Las puertas del rastro municipal podrían cerrarse debido a la falta del servicio de agua potable, desde hace 10 días. Ante la carestía, la alcaldía ha estado llevando agua en pipas; sin embargo eso es insuficiente, dada la labor que se hace ahí y las exigencias de higiene.
Además del servicio de pipas, el lugar es abastecido con agua desde un turicentro que está a escasos metros. El corte del servicio en el rastro, al igual que en otras oficinas municipales, se debe a la deuda de más de $5 millones que la alcaldía tiene con Anda, desde 1996.
Milton Reyes, administrador del rastro, explicó que con cada res que destazan necesitan un aproximado de mil litros de agua para poder limpiar el ejemplar y la carne que utilizan para la venta, mientras que para un cerdo necesitan 500 litros de agua para el mismo procedimiento.
“En el rastro lo más importante es el agua para poder hacer todo el procedimiento y, con base a la normativa de limpieza para la matanza de los animales, también para el uso de todos los trabajadores y personas ajenas que llegan al rastro. En promedio, al mes, son alrededor de 500 reses y 450 cerdos los que se sacrifican, esto implica que tenemos que tener una gran cantidad de agua, también para cumplir la normativa higiénica de inocuidad de alimentos”, explicó Reyes.
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Añadió que si la situación no se resuelve en los próximos días, tendrán que tomar medidas drásticas y afectar a los mercados y otros usuarios que compran carne, porque si la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Anda) no les conecta el agua tendrán pedirán al Concejo Municipal que evalúe el cierre temporal del rastro, para evitar cualquier insalubridad.
“Vamos hablar con el concejo para que ellos puedan decidir, mientras tanto estamos utilizando pipas y agua de otro lugar para poder salir adelante, pero esto está representando un costo extra para la alcaldía, ya que son más de 5 pipas que a diario abastece el lugar”, expuso el encargado.
Los empleados explican que deben hacer un doble esfuerzo, ya que les deben acarrear agua para poder hacer sus labores, además advierten que para limpiar la sangre y otros líquidos de los animales necesitan suficiente agua.
“Tratamos de estar pendiente de que el agua no se desperdicie, cuando vamos a lavar los animales tratamos de tener varios para poder aprovechar el agua; nosotros tenemos que estar también llevando agua para los baños y para las porquerizas y estar pendiente que no falte”, explicó un empleado.
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Debido a la falta del servicio, los recipientes que se utilizan en el rastro están sucios en una bodega, hasta que exista suficiente agua para lavarlos. Antes, la dinámica era lavar cada recipiente luego de usarlo, así evitaban insalubridad.