Cuidado de rizos, guía práctica para rizos definidos e hidratados

Muchos salvadoreños con cabello rizado enfrentan el mismo dilema: comienzan el día con la esperanza de que sus rizos se vean definidos y saludables, pero terminan frustrados por el frizz, la resequedad o la falta de forma. La buena noticia es que no se trata de un “cabello difícil”, sino de rutinas equivocadas que, con pequeños ajustes, pueden transformar tu melena.

El equipo experto de Arte Salón compartió con nosotros un paso a paso para lograr rizos espectaculares, saludables y llenos de vida. Este método no solo es ideal para nuestro clima y humedad particulares y lograr un estilo natural de forma práctica y efectiva.

Paso 1: Desintoxicación del cuero cabelludo

El primer paso es clave y muchas veces olvidado. Aplicar un detoxicante capilar ayuda a remover la acumulación de productos, sudor e impurezas del día a día. Esto es especialmente importante si hacés ejercicio, nadás o simplemente no lavás tu cabello a diario. Se aplica en seco, directamente sobre el cuero cabelludo, y se masajea entre 10 y 15 minutos para asegurar una limpieza profunda. Este tratamiento puede repetirse cada 15 días o una vez al mes, según tu rutina.

Paso 2: Champú nutritivo, no solo hidratante

El champú ideal para rizos no solo limpia, también nutre. Si tu cabello ha pasado por procesos químicos como tintes o luces, optá por fórmulas reparadoras. La clave está en aplicar el champú dos veces: la primera para remover residuos, y la segunda para que sus ingredientes penetren y nutran a profundidad.

Paso 3: Tratamiento intensivo o acondicionador adecuado

Si bien los tratamientos intensivos aplicados en salón ofrecen resultados más potentes por su formulación y técnica, en casa también podés optar por un buen acondicionador. Debe ser espeso y formulado específicamente para ondas o rizos, para asegurar una hidratación profunda. Evitá los productos livianos que se diluyen fácilmente; tus rizos necesitan peso y estructura para formarse correctamente.

Paso 4: Definición con la cantidad justa de agua

Después de enjuagar el acondicionador, el cabello no debe estar ni completamente seco ni muy mojado. Conservá algo de humedad para facilitar la distribución de la crema definidora. Aplicala desde la raíz, sección por sección, enrollando los mechones alrededor de tu dedo para darle forma. No toqués el cabello después de formarlo: esto evita que el frizz aparezca.

Paso 5: Secado con difusor, el secreto de un acabado profesional

Olvidate del secado al aire libre. Para activar los productos y evitar el frizz, secá con un difusor a temperatura media, comenzando desde las puntas. Esto permite una distribución más uniforme del aire y conserva la forma natural del rizo. El resultado será un cabello con volumen, sin frizz y con definición duradera.

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Paso 6: Toque final con cera o gotas nutritivas

Una vez el cabello esté completamente seco, podés aplicar cera o unas gotas de aceite nutritivo para moldear cualquier área con frizz y aportar brillo. Este paso final marca la diferencia entre un acabado bueno y uno espectacular.

¿Vale la pena tanto esfuerzo? Absolutamente.

Cuidar rizos no es complicado, pero sí requiere paciencia y constancia. Este proceso puede tomar más tiempo que un simple peinado, pero el resultado lo vale: rizos saludables, definidos, sin frizz y con movimiento natural. Más allá de la estética, cuidar tu cabello es una forma de conexión contigo mismo, de aceptación y de autoestima.

Si sos de las que lucha con su melena cada mañana, animate a probar esta rutina. Redescubrí la belleza de tus rizos y sentite orgullosa de lucirlos con todo su esplendor.

Reglas de oro para unos rizos perfectos

1. Dormí con gorro de seda o satín.

Estos tejidos ayudan a reducir la fricción con la almohada, lo que disminuye el frizz y la rotura del cabello mientras dormís.

También ayudan a conservar la humedad natural del cabello, evitando que el material de la funda o almohada absorba lo que debería quedarse en el pelo.

Si lo hacés bien: usá un gorro que quede cómodo, ni muy apretado, ni muy suelto, y si tenés mucho pelo largo, acomodá los rizos de forma que no queden aplastados.

2. Evitar secar con toalla de algodón grueso o frotar el cabello húmedo

El algodón con fibra gruesa o los toallas tipo felpa pueden generar mucha fricción: al frotarlos, se levanta la cutícula del cabello, y eso produce frizz, puntas abiertas o debilitadas.

En lugar de eso, usar una camiseta de algodón suave, una toalla de microfibra, o simplemente “apretar” o “escurrir” suavemente el exceso de agua, en vez de frotar.

3. No dormir con el cabello completamente mojado

Dormir con el pelo húmedo puede causar que se deforme el patrón del rizo al secarse mientras lo movés o lo apretás en la almohada.

También puede favorecer la aparición de frizz u olores si se mantiene húmedo demasiado tiempo.

4. Usá una funda de almohada de satín o seda si no usás gorro

Si no te acostumbrás al gorro, otra opción menos invasiva es usar una funda de almohada de satín o seda. Tiene efectos similares: reducir fricción, conservar la forma del rizo, disminuir frizz y evitar que se reseque el cabello.

5. Moño tipo piña o recogido alto suave antes de dormir

Es una técnica de hacer un moño alto (suave) para mantener los rizos agrupados arriba de la cabeza, lo más lejos posible de la almohada. Así los rizos no se aplastan ni se deforman mientras dormís. Luego ponés el gorro de seda encima.