Cáncer de próstata y sus avances en métodos de diagnóstico y procedimientos

Con el tiempo los métodos de detección y tratamientos han logrado progresos mayúsculos, tanto así que ya no es imperante pasar por el quirófano, pero los médicos dejan claro que cada paciente es un caso individualizado.

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Si en tu familia hay algún caso de cáncer de próstata, debes comenzar a realizarte exámenes desde los 40 o 45 años. / Foto Por EDH / Shutterstock

Por Elis Silva

2019-12-21 8:00:09

En las últimas décadas, el cáncer de próstata se ha convertido en la enfermedad oncológica más frecuente en los hombres mayores de 50 años, superando así a otros tipos de cáncer históricamente más habituales, como el carcinoma de pulmón y de recto, así lo aseguró el oncólogo radioterapeuta del Centro Internacional de Cáncer Víctor Caceros.

El médico manifestó que actualmente esta patología oncológica es la que provoca mayor cantidad de muertes y discapacidad.

Esta afección no se detecta tan fácilmente, usualmente el paciente recurre al centro médico cuando los síntomas se hacen notorios. “Va progresando lentamente y la desventaja más grande es que los síntomas suelen hacerse presentes cuando la enfermedad ya ha tomado toda la próstata o cuando es una enfermedad en etapa intermedia o avanzada”, explicó Caceros en una entrevista.

Este tipo de cáncer está ligado principalmente a la herencia genética, por lo que si en una familia existe un caso es necesario que los integrantes masculinos acudan al médico después de los 40 o 45 años para realizarse chequeos.

Este padecimiento también está relacionado con factores de la dieta (rica en grasas y baja en fibras), el medio ambiente, algunos hábitos (consumo de tabaco y alcohol) o haber sufrido infecciones en la próstata previas, bacterianas o virales.

Las primeras señales en manifestarse son la nicturia (expulsión involuntaria de orina durante la noche), “dificultad para orinar o disminución del calibre del chorro urinario, chorro intermitente, goteo y/o residual en la vejiga”.

“Esos son los síntomas más importantes, aunque también puede estar presente sangre en la orina, semen sanguinolento, dolor en la eyaculación, dolor al orinar… digamos que son en general los indicios más importantes”, añadió Caceros.

“Cuando la enfermedad es más avanzada o da metástasis, dependiendo del lugar de la metástasis, así son los síntomas. Dolor óseo cuando hay metástasis óseas, dolor pleural cuando está los pulmones o disfunción hepática cuando hay metástasis en esos órganos”, agregó.

Uno de los tratamientos asociados al cáncer de próstata es la intervención quirúrgica, pero en la actualidad existen no solo mejores métodos de diagnóstico, sino también procedimientos sobresalientes que no requieren de cirugías que además lleven consigo varios efectos secundarios.

Este mal podría erradicarse por completo del cuerpo del paciente si se detecta a tiempo. De ahí la importancia de la visita al médico.

¿Cómo detectarlo?

– El tacto digitorectal, que es un procedimiento que se hace rutinariamente durante el examen físico, es una técnica que dura máximo de 10 a 15 segundos. Se palpa la próstata a través del recto.
– La prueba en sangre de PSA (antígeno prostático específico). Aunque el hecho de que el PSA esté negativo no exime que el paciente pueda tener cáncer, son complementarios ambos estudios (junto al táctil).
– Ultrasonido prostático, pélvico o la resonancia magnética.

Radiocirugía es una mejor alternativa

Cuando el cáncer de próstata ya fue detectado, lo primero que el paciente debe hacer es junto con su médico crear una adecuada etapificación de la enfermedad. Según la etapa, se decide cuál es el tratamiento oportuno.

“No existe una receta de cocina para todos los pacientes, cada procedimiento debe ser debidamente individualizado. A veces se puede hacer la cirugía, con todos los efectos secundarios que tiene”, expresó el oncólogo radioterapeuta Víctor Caceros.

También está el tratamiento hormonal, que es la aplicación de inyecciones e ingesta de pastillas con el propósito de disminuir los porcentajes circulantes de testosterona —bloquea la producción de testosterona—, que es la hormona que hace crecer al cáncer de próstata. Este proceso congela la enfermedad mientras se instaura un método más radical.

Pero ahora también hay procesos modernos que cumplen con la meta de mejorar la salud del paciente sin que este sufra efectos secundarios y sin interrumpir su vida cotidiana familiar o laboral. “Son menos tóxicos, menos agresivos para el paciente y tienen el mismo o mejor probabilidad de control definitivo de la enfermedad”.

Cada vez son más países los que usan tecnología de primer nivel. Foto EDH / AFP

La radiocirugía de próstata, que contrario a lo que muchos piensan no se trata de una cirugía, se basa en el uso milimétricamente preciso de dosis altas de radiación que se dirigen externamente hacia la próstata, utilizando máquinas de alta tecnología.

“Estos rayos que vienen desde afuera y se dirigen a la próstata se aplican en un periodo muy corto en dosis muy altas por sesión. De hecho, el tratamiento dura cinco días, de lunes a viernes (…) no requiere de hospitalización, es 100 % ambulatorio, es indoloro, no tiene efectos secundarios graves”, señaló Caceros, quien agregó que son los aceleradores lineales los que hacen esta labor.

En Centroamérica, El Salvador es el único país que posee dos equipos para realizar este novedoso procedimiento que se lleva a cabo en el Centro Internacional de Cáncer.

A través de la tomoterapia helicoidal y el Cyberknife (radiocirugía robótica) se dan dosis altas de radiación en forma ambulatoria. De acuerdo a las estadísticas de Caceros, cuando se está en etapa temprana “tiene una probabilidad de cura del paciente hasta del 98 % de los casos y la probabilidad de toxicidad es muy baja”.

En los casos intermedios puede intercalarse con hormonoterapia y en los avanzados (metástasicos) se administran dosis más bajas durante más tiempo y sesiones.