¿Por qué es importante retribuir al personal médico?

Mientras una buena parte de la población a nivel internacional honra al personal de salud que atiende los casos de COVID-19, también se extiende una nueva pandemia entre la humanidad: la ingratitud, estigmatización y discriminación al equipo médico que trabaja contra el mortal virus.

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El agradecimiento mundial es notorio. / Foto Por EDH / Shutterstock

Por Diana Orantes

2020-04-17 5:30:41

Los aplausos se han convertido en la acción más habitual a nivel mundial para agradecer el trabajo que realiza el personal de salud.

Desde Italia hasta Israel, en Latinoamérica y todos los continentes la gente aplaude, felicita y canta desde los balcones de sus casas a los héroes de esta pandemia.

Desgraciadamente no todos reconocen el esfuerzo de estos profesionales que exponen su vida para salvaguardar la de otros.

La falta de solidaridad, el desprecio, el desagradecimiento, la carencia de empatía y otros comportamientos negativos hieren a los médicos y enfermeras en silencio. Aunque su trabajo les ennoblece también los estigmatiza.

Hay perfiles que son incapaces de ser agradecidos, así lo aseguró la psicóloga española Valeria Sabater. Lejos de ser un comportamiento aislado, se ve con frecuencia en el tejido social y más durante la pandemia. Lo cierto es que la ingratitud tiene una serie de orígenes psicológicos y carencias emocionales.

El psicólogo de Tel Aviv (Israel) Pinhas Berger realizó un estudio en el Ruppin Academic Center con sus colegas en 2019 y descubrieron que la gente que no expresa gratitud está perdiendo una fuente potencial de realización.

También separaron dos conceptos: gratitud como estado y gratitud como rasgo. El primero se asocia a un recogimiento momentáneo, pero no quiere decir que alguien sea agradecido todo el tiempo. El segundo es más auténtico y forma parte de las características inherentes de un individuo. Por lo tanto hay bienestar y felicidad verdaderas.

Los investigadores alertaron que es imposible enfrentarse a los desagradecidos y exigirles que cambien. En su opinión, una intervención en privado, no amenazadora y presentarles oportunidades para que estas personas ofrezcan las gracias por cosas simples podrían ayudarles a ver desde otra perspectiva.

Los indagadores sugieren no desesperarse ante estos individuos hostiles, pero con paciencia y un poco de instrucción pueden cambiarlos eventualmente hasta que acumulen un mejor comportamiento.

El abogado y defensor de los derechos humanos Ramón Antonio Veras, de República Dominicana, hizo una lista de todas las características de un desagradecido; estas personas cultivan el olvido, desprecian recordar, procuran no tener en su mente recuerdos positivos, no se acuerdan de ningún favor y tienen amnesia selectiva.

No valoran los gestos de atención, no toman en cuenta deferencia, cortesía o atención, carecen de miramiento a cosas positivas, están dominados por la imprudencia, les da lo mismo comenzar una campaña difamatoria o sumarse a acciones desleales contra aquel o aquellos por los que fueron favorecidos o protegidos, no se compadecen de nadie, pagan con crueldad, carecen de sensibilidad, ultrajan, tratan de no estar solos en su accionar, encizañan, se mueven sigilosamente y su labor funesta contamina los ambientes.

Desde que inició el coronavirus los medios de comunicación y las redes sociales han divulgado muchos casos de médicos y enfermeras que enfrentan la discriminación y el repudio de sus comunidades. Este comportamiento deja entrever la falta de agradecimiento que inunda a las sociedades provocado por el miedo y la incertidumbre.

Sin embargo, otra parte de la gente reconoce el trabajo incondicional de los profesionales de salud y las muestras de afecto se han extendido a todos los espacios, incluso virtuales.

Por ejemplo, el pasado seis de abril Google mostró una serie de Doodles para homenajear a los equipos de salud de todo el mundo. “A los trabajadores del sistema público de salud y a la comunidad científica, gracias”, dicen las imágenes que se posicionaron en el buscador durante una semana.

También El Salvador realizó un homenaje en reconocimiento a los médicos y enfermeras del país cuando el pasado siete de abril el monumento al Divino Salvador del Mundo se iluminó de rojo y, según dijo el edil Ernesto Muyshondt, permanecerá así durante el tiempo que dure la emergencia. Como esta, hay otras iniciativas imitables para devolverles la sonrisa, ánimo y esperanza. Conoce qué han hecho otros países y ciudades.

En China


Cuando la situación comenzó a estabilizarse y el país oriental llevaba dos días sin reportar un contagio local nuevo, unos 132 médicos y enfermeros volvieron a casa. Para sorpresa de ellos, los edificios más altos de unas 20 ciudades fueron iluminados con sus rostros. Se necesitaron 50,000 pantallas digitales para hacer el cumplido y agradecerles su ardua labor.

En Cuba
El cañonazo es una manifestación cultural propia de Cuba que se practica desde el siglo XVIII y es Patrimonio Cultural de ese país. La ceremonia se hace diariamente a las 9:00 p.m. para avisar a los ciudadanos y turistas que la ciudad se cierra. Por el COVID-19 esta actividad se ha adaptado y ahora consiste en una lluvia de aplausos que los habitantes dedican al personal médico. El presidente de esta isla, Miguel Díaz, comentó en Twitter: “Cada palmada es una medalla en el pecho de los que no descansan para que todos sigamos vivos”.

En México
Hace cuatro días varios policías de la Comisión Estatal de Seguridad de Ciudad Juárez hicieron sonar las sirenas de sus unidades frente a los hospitales de la ciudad. Se trasladaban en caravana para llevar el mensaje a la población de quedarse en casa y aplaudir a las mujeres y hombres que trabajan para salvar vidas.

En Washington (EE. UU.)
La Catedral Nacional de Washington D. C. mostró en su fachada la palabra “Gracias” como muestra de apoyo y solidaridad con el personal de salud. Esta iglesia, al igual que las del resto del mundo, cerró hace unas semanas por la pandemia, pero en su fachada prevalecerá la gratitud.

En Lima (Perú)
Desde los balcones de los edificios de Lima los habitantes suelen entonar a todo pulmón “Contigo Perú”. El considerado segundo himno de esa nación es dedicado al personal sanitario, policías, militares y bomberos. La tonada se caracteriza por el mensaje esperanzador que arranca lágrimas de los habitantes, además anima a devolver la fe de que su país vencerá la prueba.

En Nueva York (EE. UU.)


Uno de los edificios más famosos de la Gran Manzana es el Empire State Building. El pasado 31 de marzo se iluminó de rojo, aparentando una ambulancia en honor al personal médico que atiende la pandemia en primera línea. En el Instagram del rascacielos los encargados dijeron que se iluminaría de rojo todas las noches. “Nuestras luces se esparcirán por el corazón de América con un rojo y blanco y una sirena en honor a los héroes de emergencias médicas frente a la batalla”, rezaba el mensaje. En la populosa ciudad, las muertes por COVID-19 ocurren constantemente.

Desde Bucarest (Rumania)
La Orquesta Sinfónica de Bucarest decidió componer un vals para el personal sanitario de todos los países. Los músicos viven en diferentes partes del mundo, pero eso no impidió crear la composición. Desde sus hogares grabaron las interpretaciones y todas se unieron con un programa de edición. El resultado se llamó “El vals de la tarde”.

En Francia
Acá nació la iniciativa Appart Solidaire en asociación con el ministerio responsable de la ciudad y la vivienda y la plataforma digital Airbnb, que gestiona la oferta de alojamientos. Se trata de una operación solidaria para ayudar al personal de enfermería, trabajadores sociales y voluntarios ofreciéndoles centros de alojamiento gratuitos mientras atienden la emergencia por el COVID-19 y así no tengan que volver a casa donde podrían infectar a su familia.

En España
La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) impulsó la campaña virtual #GraciasPorCuidarme. Cualquier persona, desde todas partes del mundo, puede compartir en su cuenta de Twitter dedicatorias, frases, fotografías, videos o dibujos usando el hashtag para agradecer no solo al personal médico, sanitario y científico, también a quienes hacen labores de cuidado doméstico, cuidado de adultos y niños, trabajadores de la enseñanza, distribuidores, cajeros, repartidores a domicilio, agricultores, pescadores, periodistas, cajeros y ganaderos.