Cascadas de Don Juan: el paraíso oculto en Ahuachapán que tenés que visitar

Las cascadas de Don Juan son un tesoro natural ubicado en el kilómetro 6 de la carretera que conecta Ahuachapán con Jujutla, en el occidente de El Salvador. Este lugar ha comenzado a ganar popularidad entre quienes buscan escapadas tranquilas, rodeadas de naturaleza, sin alejarse demasiado de la ciudad.

Ideal para un paseo familiar o una aventura con amigos, este destino se mantiene como una joya poco explorada, perfecta si buscás desconectar y reencontrarte con la belleza natural del país.

Caminá entre árboles, piedras y aire fresco

El acceso a las cascadas requiere una caminata de aproximadamente 10 minutos desde el parqueo. Aunque el camino es de tierra y piedras, es transitable incluso para personas sin experiencia en senderismo. Desde el inicio del recorrido, el paisaje empieza a sorprender: árboles frondosos, mariposas y un ambiente fresco anuncian la llegada a un lugar especial.

Lo primero que escucharás es el murmullo del agua. Poco a poco, el sonido se transforma en un estruendo suave que revela la caída de agua de unos 30 metros de altura. Las cascadas forman pozas naturales, ideales para refrescarse, jugar o simplemente disfrutar del entorno. El agua es fría, pero limpia y revitalizante.

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¿Cómo llegar?

No necesitás un vehículo 4x4 para llegar a este sitio. Cualquier automóvil —incluso motocicletas— puede acceder sin dificultad. Basta con seguir la carretera a Jujutla hasta el kilómetro 6, donde verás la señalización hacia las cascadas. El acceso es directo desde la vía principal.

Costos y servicios

Este paraíso natural está dentro de una propiedad privada, por lo que el ingreso tiene un costo simbólico:

• Entrada general: $3 por persona
• Parqueo: $1 por vehículo

En el lugar hay un restaurante rústico, justo al lado del parqueo, donde podés comer sin complicaciones. Los platos rondan los $10, y también ofrecen postres tradicionales como quesadillas a $1. Sin embargo, tenés la opción de llevar tu propia comida, siempre y cuando cuidés de no dejar residuos en la zona.

Más que cascadas: turismo en un solo día

Una de las ventajas de visitar esta zona es la posibilidad de conocer otros destinos cercanos en el mismo día. A pocos minutos se encuentran dos de los pueblos más turísticos de la Ruta de las Flores: Concepción de Ataco y Apaneca. Ambos ofrecen experiencias culturales, gastronomía local, artesanías y rutas de café.

Así que si te animás a madrugar, podés combinar un chapuzón en las cascadas con una caminata por los coloridos murales de Ataco o un recorrido en canopy por los cafetales de Apaneca.

Consejos prácticos antes de tu visita

• Aplicate repelente de insectos y bloqueador solar. Al ser una zona boscosa, es común encontrar mosquitos.
• Usá zapatos cómodos con buen agarre. El sendero puede tener partes resbalosas.
• Llevá agua y una muda de ropa si pensás nadar en las pozas.
• Respetá el entorno: no dejés basura ni alterés la flora local.

Las cascadas de Don Juan son prueba de que El Salvador todavía guarda rincones naturales que sorprenden. No necesitás viajar lejos ni gastar mucho para vivir una experiencia diferente, al aire libre y con verdadero contacto con la naturaleza.

Si sos de los que buscás lugares nuevos o querés mostrarle a tu familia un destino distinto, este es un sitio que vale la pena incluir en tu mapa de aventuras por el país.