Suchitoto celebró el añil con arte, moda y tradición en su festival
El Festival de Añil en Suchitoto fusionó tradición, arte textil y moda salvadoreña, con pasarelas, talleres e Ixil, la princesa del añil.
Por
Marcella Palacios
Publicado el 29 de septiembre de 2025
El Festival de Añil en Suchitoto se consolidó como un espacio donde tradición y creatividad se encuentran. Artesanos, diseñadores y emprendedores locales mostraron la versatilidad del añil a través de pasarelas, talleres y exhibiciones. Entre las novedades destacó “Ixiil, La princesa del añil”, primera estatua viviente dedicada al tinte azul, creada por el artista textil Óscar Tadeo. Emprendimientos como Tochico y Kimimi ofrecieron prendas y accesorios elaborados con técnicas como shibori e itajime, accesibles para todo público. Con apoyo de CONAMYPE, el festival impulsó la comercialización y formación, reafirmando al añil como símbolo cultural y motor de innovación en El Salvador.
En el corazón cultural de El Salvador, Suchitoto celebró una Festival de Arte y Diseño El Salvador – 4.ª edición, en conjunto con el VII Festival del Añil. La cita fue en el Parque Central de Suchitoto, donde desde la mañana del sábado los visitantes disfrutaron de una agenda cultural variada y con entrada completamente gratuita.
En el festival el color azul del jiquilite se convirtió en símbolo de creatividad, identidad y evolución. Este evento, desarrollado en conjunto por la municipalidad, artesanos locales y CONAMYPE, combinó moda, talleres vivenciales y exhibiciones artísticas en torno a uno de los tintes naturales más emblemáticos del país: el añil.

Durante el festival, visitantes locales y extranjeros vivieron una experiencia inmersiva que conectó el legado ancestral del teñido con el dinamismo de nuevas expresiones artísticas. La iniciativa buscó no solo preservar una técnica, sino también proyectarla hacia el futuro desde el diseño, el arte performativo y la formación artesanal.
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Una estatua viviente que da vida a Ixil, la princesa del añil

Uno de los momentos más impactantes del festival fue la presentación de “Ixil, flor azul del cielo”, una estatua viviente inspirada en la planta del añil y conceptualizada por el artista textil Óscar Tadeo. Con una trayectoria de más de diez años en técnicas de teñido natural, Tadeo fusionó el estatuismo escénico con técnicas japonesas como el itajime y el shibori, dando vida a un personaje que simboliza la fuerza cultural del color azul en El Salvador.

“La idea era romper el esquema tradicional del estatuismo. Nunca antes se había representado el añil de esta manera en el país”, explicó Tadeo. El personaje portaba una capa, un cetro y una corona, todos trabajados con patrones elaborados a partir de moldes de madera y sumergidos en distintas soluciones de añil, resaltando la diversidad técnica de este tinte.
Moda artesanal: innovación teñida de historia

La pasarela del Festival del Añil reunió a 15 diseñadores y artesanos que trabajaron durante meses en una curaduría especializada. Entre los participantes destacaron marcas como Tochico, Kimimi, Luna Azul y Tierra Azul, que mostraron colecciones creadas exclusivamente con tintes naturales como añil, cúrcuma y achiote.

“Queremos que la moda salvadoreña evolucione sin perder sus raíces”, explicó Nelson Enríquez, técnico de la iniciativa “Closet de Moda y Hogar” de CONAMYPE. Además de las pasarelas, el evento ofreció espacios de comercialización donde más de 20 diseñadores y estudiantes mostraron y vendieron sus piezas, con precios accesibles que iban desde $2.50 por accesorios hasta $75 o más en prendas de pasarela.
Talleres, técnicas y comunidad: así se construye el futuro del añil

La formación también fue protagonista en el festival. Tanto Óscar Tadeo como emprendimientos locales ofrecieron talleres sobre las distintas técnicas de teñido con añil. Desde la tradicional técnica del “tai tai” con nudos y lazos, hasta el sofisticado shibori cosido o el itajime con tablas de madera, cada proceso revelaba cómo el arte textil requiere paciencia, conocimiento técnico y pasión por los detalles.
Abigail Morales, artesana formada en los talleres de Tadeo, compartió su experiencia como emprendedora junto a otras creadoras que decidieron establecer sus tiendas en Suchitoto tras enamorarse del pueblo y su historia. “Empezamos en la moda y nos cautivó la cultura del lugar. Desde 2021 tenemos nuestro local dedicado exclusivamente al añil”, comentó.

Los costos de capacitación varían entre $25 y $45 por clase, dependiendo de la técnica y duración. Pero para muchas y muchos artesanos, el aprendizaje no se detiene. “Cada vez que me capacito aprendo algo nuevo. Siempre hay una técnica que innovar”, dijo Morales.
El Festival de Añil no solo celebra el pasado glorioso del tinte azul en El Salvador. También es una plataforma de innovación donde tradición, diseño y comunidad se articulan para generar valor cultural y económico. Desde la planta del jiquilite hasta las pasarelas, cada paso es una apuesta por preservar lo nuestro mientras se reinventa para las nuevas generaciones.

Suchitoto demuestra, una vez más, que la historia salvadoreña puede caminar de la mano con la creatividad contemporánea. Y el añil, con su intensidad y su legado, sigue siendo uno de nuestros símbolos más vivos.
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