¿Quieres lucir un rostro más joven? Este es el tratamiento más barato y efectivo
Exfoliar, desinflamar y prevenir arrugas son algunos de los beneficios que un cubito de hielo puede proporcionarle a tu rostro. Aprende cómo debes usarlo para lucir una piel más sana y radiante.
¿Quién no querría tener una piel hermosa, libre de grasa y otras imperfecciones? Y si es gratis, mucho mejor. Pues eso puede conseguirse con uno de los trucos al que quizá no se le dado el reconocimiento que en verdad tiene: el uso de los cubos de hielo.
Es una terapia fácil, barata y muy versátil que prácticamente todos tenemos en el refrigerador, y que seguramente hemos utilizado alguna vez para reducir la inflamación por algún golpe.
Sin embargo, también resulta muy útil para aliviar algunos problemas de la piel y aquí te decimos cómo utilizarlo.
1. Recobra la luminosidad
Recupera el brillo de tu rostro con el frío del hielo, que aumenta la circulación llevando sangre y color a tu piel. Tu tez lucirá luminosa y saludable incluso antes de maquillarte.
Primero lava y seca bien tu cara. Luego envuelve el cubito de hielo con un paño limpio o colócalo en una bolsa de plástico y masajea suavemente sobre tu rostro y cuello, pero evita el área alrededor de tus ojos. Después deja que la piel se seque de forma natural.
2. Reduce y retrasa la aparición de arrugas
Las arrugas son inevitables a medida que se envejece, pero si cuidas tu piel y la mantienes bien hidratada puedes retrasar su aparición. En este caso, el hielo ayuda a dar un efecto tensor y a conservar la humectación.
Lávate la cara con agua tibia y luego sécala. Envuelve el hielo y deslízalo suavemente por tu rostro hasta que se derrita. Esto también cerrará los poros.