Conocé uno de los últimos refugios del mono araña en El Salvador
En el corazón de Usulután se encuentra el Área Natural Protegida Chaguantique, uno de los últimos hogares del mono araña en el país. Te contamos los detalles del lugar.
Por
elsalvador.com
Publicado el 23 de octubre de 2025
En los bosques de Usulután, el Área Natural Protegida Chaguantique es uno de los últimos refugios del mono araña en El Salvador, especie clave para la regeneración del bosque tropical. Aunque su población creció de 29 a 50 ejemplares hasta 2019, el abandono del lugar y la falta de monitoreo amenazan su supervivencia. Inseguridad, tala, incendios y agroquímicos agravan la situación. Biólogos y comunidades locales piden reactivar los programas de conservación y ecoturismo para proteger al “agricultor del bosque” y preservar un ecosistema esencial para el equilibrio ambiental del país.
Entre los bosques costeros de Usulután se encuentra uno de los últimos refugios del mono araña (Ateles geoffroyi) en El Salvador: el Área Natural Protegida Chaguantique. Este ecosistema, que alguna vez fue un modelo de ecoturismo, es el hábitat natural de una especie en peligro de extinción, considerada una de las más importantes para el equilibrio de los bosques tropicales del país.
Según el Programa Nacional para la Conservación del Mono Araña, en 2003 se contabilizaban 29 ejemplares y para 2019 la cifra aumentó a 50. No existen registros más recientes. El Área Natural Protegida Chaguantique fue declarada como tal en 2008.
Está ubicada en los distritos de Jiquilisco y Puerto El Triunfo, en Usulután, y representa uno de los pocos bosques naturales que aún se conservan en el país. Fue un proyecto impulsado en el año 2000 con apoyo de la cooperación española.

Te recomendamos: En El Salvador hay más de 140 animales con riesgo de desaparecer
Con el paso de los años, el lugar cayó en deterioro. Carlos Leiva, habitante de la zona, explica que el turismo no prosperó por la inseguridad y que actualmente solo dos guardarrecursos se encargan de cuidar las 78 manzanas del bosque que son del Estado. A pesar del abandono, la zona sigue siendo un punto clave para la conservación de los monos araña, ya que allí viven en su entorno natural.
El papel del mono araña
El mono araña puede medir hasta 50 centímetros y pesar unas 18 libras. Es una especie vital para la salud del ecosistema porque dispersa semillas de los frutos que consume, ayudando a regenerar el bosque. Por ello, se le conoce como “el agricultor del bosque”.
El Programa Nacional para la Conservación del Mono Araña identificó múltiples amenazas para la especie: el uso de agroquímicos, la tala selectiva, los incendios y la cacería. Estas condiciones han llevado al mono araña a figurar en el Listado Oficial de Especies de la Vida Silvestre Amenazadas o en Peligro de Extinción, publicado en el Diario Oficial No. 181, Tomo 409.

Chaguantique forma parte de los cuatro refugios naturales de Usulután donde se reporta la presencia del mono araña, junto con Nacascolo, Normandía y El Tercio. También existen registros en la Laguna de Olomega y Jucuarán. Sin embargo, Chaguantique tiene una característica especial: allí los monos viven completamente libres.
Según la bióloga Melissa Rodríguez, directora de sistemas terrestres de la Asociación Territorio Vivo El Salvador, “el mono araña es el mamífero más amenazado del país. El tema con Chaguantique es que es uno de los parches más pequeños donde habita la especie”.

Registro de avistamientos
Registros recientes (2000–2020), reportados por la Asociación Territorio Vivo El Salvador, señalan que Chaguantique forma parte de los cuatro refugios para el mono araña en áreas naturales protegidas de Jiquilisco.

Rodríguez explica que a inicios del año 2000 se lograron conectar dos fragmentos de bosque separados, creando un corredor biológico que los monos empezaron a usar en 2011. No obstante, advierte que la inversión y el seguimiento para su conservación han sido limitados.
En este sentido, la bióloga llama a la concienciación, pues si el mono araña desaparece, el país perdería más que una especie. “El país perdería a uno de los principales regeneradores naturales de los bosques”, afirma.
En Chaguantique, la naturaleza resiste. Los últimos monos araña siguen moviéndose entre los árboles, recordando que aún hay tiempo para proteger su hogar, siempre que el compromiso sea real y compartido.

