Princesa europea lucha contra enfermedad que afecta los pulmones
La princesa Mette-Marit de Noruega enfrenta un posible trasplante de pulmón por fibrosis pulmonar, una enfermedad que requiere diagnóstico temprano y atención especializada.
Por
EFE
Publicado el 22 de diciembre de 2025
La princesa Mette-Marit de Noruega enfrenta un posible trasplante de pulmón debido al avance de la fibrosis pulmonar crónica, una enfermedad sin cura que afecta gravemente la función respiratoria. Según EFE, su estado se ha deteriorado y los médicos ya preparan el proceso para una futura intervención. La fibrosis, de síntomas iniciales poco claros, requiere detección temprana para mejorar el pronóstico. Aunque su caso no tendrá prioridad en la lista de espera, Mette-Marit mantiene el compromiso con sus funciones reales. Su historia visibiliza una enfermedad compleja y nos recuerda la importancia de cuidar la salud pulmonar y atender los signos de alerta.
La salud de la princesa heredera Mette-Marit de Noruega ha vuelto a ser noticia internacional. Según informó EFE, los médicos del Hospital Universitario Rikshospitalet de Oslo han comenzado los preparativos para un eventual trasplante de pulmón, debido al avance de la fibrosis pulmonar crónica que padece desde 2018. Esta condición, que progresivamente endurece el tejido pulmonar, sirve hoy de espejo para reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestros pulmones y reconocer a tiempo los signos de alerta.
Un padecimiento silencioso y complejo
La fibrosis pulmonar es una enfermedad de origen desconocido que afecta la capacidad respiratoria. Como explicó la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), la condición deteriora de forma lenta pero constante la función de los pulmones. Su gravedad radica en la dificultad para diagnosticarla a tiempo, ya que sus síntomas iniciales, como la tos seca y la disnea (sensación de falta de aire), suelen confundirse con otras afecciones respiratorias.
"Al principio solo hay signos al realizar esfuerzos, pero en fases más avanzadas los síntomas son más frecuentes, incluso en reposo", señala la SEPAR. El pronóstico sin tratamiento es severo: menos del 40 % de los pacientes sobreviven cinco años tras el diagnóstico. De ahí la urgencia de actuar precozmente.
Desde su diagnóstico, Mette-Marit, de 52 años, ha tenido que reducir su participación en actividades oficiales. La enfermedad, que no tiene cura, solo puede ser tratada con medicamentos antifibróticos que enlentecen su avance y mejoran el pronóstico.
Ejercicio, descanso y adaptación
La Casa Real noruega informó que la princesa está siguiendo un régimen que combina ejercicio específico, descanso y recuperación. Aunque su salud ha empeorado recientemente, ella ha expresado su deseo de continuar con sus funciones en la medida de lo posible.

"Siempre tuve la esperanza de que pudiéramos controlar la enfermedad con medicamentos y hasta ahora la evolución había sido bastante lenta. Sin embargo, últimamente ha sido más rápida de lo que tanto yo como los médicos esperábamos", declaró la princesa a la televisión noruega NRK.
La posibilidad de un trasplante de pulmón es ahora una realidad cercana. "Estamos llegando al punto en el que será necesario un trasplante de pulmón, y estamos llevando a cabo los preparativos necesarios para garantizar que esto sea posible cuando llegue el momento", explicó el doctor Are Martin Holm, jefe del Departamento de Medicina Respiratoria del hospital universitario.
Prioridad en la lista de espera
El mismo especialista aclaró que Mette-Marit no recibirá prioridad sobre otros pacientes. "No tendrá prioridad. Cuando llega un órgano, tiene un tamaño y un tipo de sangre específicos. De los que coinciden, siempre elegimos al más enfermo, al que lo pasa peor y al que tiene menos capacidad de espera", afirmó Holm.
Actualmente, entre 20 y 40 personas están en lista de espera para un trasplante de pulmón en Noruega. La selección se basa en criterios estrictos: el paciente debe estar lo bastante enfermo para justificar el trasplante, pero también lo suficientemente sano para soportarlo.
"Es una intervención importante y conlleva riesgos. Las personas que se someten a un trasplante deben tomar además potentes medicamentos inmunosupresores durante el resto de su vida", advirtió el especialista.
Reflexionar, aprender y actuar
Casos como el de Mette-Marit nos invitan a hablar más abiertamente sobre las enfermedades crónicas y a derribar tabúes en torno a los trasplantes. Enfrentar un diagnóstico de este tipo con valentía, disciplina y esperanza, como lo está haciendo ella, puede inspirar a muchas otras personas a tomar control de su salud.
A veces, una historia de la realeza no solo conmueve, sino que también educa. Cuidá tus pulmones, escuchá a tu cuerpo y no tengás miedo de buscar ayuda. La salud también es un acto de amor propio y de esperanza.
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