Residuos de plástico y otros desechos dan vida a nuevos artículos de alta calidad

Lo que para muchos es solo basura, para otros es una oportunidad de poder sostener el hogar. Muchas personas en el país han encontrado en el reciclaje no solo una fuente de ingresos, sino una forma de contribuir activamente a la protección del medio ambiente y a la construcción de una economía circular.

El trabajo de recicladores de base, centros de acopio y empresas transformadoras está convirtiendo toneladas de desechos, como los plásticos, en productos útiles como escobas, sillas, ganchos, macetas, palas, entre otros, reduciendo así significativamente el impacto ambiental. 

Una pieza clave del eslabón en esta cadena de valor, y donde inicia la transformación de los desechos, son los recicladores, quienes recorren en el día a día las calles y colonias en diferentes puntos del país comprando y recolectando no solo los plásticos si no también papel, metal y cartón. 

Lee también: Más de mil recicladores fueron capacitados para dinamizar la economía

Uno de estos casos es el de seis recicladores que forman parte de LESE, un centro de acopio en la colonia Layco, San Salvador, que nació hace seis años empujados por la necesidad y la inseguridad que se vivía el país. 

Don Emilio Serrano es un antiguo repartidor de material para la construcción, quien tuvo que dejar su oficio luego de que su vida estuviera en peligro en varias ocasiones debido al asedio de las pandillas, lo que significó para él y su grupo familiar un duro golpe a la economía; fue así como, junto a su esposa, empezó a dedicarse a recolectar materiales reutilizables en las calles de San Salvador.

"Así llega una necesidad económica bastante fuerte. Habiendo pocas opciones, pues yo ya conocía más o menos el tema de reciclaje. En ese momento nosotros no conocíamos sobre el tipo de materiales y las clasificaciones del plástico (...) en el camino fuimos aprendiendo", explica. 

 Y continúa: "Recogemos plástico, cartón, papel, lata… lo clasificamos y lo llevamos a empresas que lo transforman", cuenta el fundador de LESE. Emilio relata que al inicio clasificaban en la calle, más adelante lograron alquilar un local. 

 Hoy, más personas se han unido a esta iniciativa que cada semana rescata hasta seis toneladas de cartón y quintales de otros materiales, evitando que terminen en los vertederos.

"De esas 5 o 6 toneladas que se recolectan (de ese trabajo que se realiza) están comiendo prácticamente cinco o seis familias", expone el entrevistado. 

"Cuando empecé la recolección, yo no llegaba ni a un quintal de material y estoy hablando de materiales diversos, plástico, lata, hierro, en ese entonces no recogía cartón. Estamos hablando hace 6 años. Hoy por hoy, estoy recogiendo 1 tonelada diaria de cartón", explica. 

Para Emilio lograr el crecimiento de su emprendimiento no hubiera sido posible sin el acompañamiento de la Fundación Empresarial para la Acción Social (FUNDEMAS), una organización enfoca en ayudar a las empresas a ser más responsables socialmente y a contribuir al desarrollo sostenible de El Salvador. 

"Ellos nos dieron talleres de conocimiento de los materiales, autoestima y asociatividad. Esto para estar de una manera más formal realizando el trabajo", añade.

Este acompañamiento también les ha permitido la formación de una figura jurídica de recicladores llamada Unión de Personas Recicladoras de El Salvador, la cual reúne a más de 50 personas que se dedican a este oficio. 

Al hablar sobre el impacto que genera su trabajo, Emilio señala que además de reducir la carga de residuos que deben gestionar las alcaldías, se está creando empleo, educación y bienestar para familias enteras. 

“De lo que otros desechan, nosotros llevamos el sustento a casa”, opinó el reciclador.

También: Contaminación de los recursos hídricos una de las problemáticas más urgentes del país

Empresas procesadoras, una pieza clave 

Uno de los actores clave en el proceso de transformación de los desechos son las empresas que compran los materiales a los recicladores. 

Es ahí donde aparece Maquiplastic, una empresa salvadoreña que transforma los plásticos en materia prima para la industria local. 

A través de un riguroso proceso de clasificación, limpieza y transformación de los desechos recolectados previamente, Maquiplastic convierte los residuos como botellas PET, bolsas, envases de detergentes, plásticos duros y muchos otros que son comprados por otras empresas para la elaboración de productos nuevos. 

“Un guacal puede convertirse en una silla, una botella o en una escoba. Eso es economía circular”, señala David Ramírez, uno de sus representantes.

Maquiplastic empieza el trabajo de transformación en la zona de recepción donde llegan las toneladas de plástico que ya han sido separadas, el siguiente paso es separar el plástico por colores y características, este proceso puede hacerse de manera manual por personal capacitado o con máquinas. 

Una vez clasificados los plásticos pasan a ser triturados, este material triturado es la base para la producción. 

10 botellas de plástico son transformadas en una escoba de alta calidad, especifica Iberplastic en su página web, otra de las empresas que utiliza el plástico reciclado.

A través de sus diferentes líneas y marcas, Iberplastic lleva escobas, cepillos para la ropa, para inodoros, palas para la basura, rastrillos, entre otros a tiendas, supermercados, almacenes y otros establecimientos a nivel nacional y en varios países de la región. 

Al año procesa 5,000 toneladas de plástico lo que equivale a reciclar 200 millones de botellas PET, cantidad con la que podría llenarse dos veces el Estadio Cuscatlán. 

La articulación entre recicladores, centros de acopio, empresas transformadoras y organizaciones como FUNDEMAS ha permitido fortalecer cada vez más esta cadena de valor. 

Desde 2022, FUNDEMAS impulsa programas que capacitan, organizan y vinculan a los actores del reciclaje con el sector empresarial, y cumpliendo también con metas ambientales nacionales e internacionales.

Anualmente, las iniciativas respaldadas por FUNDEMAS movilizan alrededor de 14,000 toneladas de residuos reciclables, lo que representa una importante reducción en las emisiones de dióxido de carbono y una menor presión sobre los rellenos sanitarios.

Maythe Cornejo, Gerente de medio ambiente de FUNDEMAS, explica que existen al menos 10 tipos de plásticos más sus subproductos, los cuales “no llegan solos a los océanos”. 

"Hay normativas internacionales, normativas locales y están también las metas y KPIs que cada una de las empresas debe de cumplir como parte del reciclaje de los materiales que ellos mismos producen y llevan al mercado, y que buscan meterlos a un proceso circular. Desde FUNDEMAS estamos impulsando la responsabilidad empresarial, conectando las empresas generadoras en la industria de alimentos y bebidas, por ejemplo, con empresas que transforman, de tal manera que esta siga existiendo y se de respuesta a las regulaciones ambientales, que las empresas mismas deben cumplir”, explica Cornejo. 

Desafíos

La experta explica que aunque existe ya una cadena de valor debidamente articulada, aún hay grandes desafíos. 

La cultura ciudadana del reciclaje es incipiente, y muchas personas desconocen que casi el 100% de los residuos que llegan al hogar pueden aprovecharse, lamenta. 

“Hace falta educación ambiental y conciencia sobre el valor de lo que desechamos”, coinciden los actores de esta red.

"Ahorita nosotros tenemos 14 empresas socias que están articulando más el esfuerzo. Sabemos que hay más, pero estas mismas empresas son las que articulan en su cadena de valor, por ejemplo, una industria de bebidas y alimentos grande también articula con sus proveedores pequeños para llevarlos a estas metas que deben de cumplir", añadió.

Mientras tanto, quienes trabajan desde las calles, centros de acopio o fábricas siguen demostrando que es posible dar una segunda vida a los residuos, generar empleo y proteger el planeta.  

"Yo siento que el reciclaje es mal visto en el país, a la gente que recolecta la discriminamos, se tiene el que son drogadictos, gente de mal y déjeme decirle que no es así (...) es gente que ha encontrado una opción, una alternativa, y esa alternativa en mi caso fue el llevar el sustento a la casa", concluye Emilio quien prepara su camión junto a Sandra Marisela y don Eduardo Gómez para trasladarse a un hotel capitalino donde van traer material reciclable. 

FUNDEMAS impulsa las estrategias de reciclaje en El Salvador en el marco del proyecto “Encadenamiento de MIPYMES para la Descarbonización”, impulsado por el programa AL-INVEST Verde de la Comisión Europea, y la Cámara Alemana Salvadoreña de Comercio e Industria (AHK).