¿Cómo cuidar tu bolsillo ante la escasez de frijol? Consejos para enfrentar el alza de precios
El Salvador produce solo la mitad del frijol que consume y depende de Nicaragua; expertos alertan sobre riesgos para precios y autosuficiencia alimentaria.
Por
Evelyn Alas
Publicado el 01 de septiembre de 2025
El frijol sigue siendo básico en la dieta salvadoreña, pero la producción local no cubre la demanda. Cada persona consume 39.6 libras al año y, aunque se requieren al menos 2.4 millones de quintales, apenas se generan 1.3 millones. La diferencia se importa, sobre todo desde Nicaragua, lo que refleja una fuerte dependencia externa. Para 2025 se prevé un leve repunte productivo, pero aún insuficiente. Especialistas recomiendan medidas de ahorro, como comprar al por mayor, alternar con otras leguminosas, almacenar bien y evitar el desperdicio, mientras se esperan cambios estructurales en la política agrícola.
El frijol sigue siendo un alimento esencial en la mesa salvadoreña. Cada persona consume, en promedio, 39.6 libras al año. Pero la producción nacional no alcanza: apenas cubre el 50% de esa demanda, según advierte la gremial Campo.
“Es matemática simple. Si multiplicamos el consumo per cápita por los más de seis millones de habitantes que tiene el país, deberíamos producir al menos 2.4 millones de quintales anuales. El problema es que solo estamos generando alrededor de 1.3 millones”, explica Luis Treminio, presidente de la gremial.
Esto significa que El Salvador necesita importar más de un millón de quintales adicionales cada año para cubrir el faltante. Y lo hace, principalmente, desde Nicaragua, el país centroamericano con mayor volumen de cosecha: más de cuatro millones de quintales anuales, cuatro veces lo que genera El Salvador.
De hecho, entre enero y agosto de 2024, El Salvador importó cerca de 27.9 millones de kilogramos de frijoles, de los cuales 69.4% provinieron de Nicaragua, lo que confirma la fuerte dependencia del mercado externo.

¿Qué esperar para 2025?
Las proyecciones para este año tampoco son alentadoras. Se estima una producción nacional de 2.02 millones de quintales, con un calendario escalonado: el 20% se cosechará en agosto, un 75% entre noviembre y diciembre, y el resto en marzo de 2026. Esto implica que durante gran parte del año el país dependerá del inventario almacenado o de las importaciones.
“La brecha se mantiene. Es muy difícil que logremos la autosuficiencia sin un cambio estructural en la política agrícola y apoyo directo a los pequeños productores”, enfatiza Treminio.
¿Cómo cuidar el bolsillo ante esta situación?
Aunque el precio del frijol se ha mantenido relativamente estable en los últimos meses, el riesgo de aumentos siempre está latente cuando se depende de factores externos como el clima en países vecinos, el precio internacional o los costos de transporte.
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Según la gremial se pueden tomar estas medidas recomendadas para que las familias salvadoreñas no se vean tan afectadas:
- Comprar por quintal o en asociaciones de consumidores: Aunque representa una inversión inicial mayor, comprar al por mayor permite ahorrar hasta un 25% en comparación con compras semanales o diarias.
- Alternar con otras fuentes de proteína vegetal: Productos como la lenteja, el garbanzo o la soya pueden ser aliados nutricionales y, en ciertos períodos, más accesibles.
- Almacenar adecuadamente: Si se compra frijol en cantidades grandes, es importante almacenarlo en recipientes herméticos y en lugares secos para evitar pérdidas por humedad o plagas.
- Aprovechar ferias agrícolas o mercados locales: Muchas veces ofrecen precios más bajos que supermercados, y se puede encontrar producto fresco de cosechas recientes.
- Evitar el desperdicio en casa: Cocinar porciones adecuadas y reutilizar el frijol cocido en diferentes recetas puede ayudar a extender su uso.
Mientras no se logre fortalecer la producción local y reducir la dependencia externa, la mejor herramienta será la prevención y la planificación del gasto familiar. El frijol, símbolo del plato típico salvadoreño, seguirá presente, pero cuidar su acceso será clave en los próximos años.
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