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Industria celebra aumento al salario mínimo, pero en la agricultura lo hacen con matices
La ASI mostró su satisfacción ante el porcentaje de aumento al salario mínimo para el sector. En la agricultura, aunque fue del 25%, sus representantes expresan mayores retos para la producción si no se acompaña con medidas complementarias.
La aprobación del aumento al salario mínimo tuvo una buena recepción de los representantes de diferentes sectores económicos, aunque, en casos como la agricultura, tuvo sus matices.
Jorge Arriaza, presidente la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), afirmó que estaban satisfechos con la decisión, que se aprobó de manera unánime por el Consejo Nacional del Salario Mínimo (CNSM). Para su sector, la industria, el aumento fue del 12%.
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"Los tres sectores, laboral, empresarial y Gobierno estuvimos de acuerdo. Era necesario este incremento... consideramos que el monto era el factible y que ya habían propuestas en este sentido", aseguró.
Para Arriaza, que el aumento entre en vigencia con tanta rapidez (apenas cinco días después de que se hiciera público) no tomará desprevenidas a las empresas de su sector, pues, en su opinión, "ya se venía analizando y discutiendo el tema".
"Como gremial, vamos a dar todo nuestro apoyo a los socios, a las empresas, para que pueda (el aumento) cumplirse debidamente", dijo.
El principal riesgo que emprendedores y economistas plantean de la celeridad con la que entrará el aumento en vigencia y, por tanto, el poco espacio que tendrán las micro y pequeñas empresas para prepararse, es que puede obligarlas, en el caso de aquellas que apenas se mantienen a flote, a cerrar o a regresas a la informalidad.
El estudio "Estado de la Mype 2024: La Otra Cara de la Economía", de la Fundación Salvadoreña de Apoyo Integral (FUSAI), reveló que solo tres de cada 10 mypes se han podido formalizar, aunque muchas más han tenido la intención de hacerlo. Por tanto, la informalidad suele ser más una consecuencia de barreras estructurales que una elección deliberada de los emprendedores.
En este sentido, la propuesta de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CAMARASAL) era que el aumento se diera de manera escalonada, es decir, con porcentajes distribuidos en diferentes años.
La paradoja del aumento en el campo
Luis Treminio, presidente de CAMPO, presentó junto a otras organizaciones una propuesta para que el salario mínimo aumentara en un 25%, lo que terminó ocurriendo exclusivamente para el trabajo agrícola.
"Dieron el aumento que nosotros buscábamos, esos nos llena de alegría", comenta.
Sin embargo, tanto Treminio como otros representantes son conscientes de las dificultades para cubrir sus costos que encuentran los productores en el campo y que este aumento se traducirá en mayores complicaciones.
"La materia prima que producimos no compensa el alza del salario. Dependemos de los precios. Son productos que no son altamente rentables. Imaginate que un quintal de maíz, en este nuevo escenario, te va a costar producirlo unos $25, cuando en el mercado se vende a $16", dice Mateo Rendón, coordinador de la Mesa Agropecuaria, Rural e Indígena.
Por eso, en la propuesta que presentaron junto a CAMPO y otras organizaciones plantearon medidas de acompañamiento económico para menguar los efectos negativos que pudiera tener el alza. En este sentido, sugirieron que el apoyo no fuera en efectivo, sino en la entrega de insumos, en la eliminación del IVA a estos y en la compra a precios preferenciales por parte del Estado del producto local.
"Si estos tres elementos se cumplieran, creemos que el sector no se viera golpeado", manifestó Treminio.
Para Treminio, en el escenario en el que no se presenten estas ayudas, el aumento podría traducirse en una disminución de la producción nacional, que, al menos en los granos básicos, está proyecta en 19.2 millones de quintales, la mejor desde 2021.
"A pesar de que en el campo se maneja mucho la informalidad, los trabajadores sí exigen lo que lógicamente les corresponde por ley. Creemos que la ayuda gubernamental será crucial para que el aumento sea beneficioso en todos los sentidos", opinó Treminio.
"Aprueban cosas sin consultarle a nadie. Bajo esa óptica, aprueban lo que ellos consideran, sin opiniones de los sectores. Antes tenías la facilidad de que podías ir a la Asamblea a dar tus opiniones. Hoy tenemos el problema de que no es así. Nos estamos acostumbrando a este procedimiento. Son cosas inconsultas. Harán más irrentable el agro", comenta Rendón.