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Pero 1961 no es solo un bar. Es un espacio familiar, pet friendly y lleno de vida

Cervezas, montaña y toque alemán, el éxito de 1961 Los Naranjos Bar & Café

Un beergarden salvadoreño que fusiona cultura cervecera europea, ambiente familiar y naturaleza en Los Naranjos.

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Por Evelyn Alas
Publicado el 02 de septiembre de 2025

 

TU RESUMEN

1961 Los Naranjos Bar & Café nació con la visión de ofrecer un concepto distinto en El Salvador: un beergarden que mezcla tradición cervecera internacional, gastronomía variada y un entorno natural único. Ubicado en la zona cafetalera de Los Naranjos, ofrece más de 400 cervezas servidas en su cristalería ideal, además de juegos, música y un ambiente pet friendly. Su menú combina cortes premium, platos típicos alemanes, empanadas y postres caseros. Con un fuerte compromiso con la comunidad y la sostenibilidad, 1961 se ha convertido en un espacio familiar, innovador y referente turístico de la zona.

La idea de éxito de 1961 Los Naranjos Bar & Café nació del deseo de ofrecer un concepto distinto de bar en El Salvador. Tras recorrer varios países de Europa, Sudamérica y hasta Rusia, sus fundadores decidieron emprender con una propuesta que mezcla cultura cervecera internacional y un ambiente familiar.

Con más de 400 variedades de cerveza, el negocio apuesta por la diferenciación y el valor agregado como motores clave para emprender en un mercado cada vez más exigente.

Ubicado en la zona fresca y cafetalera de Los Naranjos, este beergarden salvadoreño rompe con lo tradicional y te invita a vivir una experiencia completa: podés venir con tu familia, tu pareja, tus amigos, e incluso con tu perrito, disfrutar una cerveza bien servida en su copa ideal, jugar ping pong, futbolito o jenga gigante, y cerrar con un delicioso café de la zona y un postre hecho en casa.

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“Queríamos traer algo diferente, algo que no existía en el país: un lugar donde se valore la cerveza como se hace en Europa, pero tropicalizado a nuestro estilo”, cuenta Jorge Francisco Javier Escobar Díaz, propietario del local.

El nombre del lugar no es al azar. “1961” hace referencia a la altitud en metros sobre el nivel del mar del cerro El Pilón —conocido también como Los Naranjos—, una imponente montaña que se puede ver desde el mismo local. Ese cerro le da nombre al cantón donde están ubicados, y su entorno natural inspiró toda la esencia del concepto.

Le idea nació con el objetivo de tropicalizar el concepto europeo, ya que han viajado a países cerveceros como Alemania, Bélgica, Noruega, Irlanda y República Checa, para traer al país un estilo nuevo y brindar a los clientes una variedad de cervezas servidas en una base de cristalería, como se acostumbra en el viejo continente. “Queremos que la gente disfrute la cerveza con respeto, que la deguste, que sepa lo que está tomando”, comenta.

La idea busca brindar a los clientes una variedad de cervezas servidas en una base de cristalería / Foto cortesía
La idea busca brindar a los clientes una variedad de cervezas servidas en una base de cristalería / Foto cortesía

Pero 1961 no es solo un bar. Es un espacio familiar, pet friendly y lleno de vida: hay juegos de mesa, ping pong, billar, futbolito, y hasta jenga gigante. También ofrecen un menú diverso, desde cortes premium como ribeye o tomahawk, hasta platos alemanes tradicionales como el currywurst, pretzels, salchichas, empanadas argentinas, hamburguesas y postres hechos por la misma familia. “Y si no tomás cerveza, no hay problema. Tenemos licores, café de la zona, bebidas frías y calientes”, agrega Jorge.

Un bar, una cafetería, una tienda

Por estar en una zona cafetalera y de clima fresco, surgió la idea de integrar café al concepto. “Después de una buena comida y una buena cerveza, siempre cae bien un cafecito con postre”, dice. De ahí nace también la tienda, donde los visitantes pueden llevarse camisetas, vasos, jarras y otros recuerdos de la marca.

La historia de este lugar comienza en familia. Aunque Jorge es de Santa Ana, frecuentaban Los Naranjos para celebrar ocasiones especiales. Fue ahí, justo a la par de su casa de campo, que vieron una oportunidad y decidieron apostar por algo diferente.

El reto de enseñar un nuevo concepto

Uno de los desafíos más grandes fue romper con la idea tradicional que se tiene del “bar” en El Salvador. Durante el primer año y medio, muy poca gente llegaba. “La palabra bar asustaba. Pensaban que era un lugar para tomar hasta perder el control. Pero nos mantuvimos firmes y con el tiempo la gente entendió que aquí se puede disfrutar una cerveza en un ambiente sano y familiar”.

Y es que 1961 se distingue por su música también: rock de los 60, 70, 80 y 90, funk, rock and roll, y música en vivo los fines de semana. No hay reguetón ni banda, lo que les ha permitido atraer a un público más adulto, familiar y tranquilo.

Más que cerveza: una experiencia completa

Comparte la experiencia 1961” es su eslogan, y no es solo un lema: el local está diseñado como una gran terraza abierta entre jardines y naturaleza. También organizan caminatas a cerros cercanos para quienes buscan explorar más de la zona.

En cuanto a sostenibilidad, Jorge asegura que cuidan mucho el entorno. Separan vidrio y lata, apoyan al tren de aseo y educan a los clientes a no botar basura. También colaboran con parques cercanos para mantenerlos limpios.

Los visitantes pueden futbolito o jenga gigante, y cerrar con un delicioso café de la zona y un postre hecho en casa / Foto cortesía
Los visitantes pueden futbolito o jenga gigante, y cerrar con un delicioso café de la zona y un postre hecho en casa / Foto cortesía

Un bar que impulsa la comunidad

1961 genera empleo para 12 personas de comunidades cercanas y trabaja con fincas locales para el café, verduras y frutas. Además, han hecho mercaditos de emprendedores y colaboraciones con marcas de comida, dándoles un espacio para vender sus productos dentro del local.

Han apoyado el crecimiento de la zona. “Gracias al nombre que tenemos, mucha gente ha empezado a conocer Los Naranjos, que antes no sonaba tanto. Han venido más turistas, se han abierto nuevos Airbnb, restaurantes y la zona está creciendo”.

Expansión, innovación y futuro

Con casi 7 años de trayectoria, 1961 Los Naranjos Bar & Café se sigue reinventando. Recientemente lanzaron Hotel 1961, a solo 100 metros del bar, para que los visitantes puedan quedarse a dormir. También tienen cervezas 0.0 para quienes no quieren o no pueden consumir alcohol, algo que se populariza cada vez más en Europa.

Sus planes futuros incluyen abrir una sucursal en San Salvador, siempre con el concepto de montaña. “Queremos llevar la experiencia 1961 más cerca de quienes no pueden salir lejos. Y seguir ampliando nuestra oferta de cervezas, esta vez en draft”, dice.

Para Jorge, el mayor logro es ver a la gente disfrutar. “Cuando el cliente se va feliz, satisfecho y con ganas de volver, ahí sabemos que vamos por buen camino”.

La idea de éxito de 1961 Los Naranjos Bar & Café nació del deseo de ofrecer un concepto distinto de bar en El Salvador. Tras recorrer varios países de Europa, Sudamérica y hasta Rusia, sus fundadores decidieron emprender con una propuesta que mezcla cultura cervecera internacional y un ambiente familiar.

Con más de 400 variedades de cerveza, el negocio apuesta por la diferenciación y el valor agregado como motores clave para emprender en un mercado cada vez más exigente.

Ubicado en la zona fresca y cafetalera de Los Naranjos, este beergarden salvadoreño rompe con lo tradicional y te invita a vivir una experiencia completa: podés venir con tu familia, tu pareja, tus amigos, e incluso con tu perrito, disfrutar una cerveza bien servida en su copa ideal, jugar ping pong, futbolito o jenga gigante, y cerrar con un delicioso café de la zona y un postre hecho en casa.

“Queríamos traer algo diferente, algo que no existía en el país: un lugar donde se valore la cerveza como se hace en Europa, pero tropicalizado a nuestro estilo”, cuenta Jorge Francisco Javier Escobar Díaz, propietario del local.

El nombre del lugar no es al azar. “1961” hace referencia a la altitud en metros sobre el nivel del mar del cerro El Pilón —conocido también como Los Naranjos—, una imponente montaña que se puede ver desde el mismo local. Ese cerro le da nombre al cantón donde están ubicados, y su entorno natural inspiró toda la esencia del concepto.

Le idea nació con el objetivo de tropicalizar el concepto europeo, ya que han viajado a países cerveceros como Alemania, Bélgica, Noruega, Irlanda y República Checa, para traer al país un estilo nuevo y brindar a los clientes una variedad de cervezas servidas en una base de cristalería, como se acostumbra en el viejo continente. “Queremos que la gente disfrute la cerveza con respeto, que la deguste, que sepa lo que está tomando”, comenta.

Pero 1961 no es solo un bar. Es un espacio familiar, pet friendly y lleno de vida: hay juegos de mesa, ping pong, billar, futbolito, y hasta jenga gigante. También ofrecen un menú diverso, desde cortes premium como ribeye o tomahawk, hasta platos alemanes tradicionales como el currywurst, pretzels, salchichas, empanadas argentinas, hamburguesas y postres hechos por la misma familia. “Y si no tomás cerveza, no hay problema. Tenemos licores, café de la zona, bebidas frías y calientes”, agrega Jorge.

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Un bar, una cafetería, una tienda

Por estar en una zona cafetalera y de clima fresco, surgió la idea de integrar café al concepto. “Después de una buena comida y una buena cerveza, siempre cae bien un cafecito con postre”, dice. De ahí nace también la tienda, donde los visitantes pueden llevarse camisetas, vasos, jarras y otros recuerdos de la marca.

La historia de este lugar comienza en familia. Aunque Jorge es de Santa Ana, frecuentaban Los Naranjos para celebrar ocasiones especiales. Fue ahí, justo a la par de su casa de campo, que vieron una oportunidad y decidieron apostar por algo diferente.

El reto de enseñar un nuevo concepto

Uno de los desafíos más grandes fue romper con la idea tradicional que se tiene del “bar” en El Salvador. Durante el primer año y medio, muy poca gente llegaba. “La palabra bar asustaba. Pensaban que era un lugar para tomar hasta perder el control. Pero nos mantuvimos firmes y con el tiempo la gente entendió que aquí se puede disfrutar una cerveza en un ambiente sano y familiar”.

Y es que 1961 se distingue por su música también: rock de los 60, 70, 80 y 90, funk, rock and roll, y música en vivo los fines de semana. No hay reguetón ni banda, lo que les ha permitido atraer a un público más adulto, familiar y tranquilo.

Más que cerveza: una experiencia completa

Comparte la experiencia 1961” es su eslogan, y no es solo un lema: el local está diseñado como una gran terraza abierta entre jardines y naturaleza. También organizan caminatas a cerros cercanos para quienes buscan explorar más de la zona.

En cuanto a sostenibilidad, Jorge asegura que cuidan mucho el entorno. Separan vidrio y lata, apoyan al tren de aseo y educan a los clientes a no botar basura. También colaboran con parques cercanos para mantenerlos limpios.

Un bar que impulsa la comunidad

1961 genera empleo para 12 personas de comunidades cercanas y trabaja con fincas locales para el café, verduras y frutas. Además, han hecho mercaditos de emprendedores y colaboraciones con marcas de comida, dándoles un espacio para vender sus productos dentro del local.

Han apoyado el crecimiento de la zona. “Gracias al nombre que tenemos, mucha gente ha empezado a conocer Los Naranjos, que antes no sonaba tanto. Han venido más turistas, se han abierto nuevos Airbnb, restaurantes y la zona está creciendo”.

Expansión, innovación y futuro

Con casi 7 años de trayectoria, 1961 Los Naranjos Bar & Café se sigue reinventando. Recientemente lanzaron Hotel 1961, a solo 100 metros del bar, para que los visitantes puedan quedarse a dormir. También tienen cervezas 0.0 para quienes no quieren o no pueden consumir alcohol, algo que se populariza cada vez más en Europa.

Sus planes futuros incluyen abrir una sucursal en San Salvador, siempre con el concepto de montaña. “Queremos llevar la experiencia 1961 más cerca de quienes no pueden salir lejos. Y seguir ampliando nuestra oferta de cervezas, esta vez en draft”, dice.

Para Jorge, el mayor logro es ver a la gente disfrutar. “Cuando el cliente se va feliz, satisfecho y con ganas de volver, ahí sabemos que vamos por buen camino”.

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