Cuando el técnico José Romero hizo el cambio, al minuto 87, todo estaba escrito en la lectura de partido que tenía. Y lo que apostaba. Llegó Abiel Aguilera, el portero que terminó salvando a Jocoro y dándole la clasificación a la final del Apertura 2022.
El experimentado guardameta, quien sabe de atajar penales, cumplió: tapó dos (a Carlos Anzora y a Denilson Rosales). Respondió así a la confianza que le dieron el DT y sus compañeros, ya que llegó a sustituir a su compañero titular Héctor Carbajal.
"A los que no nos daban finalistas que sigan celebrando con su Platense": José Romero, DT Jocoro
Pero, ¿en qué pensó en ese momento, antes de atajar? A CANCHA, manifestó: "Sinceramente, no pensar en nada, solo estar concentrado, porque no puede entrar duda en ese momento. Eso fue lo que traté de hacer".
Para Aguilera, quien ya ha sido clave en otros duelos, como en cuartos ante Metapán, esta es muestra de que aunque muchos dudan se debe creer en uno mismo. Se debe arriesgar y tener fe, para hacer cosas grandes.
"Seguro hubo personas que no creían, pero ahí está: dos penales tapados", se sinceró. "No hay palabras para describirlo. El profe tuvo la fe, la confianza, y le respondí: dos penales tapados ahí, ya la bendición de Dios", añadió.
"Es algo lindo. Esperamos en Dios salir adelante en la final", dijo y confesó que Romero quería que ingresara antes, pero Aguilera lo fue dilatando el tiempo por una lesión en la mano, hasta que llegó de variante antes de terminar el tiempo regular.
"El profe me decía: 'Entra antes, entra antes, entra antes. Tuvo confianza, el partido estaba difícil, por cómo estaba de caliente, se llegó a la tanda de penaltis, que es lo que buscábamos como Jocoro y gracias a Dios ahí estamos en la final", manifestó.
Se viene FAS, y Aguilera comentó: "Hemos pasado momentos muy duros, difíciles, y Dios nos tiene ahora en la final. A disfrutar, no se da una final todos los días".
"Se viene FAS, quién quita llegar a los penales también en una final otra vez (ya le pasó con Limeño). Primero Dios que podamos disfrutarla, porque las finales se disfrutan. Las finales no se juegan, se ganan, y esperamos en Dios que así pueda ser", cerró el fogonero.