El fútbol salvadoreño de luto: despedidas que marcaron el 2025

El 2025 quedará grabado como uno de los años más dolorosos para el fútbol salvadoreño. A lo largo de la temporada, el país despidió a varias figuras que dejaron una huella profunda en la historia del balompié nacional, entre ellas dos íconos mundialistas como Norberto “Pajarito” Huezo y Jaime “Chelona” Rodríguez, así como otros protagonistas que engrandecieron la Liga Mayor y la Selecta.

Norberto “Pajarito” Huezo falleció el 5 de marzo de 2025, a los 68 años, tras sufrir una isquemia cerebral. Considerado uno de los volantes más talentosos que ha dado El Salvador, Huezo fue pieza clave de la Selección Nacional en las décadas de los 70 y 80 y mundialista en España 1982, la última Copa del Mundo disputada por la Azul y Blanco. Su momento cumbre llegó en la eliminatoria rumbo a ese Mundial, donde fue fundamental en la histórica clasificación. También participó en procesos eliminatorios previos y posteriores, dejando su sello como referente del mediocampo.

A nivel de clubes, con 17 años debutó con el CD Universidad de El Salvador, después jugó en Antel, Atlético Marte, Monterrey, Cartagena, Palencia, Valencia, el tico Herediano, en los chapines Deportivo Jalapa y Escuintla. Se retiró en FAS, en 1993.

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Meses después, el fútbol nacional volvió a vestirse de luto con el fallecimiento de Jaime Alberto “Chelona” Rodríguez, ocurrido el 14 de septiembre de 2025, a los 66 años, en Estados Unidos, a causa de un paro cardíaco. Defensor histórico y símbolo de su generación, Rodríguez también fue mundialista en España 1982, donde enfrentó a algunas de las grandes figuras del fútbol mundial.

Su carrera incluyó experiencias en clubes como Juventud Olímpica, luego estuvo en Alianza FC y FAS. En el extranjero, Rodríguez militó en Club León de México, KPV de Finlandia y también en el Atlas, más su paso por Japón, en los equipos de NKK Soccer Club y Yokohama Flugels, y tras su retiro continuó aportando al deporte como entrenador y dirigente, además de involucrarse activamente en la formación de jóvenes talentos.

Las muestras de pesar tras su partida reflejaron el enorme respeto y cariño que se ganó por su entrega y compromiso con la camiseta salvadoreña.

Pero Huezo y Rodríguez no fueron las únicas pérdidas que enlutan al fútbol en 2025. El 26 de mayo falleció el chileno Horacio Díaz Luco, exdefensor central del CD Águila entre 1975 y 1977, período en el que fue bicampeón nacional y campeón de la Copa de Campeones de la CONCACAF 1977, siendo parte de una de las épocas más gloriosas del conjunto migueleño.

El 18 de julio se confirmó el fallecimiento del salvadoreño René Andrés Ubau, recordado delantero centro de equipos como CD Chalatenango en la década de los 80, además de su paso por Independiente, Neo Pipil, Chacarita Jr. y el Curazao de Honduras. Ubau protagonizó intensos duelos por el goleo nacional con el histórico David Cabrera, ganándose un lugar especial en la memoria de los aficionados.

Pocos días después, el 25 de julio, murió el uruguayo Julio César “Pocho” Cortés, quien jugó con Alianza FC en la temporada 1975-1976 de la Liga Mayor. Aunque no logró el título, dejó su sello en el fútbol salvadoreño. Cortés fue mundialista con Uruguay en 1962, 1966 y 1970, y años más tarde dirigió al CD Águila en el Apertura 2004.

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Finalmente, el 28 de julio, se conoció la partida de Carlos “el Ché” Sánchez, quien llegó a El Salvador en la década de los 70 y adoptó al país como su segundo hogar. Destacó como entrenador del Once Lobos de Chalchuapa y de varios equipos en las ligas de plata y bronce, contribuyendo al desarrollo del fútbol desde el banquillo.

El 2025 no solo dejó resultados y competencias, sino también un profundo sentimiento de nostalgia y respeto. Las trayectorias de Huezo, Rodríguez y las demás figuras fallecidas trascienden generaciones y estadísticas: representan pasión, sacrificio y amor por el fútbol. Su legado seguirá vivo en la memoria colectiva de la afición y en cada joven que sueña con vestir la camiseta salvadoreña.

• Con reportes de El Diario de Hoy