Omar Pimentel: “No puedo dejar de pensar dónde y cómo está mi familia”

El preparador físico de Sonsonate sigue buscando a sus seres queridos a 15 días de la desaparición. Entrevista exclusiva con EDH.

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Omar Pimentel preparador físico del equipo de Primera División Foto EDH/ Mauricio Cáceres

Por Flores, Gustavo / Twitter: @Gusflores21

2019-01-31 9:26:55

Omar Pimentel hace 15 días que no duerme. Pese a que lo intenta, una y otra vez vuelven a su mente aquellas horas en la que no supo más de su familia.

-“Lo primero que uno piensa al acostarse es cómo están ellos, pienso a la hora de agarrar un plato de comida, que están comiendo ellos. Le soy franco, intento dormir pero despierto entre 5 o 6 veces en el transcurso de la noche y no dejo de pensar dónde y cómo están”.

 

La noche en la que no supo más de ellos fue la del miércoles 16 de enero. El final del partido entre Sonsonate FC y SID Municipal por la Copa El Salvador marcó la despedida entre el preparador físico del Sonso y su familia. El saludo habitual. En el estadio despidió a su esposa Rosa Ivette Colindres de Pimentel (40 años) y a su hijo Marcos (12 años). También saludó a su suegra Silvia Jaco de Colindres (63 años), a su cuñado Carlos Jaco (35) y su mujer Tania Monterrosa (25).

Todos ellos salieron alrededor de las 10 de la noche de Sonsonate rumbo a Chalchuapa en un Chevrolet Sedan blanco. No se supo nada más de ellos. Un día después, se encontró el carro en la finca Los Trozos, en el cantón Los Arenales, Nahuizalco.

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Los tristes recuerdos y la aflicción que atormentan a Omar Pimentel por la desaparición de su familia

El preparador físico del Sonsonate F.C. transcurre sus días agobiado por no saber el paradero de su esposa, hijo y suegra, que desaparecieron el 16 de enero cuando se conducían por la zona de "el canelo" en la carretera Los Naranjos. La casa de la familia Pimentel permanece como la dejaron aquel trágico día.

La tristeza y la desesperación acompaña al preparador físico del equipo occidental.
Foto EDH/ Mauricio Cáceres

Pimentel se sienta a contar la historia en una de las tribunas del Ana Mercedes Campos, el estadio de Sonsonate, donde todos los días trabaja mañana y tarde como parte del cuerpo técnico de Nelson Ancheta, el entrenador del que fue compañero y con el que comparte equipos desde hace tres años.

“Aquí nada se ha tocado”. La casa de Chalchuapa en la que esperan el regreso de una familia

La sala y el cuarto del niño quedaron intactos. La regla ha sido no tocar nada desde hace 15 días, cuando desapareció la familia entera del preparador físico de Sonsonate. FC.

-“El momento es muy difícil; perder de la noche a la mañana a seres queridos es bien complicado. En el transcurso que lleva la investigación son pocos los resultados. Todo se manejó que fue una ponchadura de llanta pero yo constaté el lunes que fui adonde tienen el vehículo que tiene dos disparos de arma larga. No puede ser una 38 ni una 9mm porque traspasa el lado del rin más duro, sobre la orilla. Ahí tiene un orificio de bala. Y tiene otro en la carrocería, por abajo. Se desestima la hipótesis de que fue una ponchadura de llanta, los estaban esperando o era punto de asalto y lastimosamente mi familia pasó por ahí”.

-Siempre se manejó que lo de la ponchadura de la llanta te lo había informado tu esposa.
-No. Yo le escribí a mi esposa por messenger, al messenger de mi hijo más pequeño que iba con ella, le preguntaba si ya estaban en Chalchuapa y ella me respondió que no, que iban de camino porque habían pasado a cenar y que iban pasando El Canelo pero que se le había pinchado la llanta, eso fue lo que escribió. En ese momento le dije que estaba a diez minutos y podía llegar a auxiliarlos y me dijo que no, ‘no es necesario porque rápido la cambiamos’, me dijo. Entonces ya no fui. Ahora, atando cabos, hasta pensamos que quizás ni ella fue la que escribió o la obligaron a ponerme ese mensaje para que yo no llegara donde ellos estaban.

Los disparos de bala cambian la hipótesis de la detención del vehículo. Sin embargo, no hay mayores novedades, ni un solo llamado válido en 15 días de una espera que se hace angustiante e interminable: “Solo gente que llama, que dice que conocen el caso de la familia. Hace dos días me llamaron y me dieron información falsa. Le soy claro que quisiera que ellos se pongan en contacto conmigo y que me digan que es lo que quieren. Es difícil saber como están, mi hijo de 12 años… Me tocaron lo más…, lo más sensible del ser humano. Quisiera que se contactaran para poder llegar a un arreglo y me regresen a mi familia”.

Foto EDH/ Mauricio Cáceres

-¿Tu hipótesis es que fueron secuestrados?
-No se puede llamar de otra manera. Ya no es una desaparición normal, sino una privación de libertad.

El tiempo avanza. Y angustia:

-“Cumplimos 15 días y las investigaciones casi no lanzan nada, no avanzan. Con esto no estoy diciendo que de parte de la policía o de los cuerpos de seguridad no estén haciendo nada. A mi me consta que hasta el día de hoy la búsqueda en la zona la sigue, hasta el momento sin resultados”.

-¿Has podido ir personalmente a la zona?
-No me dejan acercarme. Me dicen que no es seguro que yo vaya al lugar de los hechos.

Pimentel habla pausado, casi en voz baja, en un estadio que de a poco se va quedando desierto. Solo se escuchan el regador del campo de juego y sus palabras casi silenciosas. Es su forma de canalizar tanto daño. ¿Cómo se hace para vivir el día a día? Es una pregunta que nos hacemos casi todos.

-“Es complicado. He visto comentarios por ahí que dicen como puede estar tan tranquilo, solo yo sé como me siento por dentro. Lo del trabajo, al final hay que seguir trabajando. Solo yo sé cómo estoy sobrellevando esto. ”.

Luego cuenta que no deja de pensar a la noche. Y que prácticamente no ha vuelto a su casa de Chalchuapa. “No soporto ir a casa, por eso me quedo en Sonsonate”, confiesa. Allí en Chalchuapa vivía con mujer, sus hijos, su cuñado y sus suegros.

Omar Pimentel, preparador físico de Sonsonate, envía un desgarrador mensaje a los captores de su familia

En conferencia de prensa, Pimentel ofreció declaraciones sobre sus familiares desaparecidos desde el 16 de enero.

-El día a día con el equipo lo mantiene ocupado...
-Yo estoy agradecido por todo el apoyo pero no porque ande en la cancha se me olvidó todo, no, estoy en la cancha pero estoy pensando siempre en ellos. Si quiero agradecer el respaldo de todo el cuerpo técnico, jugadores, junta directiva del Sonsonate; han estado día a día preguntando como va la situación, agradecer también a todos los clubes de Liga Mayor, la Asociación de Árbitros, la Segunda División. Es un caso que ha impactado, no es una persona, son cinco personas”.

También hace pública otra idea:“Estoy pensando como hacer para que instancias internacionales también ayuden en la investigación, también para que esto no vuelva a suceder.

-En una conferencia de prensa le hablaste directamente a los raptores…
-Si, que se pongan a pensar que a ellos no les gustaría estar viviendo eso con sus familias. Ni yo que lo estoy pasando se los deseo a ellos. Que se pongan la mano en el corazón y vuelvo a decir que se comuniquen conmigo, que soluciones hay.

-¿Se cruza alguna sospecha de qué pudo haber ocasionado todo esto?
-La verdad no, estamos a cero. Uno cuando anda en el fútbol puede ser figura pública pero jamás he tenido problemas, mi familia igual. En Chalchuapa llegaba después de trabajar y estos viajes con ellos los hacíamos juntos. Cuando estuve en Jocoro en el torneo pasado, regresábamos juntos a las 11.30, 12 de la noche a Chalchuapa. Y nunca nos había pasado nada. No era la primera vez que hacíamos viajes de noche.

-¿Nunca recibieron amenazas?
-Eso es lo que nos deja más intrigados. Ninguno de los dos tuvimos amenazas de nada. Lastimosamente pasaron en el tiempo que no debían de pasar. Ahora todo esto se complicó. Si hubiese sido solo por asalto les quitan el vehículo y los dejan, ¿qué necesidad había de que se los llevaran? No había ninguna necesidad de que se llevaran a un niño, a tres, a cuatro mujeres.

Es increíble: al final de la entrevista nos agradece por haber llegado a Sonsonate a entrevistarlo. Sin embargo, tiene una razón poderosa para hacerlo:

-“Hay que seguirlo ventilando para que el caso no quede impune y al final se esclarezca lo que pasó y quienes fueron”.