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Ingeniería lingüística y política

¿Cómo pasamos del caos a la coherencia? ¿Cómo desprogramamos esta realidad?; ir a la inversa decodificando, encontrarse con los elementos esenciales del lenguaje; utilizar la ironía, el arte y el humor; evitar el enfrentamiento y actuar desde la paz; ser impecables y coherentes; no confrontar ni imponer.

Por Óscar Picardo Joao

Cuando en la política se yuxtaponen el mundo lingüístico y computacional, el uso de algoritmos y los sistemas de comunicación aparece la “Ingeniería lingüística” y esta funciona bajo el siguiente modelo: “Cómo, desde el discurso público, se utilizan mecanismos de lenguaje para la fijación de creencias, generación de respuestas emocionales y manipulación social (Carmen Huertas)

En efecto, las palabras -y nuestro lenguaje cotidiano- no se analizan con la razón sino que se procesan espontáneamente con la emoción. Cada dimensión de la geometría cerebral tiene un lenguaje específico, aunque los tres niveles están interconectados: El Reptiliano: resuelve las funciones vitales e instintivos; su lenguaje es binario, automático y subconsciente. El Límbico: procesa emociones; su lenguaje opera desde una programación condicionada o aprendida, es más relacional y fisiológico. El Neocórtex: trata los asuntos de la razón; su lenguaje es más consciente, interpreta, y trabaja de modo abstracto con niveles más sofisticados de comprensión.

El lenguaje de computación imita en lenguaje humano y no al revés…; hay códigos y algoritmos que se deben decodificar; los códigos son gramaticales y lógicos; cada entrada tiene una respuesta; puedo realizar varias tareas simultáneas (escribir o hacer deportes y escuchar música); los lenguajes deciden lo correcto o verdadero. De hecho, cuando se desarrolla el proceso de lecto escritura el cerebro crea símbolos que codifica y decodifica; estos símbolos provienen primariamente del juego, el juguete, la imitación, el garabateo, luego en un nivel más avanzado, los símbolos serán letras, números, sílabas, fonemas, palabras, etcétera.

Los seres humanos somos usuarios de un cerebro pero ignoramos como funciona…; estamos atrapados en un lenguaje comunicacional; y podemos ser víctimas de los programadores (¿adoctrinamiento educativo?) y de otros condicionamientos diseñados para tal fin, bajo el principio: Si sé como funcionas te diré que has de pensar, qué has de creer y qué has de hacer. Veamos cómo funciona la ingeniería lingüística…

La Neolengua (Newspeak) surge con los aportes de Víctor Klemperer cuando estudió el lenguaje del Tercer Reich y los procedimientos de Joseph Goebbels; las teorías de George Orwell (Eric Arthur Blair) y de Edward Bernays. Propaganda y postverdad son el eje del monolingüismo, bajo tres ideas: a) si no tenemos palabras para definir algo esto desaparece; b) puedo cambiar o modificar el significado de una realidad; y c) puedo crear nuevos significados.

Otro elemento es la “fijación de creencias” (Teum Van Dijk y Joseph Overton) o la instalación de un “pensamiento dominante” se basa en la autoridad de “expertos” afines a los sistemas y en el control de medios de comunicación a través de los criterios “The Number Game” y de relaciones causa-efecto. La idea es crear una nueva narrativa, un punto de partida, una nueva historia que suplanta a la tradicional.

Pero ¿cómo cambiar la opinión pública?: la narrativa se construye sobre el siguiente modelo propuesto por Luis Segura: 1) De lo impensable a lo radical (se eliminan tabús para que se comience a discutir); 2) de lo radical a lo aceptable (divulgación de conclusiones calificando de intransigentes a quienes no lo acepten); 3) de lo aceptable a lo sensato (definición de axiomas y arrinconar a disidentes); 4) de lo sensato a lo popular (se hacen programas, entrevistas, encuestas, etcétera); 5) de lo popular a lo político (se crean leyes, se normaliza). Casos típico o ejemplificante para entender este concepto: El Estado de excepción actual… era impensable, se aceptó, la gente lo ve sensato, ahora es popular y ya tiene asidero jurídico…

Los factores que determinan la efectividad de las respuestas emocionales en la ingeniería lingüística son seis: 1) la indefensión aprendida: no podemos hacer nada para cambiar las cosas, hay que adaptarse y defender algo que no comprendemos; luego las contradicciones modifican las creencias; 2) disonancia cognitiva: el cerebro es lateral, hay contradicciones y predomina el inconsciente; se busca lo binario; 3) enfrentamientos de grupo de pertenencia: provocaciones, antagonismos, acusación de conspiración; 4) metáforas: uso de algo conocido para describir algo no visible, por ejemplo la pandemia, e incorporar categorías de confianza: “yo los voy a salvar”; 5) lenguaje de postverdad: se crea un relato y se repite desde medios oficiales hasta que la gente lo acepta como verdad; y 6) técnicas subliminales: Uso de lemas de autosugestión de tres elementos, escenificación para sembrar el miedo, arquetipos de conceptos y sus significados y símbolos. ¿Les suena el concepto “los mismos de siempre”?   

Al final, ¿cómo logran operativizar estas ideas o cuáles son los factores que determinan la efectividad de las respuestas emocionales?, la lista es larga: disidencia controlada, primado negativo y creación de memoria implícita, manipulación de noticias, uso de redes sociales, censura, desinformación, adoctrinamiento escolar, trucos tecnológicos, inducción de creencias y estados emocionales, estandarización del arte y de la cultura, entre otros.

Entonces, ¿cómo pasamos del caos a la coherencia? ¿Cómo desprogramamos esta realidad?; ir a la inversa decodificando, encontrarse con los elementos esenciales del lenguaje; utilizar la ironía, el arte y el humor; evitar el enfrentamiento y actuar desde la paz; ser impecables y coherentes; no confrontar ni imponer.

Además, debemos discernir y comprender los sistemas de creencias; la toma de conciencia como estado de la mente que opera en la relación con los demás; entender la evolución cognitiva y emocional de nuestros sistemas de ideas; recuperar la ética. El cambio comienza por cada uno, y con acciones simples: no confrontar, no difundir información falsa, saber responder con inteligencia y evidencia; pensar en una nueva forma de cohabitar más solidaria y humana, alegre, compasiva.

En pocas palabras, insultar y odiar menos, comprender y pensar más, ser más sobrio en nuestras formas de comunicación y expresión, para construir un discurso mejor que contrarreste la negatividad y estupidez política. No es fácil y requiere mucha paciencia, ánimo…

Disclaimer: Somos responsables de lo que escribimos, no de lo que el lector puede interpretar. A través de este material no apoyamos pandillas, criminales, políticos, grupos terroristas, yihadistas, partidos políticos, sectas ni equipos de fútbol… Las ideas vertidas en este material son de carácter académico o periodístico y no forman parte de un movimiento opositor.

Investigador Educativo/opicardo@asu.edu

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Educación Opinión

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