En cuanto a afición, las semifinales no pudieron arrancar de mejor manera, con un lleno sin precedentes en el estadio Jorge Suárez Landaverde, comparable seguramente con los duelos de Liga de Campeones de Concacaf que tuvo el plantel metapaneco en la década pasada.
Los alrededores del estadio lucieron llenos con anticipación, lo que presagiaba el lleno en las gradas, sin importar el calor que se sentía especialmente en el sector de General, donde los aficionados locales pasaban dándose aire con el papel que hicieron su mosaico.
LEA MÁS: Metapán volvió a la vida y sueña con clasificar
Las botargas hacían sus actos en la previa, los aficionados más cercanos a la valla divisoria se gritaban sus consignas, pero todo en el ambiente futbolero que debe reinar en las gradas.
La afición local se lució en General levantando al unísono sus papeles azules a modo de hacer un gran muro que se vio en la postal de formación de los dirigidos de Carlos Martínez y siguieron cantando a lo largo del partido.
LEA MÁS: Isidro Metapán y Municipal Limeño abren las semifinales
Los unionenses, que recorrieron todo el país para ver a su equipo no se quedaban atrás a los locales, aunque al arranque del segundo tiempo pidieron las asistencias médicas para llevarse a uno de los suyos que aparentemente terminó desmayado por el calor.
Con el silbatazo final de Iván Barton, la afición que gritó a morir los goles de Marvin Ramos y Luis Ángel Landin le dedicó un cántico a los metapanecos, "mira, mira, tomale la foto...", y se fueron extasiados al saber que tienen a 90 minutos su segunda final de este siglo. Todos los jugadores orientales se fueron a celebrar con su gente al final del juego, mientras la afición calera aplaudía a los suyos.
Los caleros dejaron alta la vara para la vuelta de esta serie en cuanto al ambiente, pero los cucheros también harán lo suyo para demostrar desde las gradas por qué quieren volver a una final, 24 años después.