El costarricense Keylor Navas, portero del Paris Saint-Germain, volvió a mostrar su lado más humano antes de partir a su país para disputar los últimos partidos eliminatorios para el Mundial con la selección.
Según el periódico deportivo catalán "Sport", el portero tico acogió en su casa a 30 refugiados ucranianos que abandonaron su país escapando de la guerra. Navas supo que una asociación de gitanos de Barcelona viajó a Cracovia para llevar alimentos y trasladar refugiados, y decidió, sin pensarlo, ayudar al prójimo.
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El exportero del Real Madrid compró 30 camas, las instaló en la sala de cine de su casa, su esposa preparó comida y les dieron ropa.
No es la primera acción de Navas en torno a la guerra entre Rusia y Ucrania, cuando estalló el conflicto, el costarricense escribió en sus redes sociales: "Por un mundo en Paz".
También, dice el medio catalán, Navas y su esposa, Andrea Salas, creyentes evangélicos, hicieron un culto junto con los ucranianos que acogieron en su hogar.
No es la primera vez que Navas y su familia muestran su faceta solidaria, durante la pandemia también se movilizaron y promovieron la campaña "Canastas Solidarias" para llevar víveres a más de tres mil familias afectadas por la covid-19.