La edición digital de Vogue México destacó el tema los primeros días del nuevo año, pero en Londres es tendencia desde hace ya varios meses, gracias al trabajo que realiza la artista de cejas de las celebridades inglesas Tracie Giles.
Y si bien técnicas como el “shading” y el “microblading” tomaron auge desde el 2018, en el primer año de la tercera década del siglo XXI lo natural remarca la tendencia.
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Giles ha ganado fama con una propuesta de “microblading” que dibuja las cejas respetando la forma natural lo más fiel posible.
Si en el pasado se lucían muy ordenadas, con una pincelada simétrica, Giles une cada trazo del vello en un patrón en “W”, ofreciendo una apariencia hiperrealista.
“El efecto cruzado de las pinceladas del pelo y la forma en que la luz atrapa la ceja produce un acabado tridimensional mucho más natural que la técnica tradicional”, se lee en la nota de Vogue México.
Hace un par de años, la española Anabel Gornés expresó a EFE que si bien las cejas han tomado protagonismo y se apuesta por la maxiceja, un “buen diseño es vital ya que cambia notablemente el gesto y el rostro”.
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En efecto, tal y como lo destaca Gornés “al margen de las tendencias, una ceja fina puede envejecer, (y) lo mismo ocurre si tienen una separación excesiva”.
En sus redes sociales, Giles destaca que existen en el mundo personas que sufren de una diversidad de padecimientos que terminan por afectar los vellos en su rostro.
Muchas mujeres y hombres ven con el tiempo como sus cejas se desvanecen o cómo un tratamiento médico las termina por desaparecer. También está el grupo de individuos que de tanto someterse a técnicas de belleza y procesos de depilación afectan el crecimiento normal de las cejas.
Para todos ellos, esta nueva propuesta de “microblading” les ofrece la oportunidad de recobrar una apariencia natural.
“Un buena ceja rejuvenece, abre el ojo, se debe trabajar hasta conseguir un resultado natural al margen de plantillas y formas prediseñadas, ‘las cejas son hermanas, no gemelas’, puntualiza Gornés”, en la nota de EFE España.
Basta un par de horas para recuperar la forma natural de las cejas y volver a enmarcar sus ojos. Claro, como es una especie de tatuajes a base de pigmentos naturales, después de someterse al procedimiento hay que brindar ciertos cuidados al rostro para evitar complicaciones y lograr que el efecto dure el mayor tiempo posible. Según Vogue, esta técnica puede durar en buen estado hasta un año.