Claudia de Ibáñez lleva su mejor ballet hasta Walmart

La comunicadora con una maestría en Administración de Empresas y Negociaciones Internacionales, reconoce que la organización y el empeño en capacitación profesional son herramientas valiosas.

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Claudia de Ibáñez es Gerente de Asuntos Corporativos, representante País y subdirectora Regional de Apoyo al Crecimiento de Walmart. Foto EDH / Jessica Orellana

Por Vanessa Linares

2019-03-05 5:34:50

Puso su currículo en una página de bolsa de trabajo pensando en que ya era hora de que sus esfuerzos por estudiar , trabajar y ser madre apuntaran a una posición más alta que una dirección de un departamento de comunicaciones. Ahora, Claudia de Ibáñez, tiene más de una década al frente de la gerencia de Asuntos Corporativos de Walmart y reconoce, con sinceridad y orgullo, que la organización y el empeño por la formación profesional, una mente activa y la fidelidad a sus principios y valores, le han valido para lograr sus metas e, incluso, inspirar a otros.

Aunque era hiperactiva y obtuvo una que otra reprimenda de mala conducta por ser la que más platicaba en clase, Claudia dice que le encanta estudiar y siempre sacó buenas calificaciones.

Además, desde pequeña demostró un talento natural por las relaciones públicas y la comunicación; así que, con la disciplina que le dio el practicar ballet desde los cinco años y con unos padres insistentes en el valor de la educación, cursó un bachillerato físico matemático, una licenciatura en Ciencias de la Comunicación y una maestría en Administración de Empresas con una especialización en Negociaciones Internacionales.

“Fui dedicándome a estudiar. No me veía en una posición en particular, como representante de una multinacional, pero sí me veía creciendo profesionalmente”, recuerda la empresaria.

Su llegada a Walmart, la reconocida cadena de supermercados que en El Salvador opera bajo cuatro formatos de tiendas, dice, fue “tan normal” como cualquier otra persona pueda ser reclutada en una empresa.

Tenía pocos meses de trabajar en la Gerencia de Comunicaciones de la Fundación Salvadoreña para la Salud y el Desarrollo Humano (Fusal) y aunque sabía que aspiraba a ocupar una dirección importante, fue hasta la entrevista en la multinacional cuando se dio cuenta que aplicaba a esta empresa.

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El género nunca ha sido un obstáculo para estas empresarias que están al frente de reconocidas empresas. Su sello femenino combina con el tecnicismo de su área.

Entre risas dice que solo está a cargo de cinco empleados, pero reconoce que Walmart tiene a 400 colaboradores en oficinas y, contando las tiendas y asociados proveedores, sabe que está al frente de una plantilla que ronda las 4,000 personas.

Claudia es una empresaria, diseñadora amateur que ama la organización, el mar y el café expreso con leche condensada. Está casada y es madre de María Fernanda, una joven bióloga y emprendedora de productos eco amigables.

“Dónde iba a estar y cómo sería exactamente no lo sabía, pero sí sabía que iba a llegar alto porque me iba a preparar. Creo que la educación le da muchas oportunidades a las mujeres”.

Claudia de Ibáñez, gerente asuntos corporativos Walmart


“Yo tenía una vida bien ocupada. Iba a hacer ballet, tenía prácticas para las obras y tareas. Me organizaba bastante bien para salir con todo. Hoy el día no me alcanza tampoco”, señala con peculiar simpatía.

Y es que Claudia, que a veces pacta reuniones desde las 7:00 a.m. , tiene un espíritu tan entusiasta por trabajar “y dar todo de sí” que se ha involucrado en una diversidad de actividades y por ello debe “ponerse muchos sombreros” durante el día.

Además de representar a Walmart, desde hace seis años es la presidenta de la Cámara Americana de Comercio de El Salvador, (AmCham), también es miembro de la junta directiva de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) y de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades); es miembro propietaria del Consejo de la Mejora Regulatoria de Fomilenio II, colabora con el Comité de RSE Construye de la Cámara Salvadoreña de la industria de la Construcción (Casalco), el Comité de Proyectos de la Fundación Empresarial para la Acción Social (Fundemas) y está dentro del Comité de Mujeres Líderes de AmCham, por mencionar algunos foros donde dice tiene “oportunidad de hacer país”.

Al considerarse de mente abierta y pragmática, la ejecutiva insiste en que “el que se organiza bien puede lograr lo que sea que quiera”. “Mi mami siempre decía ‘si usted va a ser barrendero, no importa pero sea el mejor barrendero. Trate de esforzarse siempre, de sobresalir y de poner lo mejor de usted mismo’, y eso es lo que trato de hacer siempre, de dar la milla extra. Me siento tan cómoda que muchas veces siento que no estoy trabajando”, añade.

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Pero que disfrute cumplir sus roles no la ha eximido de enfrentarse a grandes retos.

Walmart Mejicanos, por ejemplo, fue todo una hazaña que tomó siete años en concretarse. Claudia asegura que impulsar el proyecto no solo la obligó a poner en práctica su tenacidad y todo su arsenal de ingenio, creatividad y capacidad para dialogar con la comunidad, clientes, autoridades de gobierno y empresarios; sino también le demostró el nivel de confianza que la empresa le ha conferido.

“La gente piensa que soy intensa porque cuando quiero algo, lo persigo y no lo dejo sino hasta que lo logro. Soy muy enfocada en eso, si tengo algo que hacer me comprometo, lo delego o digo de frente que no tomo el proyecto. Pero si digo que sí, lo hago”, señala.

En tono serio, añade que a muy pocas cosas ha dicho que no, y aclara que estas han sido, sobre todo, cuando ponen en tela de juicio los principios éticos y valores inculcados por su familia.

Reconoce que desempeñar su cargo y desenvolverse en un ambiente de negocios en el que la mayoría son hombres, sí implica un mayor esfuerzo pero no necesariamente porque ella sea mujer, sino porque para ser líder, dice, se requiere demostrar más humildad, sabiduría y ética profesional “para tomar las mejores decisiones”. “Al final, voy más enfocada en lo que quiero lograr que en que soy mujer liderando”, dice.

Después de todo, cuando el instinto indica algo, hay que hacerle caso, señala, porque se relaciona a la experiencia y preparación profesional que, por su trayectoria, sabe que es lo que le trae los mejores retos y satisfacciones.

Foto EDH / Jessica Orellana