Iglesia San José: legado colonial en el corazón de San Salvador

La tarde del 8 de diciembre de 1975, un incendio destruyó por completo la parroquia San José, una de las edificaciones religiosas más antiguas de San Salvador. Ubicada entre la 1ª y 3ª calle Oriente y la 6ª y 8ª avenida Norte, su pérdida marcó el final de la arquitectura colonial eclesiástica en la capital salvadoreña.

Según registros periodísticos de la época, el fuego comenzó a las 3:30 p. m. y en aproximadamente una hora había reducido a cenizas la estructura del templo. Además de la iglesia, diez negocios localizados en la misma manzana también fueron consumidos por las llamas.

Un incendio de gran impacto en el centro histórico

Entre los establecimientos afectados estuvieron la cafetería Tayca, la funeraria La Religiosa, la Casa de Huéspedes San Carlos y el colegio Divino Salvador. Este último, administrado por los mismos sacerdotes de la parroquia, fue trasladado en las décadas posteriores al edificio del antiguo Liceo Salvadoreño, donde funcionó hasta hace poco tiempo.

Durante el siniestro, centenares de personas presenciaron cómo desaparecía un edificio con más de cuatro siglos de historia. Algunos ciudadanos ingresaron al templo para rescatar imágenes religiosas y mobiliario litúrgico. La imagen de la Virgen de la Presentación fue trasladada en hombros por mujeres y hombres que ayudaban en las labores de salvamento.

El presidente de la República en ese momento, coronel Arturo Armando Molina, llegó al lugar para coordinar acciones de emergencia. El origen del incendio no fue determinado con certeza, aunque se mencionaron posibilidades como un cortocircuito o una vela encendida que pudo haber caído.

La historia del templo: de ermita colonial a parroquia central

La iglesia San José tuvo sus orígenes en 1545 como una pequeña ermita conocida como de La Presentación. Albergaba la imagen de la Virgen del mismo nombre, descrita como una de las más antiguas expresiones del arte colonial religioso en El Salvador.

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Esta imagen precede en devoción al Divino Salvador del Mundo y fue considerada la primera patrona de San Salvador y de la antigua provincia del mismo nombre, cuando esta aún pertenecía al Virreinato de Nueva España. En 1873, un terremoto destruyó la estructura original, que fue posteriormente reconstruida bajo el nombre permanente de parroquia San José.

Frente a la iglesia, entre 1894 y 1898, fue construido el parque Arce, luego llamado plaza San José. En 1911 se colocó en su centro una estatua de José Matías Delgado, donada por la colonia alemana en el país, como parte del centenario del Primer Grito de Independencia centroamericana.

El barrio San José y su transformación urbana

Hasta mediados del siglo XX, el barrio San José fue una zona residencial y educativa de gran relevancia. En él vivieron familias de origen europeo y funcionaron centros educativos como el Externado San José y el Liceo Salvadoreño, en sus primeras etapas.

Con el paso del tiempo, muchas familias se trasladaron a zonas como Flor Blanca, San Benito o Escalón, lo cual provocó una paulatina pérdida de centralidad del barrio. Esto pudo haber influido en la decisión de no reconstruir la parroquia tras el incendio de 1975.

A esto se suma que en ese momento aún estaba en proceso la reconstrucción de la Catedral Metropolitana, afectada por un incendio en 1951. Además, la cercanía con otros templos católicos, como El Rosario, El Calvario, Inmaculada Concepción y San Esteban —esta última también destruida por un incendio en 2013—, podría haber incidido en la priorización de recursos.

Durante las décadas posteriores al incendio, las ruinas de la iglesia San José permanecieron visibles parcialmente, en medio de puestos de venta de alimentos y libros usados instalados en la plaza San José. Las tortas del lugar se volvieron populares, así como el comercio de literatura de segunda mano.

En junio de 2011, durante la administración municipal de Norman Quijano, se ejecutó el desalojo de estos puestos. El 5 de noviembre de ese año, la plaza fue reinaugurada con motivo del centenario del Primer Grito de Independencia centroamericana. El monumento a José Matías Delgado fue reinstalado, esta vez en bronce, en sustitución del original que colapsó en el terremoto de 1986.

El portal de la antigua parroquia fue restaurado unos meses después, en marzo de 2012, con apoyo de la empresa privada y luego de obtener los permisos correspondientes de la entonces Secretaría de Cultura de la Presidencia.

Hoy en día, el portal restaurado permanece como testimonio visible de la evolución urbana del centro histórico. Aunque la iglesia San José ya no existe como templo funcional, su fachada continúa siendo parte del paisaje urbano de San Salvador.