Hace pocos días, la Universidad de Sunshine Coast, Australia, reveló que un “extraño” pico está apareciendo en el hueso que está justo encima del cuello. ¿Qué lo ha provocado? Sí, el uso extremo de aparatos electrónicos. Ahora, unas imágenes de cómo podría verse el cuerpo humano en el año 3000 dan la vuelta al mundo e impactan. Las transformaciones también se deben a la tecnología.
El sitio TollFreeForwarding.com fue el encargado de crear a Mindy, una modelo de representación corporal que refleja cómo el ser humano podría mutar ante la “hiperconexión” a la que está expuesta.
Y es que los datos sobre el uso continuo son alarmantes: de acuerdo con el gigante Apple, sus usuarios pasan una media de cinco horas conectados al día. En españa 7.6 millones de usuarios se consideran adictos a su smartphone y en Argentina una investigación reveló que el 19 % de los encuestados aceptó haber revisado el móvil, incluso, durante su propio casamiento.
Una radiografía suficientemente certera para saber que nuestro cuello, espalda, ojos, manos y cerebro empiezan a sufrir estragos ante las horas que pasamos frente a las pantallas, viendo videos en Facebook, revisando InstaStories o “tuiteando”, por poner solo algunos ejemplos.
A partir de ello, TollFreeForwarding.com presentó a un ser humano con transformaciones sorprendentes. Según estas imágenes, nuestra postura en un poco más de 900 años será encorvada, tendrá un cráneo más espeso, un cerebro más pequeño y las manos como garras.