En el ocaso de otra fallida eliminatoria mundialista pero con la nostalgia a flor de piel tras haberse codeado con los mejores de Concacaf, la Selección de El Salvador juega esta tarde su último partido en casa de la Octagonal hacia Qatar 2022, aún a la espera de una generosa respuesta de su público para esta cita, frente a una embalada escuadra de Costa Rica que nuevamente se juega una final en el Cuscatlán para acceder al Mundial.
En los últimos nueve meses, por el césped del Cuscatlán han desfilado las siete selecciones mejor posicionadas de la región, con resultados variopintos. Doblete de empates sin goles en septiembre ante Estados Unidos y Honduras; triunfo ante Panamá (1-0) y derrota ante México (0-2) en octubre, chasco en noviembre ante Jamaica (1-1) y nuevo revés ante la líder Canadá en enero (0-2), para terminar esta tarde contra una “Sele” que lucha por seguir dependiendo de sí mismo en este cierre de eliminatorias.
Costa Rica viene de asestar un fuerte coletazo de vida a Canadá en su feudo (1-0), consumando así una memorable remontada de cinco puntos en las últimas cinco jornadas. Tras arrancar la segunda vuelta en quinto lugar, hoy es cuarta y ocupa la plaza de repechaje intercontinental, y supera a Panamá por diferencia de un punto que buscará ampliar esta tarde a cuatro unidades, con combinación de resultados de por medio, para tratar de dejar casi muertos a los canaleros.
“La Sele” que capitanean Keylor Navas y Bryan Ruiz aterrizó ayer por la tarde en El Salvador, sin guardarse nada y con la única baja de su defensa Ronald Matarrita, lesionado en el último choque. Esta generación ya conoce lo que es acudir al Cuscatlán necesitada de puntos para seguir soñando con el Mundial, cuando en 2009 estropeó su panorama en la hexagonal rumbo al Mundial de Sudáfrica con la mítica derrota por 1-0 a manos del exdelantero cuscatleco Rudis Corrales, con gol al 90’.
Tres años más tarde, en la cuadrangular previa a la fase final hacia Brasil 2014, Costa Rica devolvió el favor y se impuso también por la mínima en el Cuscatlán, impidiendo que El Salvador volviese a soñar con el Mundial en esa oportunidad.
Sin sorpresas
Esta tarde, no habrá dos ilusiones en la cancha, sino solo una, la de Costa Rica, pues la Selecta dedicará sus últimos minutos en casa en esta Octagonal para tratar de homenajear a su público con una segunda victoria en casa y sellar una buena nota este proceso eliminatorio.
Para esto, la Azul no contará con el delantero Nelson Bonilla, casi descartado para el resto de la fecha FIFA tras salir lesionado a medio partido ante Jamaica, pero recupera casi por sorpresa al volante Bryan Landaverde, quien emerge tras superar una lesión en el tobillo derecho que en un principio le marginó de la convocatoria para este mes.
El seleccionador Hugo Pérez no tendría mayores motivos para modificar el once que presentó en el Caribe, más que la baja de Bonilla que, probablemente, suplirá con el regreso de Joaquín Rivas a la titular. Quizás no sea sorpresa la presencia de inicio de Christian Martínez en lugar de Narciso Orellana, tanto por dosificación física para el centrocampista del Alianza como por la experiencia del hombre del San Carlos ante los que han sido sus compañeros y rivales en el fútbol tico.
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