La situación sigue siendo «seria» tras las declaraciones del presidente estadounidense electo sobre la adquisición de Groenlandia, consideró el jueves la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, al día siguiente de una conversación telefónica con Donald Trump.

Justo antes de Navidad el presidente electo, cuyo hijo visitó brevemente Groenlandia como «turista», había estimado que el control del territorio autónomo danés era «una necesidad absoluta para la seguridad nacional y la libertad en todo el mundo», sin descartar el uso de las fuerzas armadas ni el aumento de los aranceles sobre los productos daneses para lograr sus objetivos.

Estados Unidos es el mayor mercado de exportación de Dinamarca.

Durante una conversación telefónica el miércoles, Trump, que asumirá su cargo el lunes, no retiró sus amenazas económicas, indicó Frederiksen.

«Es una situación seria», afirmó durante una rueda de prensa.

Durante su conversación con el presidente electo, Frederiksen le recordó que corresponde a Groenlandia decidir su independencia.

«Groenlandia no está a la venta», repitió en las últimas semanas el primer ministro del territorio autónomo, Mute Egede.

El lunes se mostró a favor de fortalecer los lazos con Washington, según la radio y televisión pública groenlandesa KNR.

Territorio de 2,2 millones de km², cubierto 80% por hielo, Groenlandia fascina por sus supuestos recursos minerales y su importancia geoestratégica.