La IA impulsará el crecimiento global hasta un 0.8%, según el FMI

El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que la inteligencia artificial (IA) podría aumentar el crecimiento económico mundial entre 0.1% y 0.8%, debido a su impacto directo en la productividad. Esta proyección, presentada por la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, representa una posibilidad para países que buscan participar en la economía digital.

La IA como componente de productividad

Durante las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial, Georgieva declaró que la IA solo tendrá un efecto directo si se traduce en un aumento medible en productividad. Según sus declaraciones, el crecimiento económico global está en torno al 3%, y un incremento de hasta 0.8 puntos porcentuales asociado a la IA podría tener un efecto aritmético en el total.

En el análisis del FMI, se indica que la tecnología aún no tiene una presencia lo suficientemente amplia como para reflejar un impacto cuantificable en los indicadores de productividad global. Sin embargo, se observa una tendencia creciente en la inversión dirigida al desarrollo de IA. En este panorama, Estados Unidos encabeza el volumen de capital destinado a esta tecnología, seguido por China.

El informe de Perspectivas Económicas Mundiales del FMI muestra que estas inversiones en IA han equilibrado la disminución de otras inversiones en sectores tradicionales dentro de la economía estadounidense. Además, se ha identificado un comportamiento ascendente en los mercados bursátiles, que presentan niveles similares a los registrados durante la burbuja de las "puntocom".

Consideraciones para El Salvador

En este contexto, países como El Salvador enfrentan una serie de condiciones iniciales que podrían incidir en su participación futura en el ecosistema de la inteligencia artificial. El desarrollo de infraestructura tecnológica y la disponibilidad de recursos humanos con formación especializada son dos elementos mencionados en diferentes diagnósticos regionales.

Con base en experiencias observadas en otros entornos, algunas acciones que podrían considerarse incluyen:

• Programas de formación en herramientas digitales e inteligencia artificial en instituciones de educación superior y centros técnicos.
• Establecimiento de incubadoras de empresas y espacios de acompañamiento para emprendimientos tecnológicos vinculados con IA.
• Desarrollo de alianzas con entidades privadas y académicas, nacionales o internacionales, que impulsen proyectos conjuntos o iniciativas de transferencia de conocimiento.

El marco regulatorio es otro factor que puede incidir en la atracción de inversiones relacionadas con IA. Las normativas que establecen criterios sobre uso de datos, privacidad y seguridad informática forman parte de las consideraciones habituales de las empresas tecnológicas al momento de definir sus destinos de inversión.

Te puede interesar: Descubrí lo nuevo en Ataco: comida, vistas y descanso total

Datos comparativos y referencias

Según datos del Banco Mundial, el gasto en investigación y desarrollo como porcentaje del PIB en América Latina es, en promedio, inferior al 1%, mientras que en países que lideran en IA, como Corea del Sur e Israel, ese indicador supera el 4%. Esta diferencia en la asignación de recursos sugiere un espacio amplio para ajustes de política pública si se desea incentivar la adopción de tecnologías emergentes.

Un informe del Foro Económico Mundial indica que, a nivel global, cerca del 75% de las empresas encuestadas planean adoptar algún tipo de tecnología de automatización o inteligencia artificial en los próximos cinco años. En América Latina, esa cifra se reduce al 42%, lo que refleja diferencias en la velocidad de adopción entre regiones.

En el caso salvadoreño, el Ministerio de Economía ha anunciado estrategias digitales que incluyen elementos de capacitación, fomento a la innovación y fortalecimiento de infraestructura. A la fecha, no se dispone de un documento nacional específico centrado en inteligencia artificial, aunque existen menciones indirectas en planes de desarrollo tecnológico.

Las universidades y centros de investigación locales podrían tener un papel en la generación de conocimiento aplicado, la formación de competencias técnicas y la creación de redes con otros actores del sistema regional. Este tipo de acciones se alinea con lo planteado por el FMI sobre la necesidad de preparar estructuras nacionales para la integración de IA.

La información proporcionada por el FMI no establece plazos fijos ni garantías sobre el efecto que tendrá la inteligencia artificial en la economía mundial, pero identifica un rango de crecimiento potencial relacionado con la productividad. Esta proyección se apoya en la tendencia de inversión observada, en particular en las principales economías del mundo.

Para El Salvador, el debate sobre inteligencia artificial podría incluir elementos de planificación educativa, políticas de ciencia y tecnología, y estrategias de desarrollo productivo. Estos temas están en discusión en diferentes países de la región y podrían ser considerados dentro de un enfoque de mediano y largo plazo.

En un escenario de transformaciones tecnológicas aceleradas, la capacidad de adaptación y la toma de decisiones en materia de inversión pública y privada serán elementos que influyan en los resultados observables. La IA se presenta como un componente que podría incidir en el crecimiento económico si se cumplen determinadas condiciones estructurales, institucionales y formativas.