Carta al Tribunal Electoral: ¿Tendrán el valor de evitar un fraude?

Magistrados:
Bajo sus narices están preparando para el 2024 las condiciones para un fraude electoral de grandes dimensiones. Ustedes son los llamados a cuidar la limpieza de las elecciones -la última línea de defensa. Porque las otras instancias de control -la fiscalía y la Sala de lo Constitucional- ya no funcionan, empeñaron su independencia y se supeditaron a la voluntad del presidente.

Hay quienes dicen: ¿Y para qué Nuevas Ideas va a cometer fraude, si tienen suficiente apoyo popular? Bueno, el apoyo popular lo tiene el presidente, no el partido. Es por eso que el primer gran fraude es volver a ponerlo de candidato, aunque la Constitución no lo permita. Pero además, las elecciones del 2024 no sólo son de presidente, son también de diputados. El régimen que Bukele está construyendo -y que lo quiere prolongar más allá de su mandato legal- solamente funciona con el control total de la Asamblea. Control total significa: mayoría calificada de dos tercios de los 84 diputados – mayoría que permite poner y quitar a cualquier magistrado (tanto de la Corte Suprema, como de la Corte de Cuentas y del Tribunal Electoral), al fiscal general a los procuradores. El control total significa que la oposición no dispone de la llave para vetar decretos inconstitucionales.

Esta será la gran batalla del 2024: Mantener este control ilimitado versus el intento de la oposición de volver a establecer un balance en la Asamblea que le permita evitar los abusos. Para esto, necesita alcanzar por lo menos 29 diputados. Esto es lo que está en juego en el 2024 – y por eso están preparando el fraude.

Saben que jamás lograrían un triunfo tan aplastante sin Nayib Bukele en la papeleta. Por eso tuercen la Constitución para legitimar su reelección.

Dudan si, aun con el presidente corriendo nuevamente, logren suficiente votos en las elecciones legislativas para mantener el control total. Por eso la manera tramposa en la cual quieren implementar el voto en el exterior:
• Permitirán que cientos de miles de salvadoreños voten, sin que estén registrados en el padrón electoral. Esto le quita al Tribunal la posibilidad de vigilar la legitimidad de cada voto. Abre el camino a introducir votos dobles y de personas inexistentes.

• Los que no están en el registro de votantes del TSE, que es el caso de casi la totalidad de los salvadoreños de la diáspora, podrán votar mediante el voto electrónico por Internet, sin ningún mecanismo de verificación.
• Todos estos votantes vía voto electrónico serán asignados al departamento de San Salvador, no a los departamentos de su procedencia, como sería lógico.

• Esto significa que el total de votos en San Salvador, donde se compite por 24 curules, se aumenta, posiblemente por 300 mil votos.

• De esta manera, se aumenta el número de votos necesarios para obtener una diputación, lo que se convierte en una barrera casi insuperable para los candidatos de los partidos minoritarios. El partido mayoritario -Nuevas Ideas- posiblemente se quedaría con los 24 diputaciones de San Salvador.

• Los salvadoreños en el exterior, que sí tienen DUI y están registrados por el TSE, votarían en los consulados, emitiendo su voto en unas máquinas. Cada consulado tendrá una Junta Electoral, pero sin representación de los partidos. Esto abre otro camino para el fraude.

Ustedes como Tribunal son la máxima autoridad en asuntos electorales. Son los jueces que deciden qué está pegado a ley y qué no. Ustedes pueden revisar e incluso revertir cada una de estas previsiones peligrosas que decretó la Asamblea, pero que ponen en peligro la limpieza de las elecciones. Tienen el poder de hacerlo – incluso en el caso de la reelección del presidente. Pueden declarar inaplicable las nuevas reglas inventadas por la Sala y por Nuevas Ideas en la Asamblea.

La cuestión del millón es: ¿Tendrán la integridad, la independencia y el valor de hacer valer la ley y corregirle la plana a Nuevas Ideas? Sólo ustedes lo pueden responder ante el pueblo y la historia.

Saludos, Paolo Lüers