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Salvadoreño Eleazar Sánchez conquista Europa con su pintura
Desde sus inicios en El Salvador hasta su reconocimiento internacional, el joven maestro fusiona materia y espíritu a través de su propuesta visual.
Con una visión intimista y única, Eleazar Joel Sánchez Martínez se ha forjado un lugar privilegiado en el panorama artístico europeo. Su obra, que abarca desde el surrealismo hasta expresiones abstractas y sacras, es el reflejo de una vida marcada por la transfiguración de la realidad y el simbolismo cultural, permitiendo a los espectadores descubrir parte de sí mismos en cada trazo.
El camino del compatriota en el mundo del arte comenzó en 1997, cuando se graduó como profesor en la Academia de Bellas Artes de El Salvador.
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Desde sus primeros pasos, se sumergió en el estudio de técnicas clásicas y la experimentación personal, lo que le permitió desarrollar un lenguaje pictórico propio. “La pintura siempre ha sido mi forma de dialogar con la vida, de transformar lo material en espiritual”, señala el artista nacionalizado italiano.
En el año 2002, impulsado por la búsqueda de nuevos horizontes, el salvadoreño emprendió un viaje que lo llevaría a Italia. Fue en Sicilia donde encontró el encanto de una tierra que, con su nobleza y tranquilidad, inspiró al joven maestro a explorar nuevos desafíos artísticos. Este tránsito marcó el inicio de una carrera que lo posicionaría como una voz destacada en el surrealismo europeo.
Entre los años 2004 y 2010, Eleazar estableció un diálogo entre la pintura y el teatro, participando en proyectos de escenografía para instituciones públicas y privadas. Empero, su reputación en Italia se consolidó con la obtención de un Diploma Honoris Causa en la “Clase de Pintura” de la Academia Internacional “Ciudad de Roma”, impulsado por la embajada de El Salvador en Roma, en colaboración con el Instituto Italo Latinoamericano de Roma (IILA) y la Academia. El galardón fue otorgado en el marco de la exposición colectiva “El Salvador Hoy”, iniciativa que buscaba difundir la cultura salvadoreña en el extranjero.
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Su vinculación con el arte sacro se destacó con obras como la representación de la Virgen del Fileremo, realizada para la delegación de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén en el Priorato de Catania, y la donación de dos obras de la "Virgen de la Paz” a las Embajadas de El Salvador ante la Santa Sede y la república italiana. Estas contribuciones las donó durante la entrega de la distinción de Honor al Mérito, que le entregó el Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador.
ABRIENDO PUERTAS
En 2014, Eleazar alcanzó un hito importante al pintar un retablo encargado por la Capellanía General de los Migrantes de Lombardía, expuesto en la Basílica de Santo Stefano Maggiore en Milán, durante la beatificación del mártir Monseñor Óscar Romero. Ese mismo año, fue parte de la delegación salvadoreña que se reunió con el Papa Francisco, donde presentó un retrato del Obispo Romero, consolidando aún más su vínculo con el arte sacro contemporáneo.
El año 2016 marcó otra etapa en su carrera con una exposición en el Museo Diocesano de Piazza Armerina en Sicilia, la cual extendió su notoriedad y le abrió las puertas a nuevos patrocinios para futuras muestras en Italia y otros países europeos. En 2017, su creatividad se expandió más allá del lienzo, colaborando en el proyecto Bistro-Galería “Saley-Art” en Niza, donde fusionó gastronomía y arte, creando una experiencia multisensorial para sus visitantes.
A lo largo de su carrera, el pintor salvadoreño ha sabido combinar temas personales, provocativos y espirituales, trascendiendo el lenguaje visual y evocando profundas emociones en sus espectadores. Su obra se erige como un puente entre la cultura salvadoreña y la escena artística internacional, siendo testimonio de la capacidad transformadora del arte.
Con una trayectoria que sigue en ascenso, Eleazar continúa explorando nuevos desafíos creativos y reafirmando su compromiso con la difusión de la cultura y el arte salvadoreño en el ámbito global.
(nota asistida con IA)