Pablo Punyed jugó su último partido con el Víkingur Reykjavík
El mediocampista salvadoreño cerró su exitoso ciclo en Islandia como capitán, titular y campeón con el Víkingur, recibiendo una emotiva ovación en su último partido con el club.
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elsalvador.com
Publicado el 26 de octubre de 2025
El salvadoreño Pablo Punyed se despidió del Víkingur Reykjavík con una victoria 2-0 ante el Valur y como capitán del equipo que se consagró campeón de la Úrvalsdeild 2025. Disputó 67 minutos, recibiendo una ovación al ser sustituido y una emotiva despedida con el mensaje en las gradas: “Party hjá Pablo” (“Fiesta en casa de Pablo”). Con una calificación de 7.5/10, cerró un ciclo exitoso en Islandia, donde conquistó múltiples títulos y el respeto de su afición. Punyed deja un legado de liderazgo y compromiso, consolidándose como uno de los futbolistas salvadoreños más destacados en el extranjero.
El futbolista salvadoreño Pablo Punyed vivió una jornada llena de emociones este sábado al disputar su último partido con el Víkingur Reykjavík, club con el que conquistó títulos, respeto y cariño durante varias temporadas. La despedida no pudo ser mejor: victoria por 2-0 ante el Valur, campeonato asegurado y una ovación que reflejó el agradecimiento de toda la afición islandesa hacia uno de los jugadores más queridos del equipo.
Punyed, titular y capitán en su despedida, jugó 67 minutos en los que volvió a demostrar por qué se convirtió en un referente del fútbol en Islandia.
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Un adiós con victoria y reconocimiento
El mediocampista cuscatleco saltó al campo con el brazalete de capitán y la serenidad del que ha dejado huella. El Víkingur, que ya se había coronado campeón de la Úrvalsdeild 2025 semanas atrás, cerró la temporada con una sólida actuación frente a un histórico rival.
Durante el encuentro, Punyed mostró su mejor versión: robo de balones, manejo de ritmo, salida limpia desde el mediocampo y liderazgo. Según la plataforma FotMob, obtuvo una calificación de 7.5 sobre 10, reflejo de su influencia en el juego y de su consistencia hasta el final.
Al ser sustituido, el estadio entero se puso de pie. Afición, compañeros y rivales lo despidieron con aplausos y cánticos. Antes de salir, el salvadoreño saludó uno a uno a sus compañeros, abrazó a su entrenador Solvi y al cuerpo técnico, en un gesto de gratitud mutua.
Un homenaje lleno de cariño
En las gradas, una gran pancarta ondeaba con el mensaje: “Party hjá Pablo”, que en islandés significa “Fiesta en casa de Pablo”. La frase simbolizó el ambiente de celebración y cariño que envolvió su despedida.
Los aficionados corearon su apellido durante varios minutos, creando un ambiente único. Era el reconocimiento a un jugador que, más allá de sus logros deportivos, dejó una huella profunda en el club y en la comunidad que lo adoptó como uno de los suyos.
El pitazo final fue el cierre perfecto: celebración por el campeonato, entrega del trofeo y un Pablo Punyed levantando el “plato” con una gorra puesta y una sonrisa imborrable. El momento fue una mezcla de nostalgia y orgullo, un adiós desde lo más alto.
Fáni El Salvador er kominn á sinn stað. ❤️?
— Víkingur (@vikingurfc) October 25, 2025
Takk Pablo ❤️? pic.twitter.com/J9fDDQJwN4
Un ciclo dorado en Islandia
Desde su llegada al fútbol islandés, Punyed se consolidó como uno de los extranjeros más respetados del país. Pasó por clubes como el Stjarnan, con el que ganó la liga en 2014, y más tarde con el Víkingur, donde se convirtió en figura indiscutible.
En el club rojinegro, Pablo levantó varios títulos nacionales, incluyendo la Úrvalsdeild (Primera División de Islandia) y copas locales, destacándose siempre por su disciplina, liderazgo y compromiso. Su labor como mediocentro defensivo, tanto antes como después de superar una lesión, fue clave para el equilibrio táctico del equipo.
Más allá de los trofeos, el salvadoreño se ganó el respeto del fútbol islandés por su profesionalismo y por ser un embajador de El Salvador en una de las ligas más competitivas del norte de Europa.
Kæru Víkingar. Við kynnum.... ÍSLANDSMEISTARAR VÍKINGS ÁRIÐ 2025!!! ❤️?❤️?❤️?❤️ pic.twitter.com/NImiMljMPu
— Víkingur (@vikingurfc) October 25, 2025
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Un legado dentro y fuera del campo
Con su partida, Punyed cierra un capítulo brillante, pero deja un legado que trasciende los números. Fue un ejemplo de constancia, adaptación y amor por el deporte. En sus palabras, el fútbol fue más que una profesión: una forma de representar a su país con orgullo en tierras lejanas.
A sus 34 años, el mediocampista salvadoreño deja una huella imborrable en el fútbol islandés y en la memoria de los hinchas del Víkingur. Su historia es también la de un salvadoreño que conquistó corazones a base de trabajo y humildad, demostrando que los sueños pueden cumplirse lejos de casa.
-Con reporteo de El Diario de Hoy
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