Cada 19 de noviembre se celebra el Día Internacional del Hombre, pero durante todo el mes en muchos países tiene lugar un evento denominado Movember, cuyo objetivo es sensibilizar a las personas sobre los problemas de salud masculina, en especial el cáncer de próstata y testicular, pero también recauda fondos para la investigación en estos campos.
Y es que a diferencia de las mujeres que desde temprana edad deben someterse a chequeos de salud periódicos, lo común para los hombres es evitar las consultas médicas, tal como lo demostró una encuesta de la Cleveland Clinic en la que solo la mitad de los 1,174 participantes dijo hacerse revisiones de forma regular.
La página oficial de la iniciativa movember.com asegura que los hombres están enfrentando una crisis de salud que los lleva a la muerte cuando aún son muy jóvenes, y agregan que en todo el mundo, de media, ellos mueren seis años antes que las mujeres. De ahí la necesidad de educar a la población masculina en el tema de prevención.
¿Qué los afecta?
El cáncer de testículo y el de próstata tienen un gran impacto en la vida de los hombres, siendo este último el segundo cáncer más común a nivel mundial, con 1.3 millones de nuevos casos cada año, cifra que podría elevarse a 1.7 millones en el año 2030.
Para evitar este panorama y concienciar a la población masculina sobre esta problemática, cada 17 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la lucha contra el cáncer de próstata.
Este padecimiento se produce cuando se da un crecimiento anormal y desordenado de las células, que comienza en la región posterior de la glándula prostática y da lugar a un tumor capaz de invadir otras partes del organismo, como los nódulos linfáticos y los huesos.
Un detalle importante y preocupante, de acuerdo con movember.com, es que no todos los hombres presentan síntomas de cáncer de próstata mientras la enfermedad se desarrolla. Pero aclaran que un médico sí es capaz de detectarlos en un chequeo de rutina.
Por ejemplo si la función urinaria o sexual de la persona se ve afectada, podría indicar la presencia del cáncer. De ahí que algunos de los síntomas que se deben vigilar son:
– Necesidad de orinar con frecuencia, especialmente por la noche.
– Dificultad al empezar la micción o al retener la orina.
– Flujo de orina débil o interrumpido.
– Dolor o ardor al orinar.
– Dificultad de tener una erección.
– Dolor al eyacular.
– Sangre en orina o semen.
Diagnóstico temprano
Para evitar un cuadro complicado, lo ideal es que los hombres se sometan habitualmente a pruebas de detección como el PSA (Antígeno prostático específico, que se hace en sangre) y el tacto rectal, que es una exploración sencilla, rápida e indolora a través del orificio anal.
La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) indica que para esta maniobra el urólogo utiliza un guante lubricado, y luego introduce un dedo a fin de palpar la superficie de la próstata, que se sitúa en la parte anterior del recto. Esto dura algunos segundos, pero brinda al especialista una cantidad de información muy valiosa.
Entre las alteraciones que pueden descubrirse están: nódulos o irregularidades en la superficie, aumento de la consistencia en una porción de la próstata o de manera difusa y alteración en los bordes de la glándula.
Sin duda esta es una prueba temida y sobre la que pesan más prejuicios, especialmente en las sociedades donde impera un pensamiento machista. Y no está de más decir que es uno de los principales obstáculos para que los hombres acudan a chequearse.
Por lo mismo es importante hacer conciencia sobre el hecho de que realizarse una prueba de detección transrectal no hace a nadie más ni menos hombre. Por el contrario es una oportunidad de prevenir complicaciones o de mejorar la calidad de vida.
Además si eres mayor de 50 años y si tu padre o hermanos han padecido este tipo de cáncer debes estar atento a tus chequeos.
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El exhortación final de la iniciativa Movember a los hombres es que cada uno conoce su cuerpo mejor que nadie. De ahí que si notas que algo no va bien, no lo dejes pasar con la esperanza de que desaparezca solo, ve al médico a que te lo examine. “La detección temprana es el factor más importante en el tratamiento de enfermedades graves”, indican.