en el 70 como en el 82.
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En 1970, a menos dos meses del Mundial no había entrenador y luego, convocado Hernán Carrasco Vivanco, le “pidieron” que no convoque a los jugadores que habían clasificado al Mundial. Insólito. Los enviaron a concentrar en México ¡a un motel!
En 1982 , bajaron a dos jugadores del plantel (de 22 a 20) para que pudieran viajar más federativos, el equipo tardó tres días en llegar a España, sobre el partido del debut. Etcétera y muchos etcéteras. Pena ajena. Encabezaban aquellas directivas el coronel Mario Guerrero en 1970 y Félix Mayorga Castillo en 1982.
En ambos mundiales, los viáticos para los jugadores eran miserables, no se entrenaba en canchas dignas, faltaban pelotas, uniformes.
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Hoy, esos escándalos en un Mundial serían impensados. Pero los dirigentes actuales, quienes habían prometido no reelegirse, no han dado ninguna señal mejora en los temas de Selección y los procesos son cortados frecuentemente. Una deuda ya es eterna:Fuerzas básicas. Como bien lo dice ‘Don Hernán’:“Hace 50 años que estoy dejando recaditos y hasta la fecha nadie hizo caso”.
Federativos de ayer y hoy: no tan distintos.